¿Cómo mantener el glamour durante todo momento mientras viajas?

Llegas al aeropuerto de madrugada, para poder documentar a tiempo, a veces en vivo porque te desvelaste haciendo tu maleta, indeciso sobre qué llevar o porque te “picaste” con alguna película de gusto culpable que comenzaba justo cuando estabas haciendo los últimos preparativos para tu viaje o quizá, simplemente por emoción. El punto es que dormiste poco o nada, pero te mantienes con la esperanza de dormir en el avión, así que todo pinta para mejor al cabo, ¿qué podría salir mal? ¿cierto?

Entonces, viene el primer drama, o mejor diremos “obstáculo”, al que llamamos: sobre peso en la maleta. Para un viajero primerizo, sin ojo experto o sin báscula de mano portátil comprada en alguna tienda libre de impuestos del aeropuerto, es fácil cometer este tipo de errores en un viaje largo. Si has vuelto de un viaje con ropa, zapatos o accesorios sin usar en la maleta, has sobre empacado y eso te vuelve susceptible a ser víctima del sobrepeso en el equipaje.

Bueno, al final logras ponerte dos chamarras encima que ya ni sabes para qué te las querías llevar a la playa y te pones las botas, guardas las sandalias y logras dar con el límite de peso. Por fin, puedes avanzar al siguiente checkpoint.

 

 

Antes de llegar al chequeo de seguridad, el siguiente check point, es evidente que necesitas pasar por un café, para mantenerte despierto ¿no? Llegas al chequeo de seguridad y la amable guardia te recuerda que no puedes pasar líquidos de más de 100ml, y tú con mucha seguridad le muestras que de de tu venti, ya queda menos de 1/5, ¡eso es totalmente menos de 100ml! A ella no le basta y te pide que lo tires o te lo tomes inmediatamente, claramente optas por la segunda y haces un fondo. Luego, tomas un rápido respiro y te enfilas detrás de las demás personas y tomas una cajita para tus electrónicos, esperas y avanzas. Ya en tu turno te piden que te quites las botas, el cinturón, las dos chamarras que llevas puestas, para eso te regresas por otra cajita y pasas por el detector de metal, pero ¡chin! ¡Las llaves! Se te olvidaron y tienes que regresarte a dejarlas en la mentada cajita. Y luego de que te hicieran sacar tu iPod, iPhone, iPad, Laptop y cámara en el punto de seguridad y que tuvieras que re empacar todo, ponerte las chamarras, las botas, te diriges a la sala de espera.

Ya en la sala de espera, te das cuenta que tus mil electrónicos, no tienen batería porque obviamente la noche anterior los usaste todos al mismo tiempo y no hay ningún outlet ya disponible. ¿Cómo vas a hacer el check in en el aeropuerto? ¿Y si alguien no se entera que te vas de viaje? ¿Y tu Snapchat? ¿Y tu Instagram Story? Como tienes mucho sueño, medio lo mandas al carajo, sólo esperas a abordar, pero tu vuelo está retrasado y ya son casi las 11 de la mañana y no has podido tocar la tierra “firme” de tu asiento para dormir como mereces y es que en el lugar de destino es impensable descansar, tus amigos te están esperando para tremenda fiesta, ¡tienes que estar al 100!

 

 

Ahora, ¿recuerdas ese fondo que le hiciste al café? Bueno, quiere salir. Vas corriendo al baño que mágicamente está vacío ¡Por fin, algo sale bien! Te relajas tanto que dejas de percibir cuánto tiempo has pasado ahí y cuando sales del baño, escuchas que te vocean porque ya todos han abordado. Así que corres para no perder tu vuelo.

Abordas, otros 10 minutos en llegar a tu asiento porque las personas frente a ti, no han logrado acomodar sus equipajes de mano, llegas al asiento y es de los pegados al baño que no se reclinan, porque como no hiciste web check in, te tocó el asiento que jamás habrías elegido ni por error, pero te sobrepones, la última gota de optimismo está aún contigo, acomodas tus cosas y ¡oh sí! tele transportación de aquí a Cancún, estás conciliando el sueño finalmente y tu compañero de la ventana te despierta para poder llegar al baño. Ese compañero, fresco y vivaracho, comienza a escuchar su música a alto volumen en sus audífonos y sin embargo logras dormir, pero entre las turbulencias, las interrupciones de tu compañero para ir al baño y la incomodidad en la que te encuentras no dormiste nada. Aterrizas, llegas con todo el cansancio acumulado a la banda de equipaje sólo para descubrir que tu maleta está perdida…4pm y quieres arrancarle la cabeza a alguien, con los ojos llenos de ojeras, deshidratado, el peor olor y aliento corporal que has experimentado en ti en años…y la fiesta está por comenzar….

 

 

Ok, sí, fue demasiado atropellada esta historia, sin embargo, estamos sujetos a situaciones así de desagradables, bizarras e inciertas por simples descuidos completamente previsibles. Para ello, te recomiendo lo siguiente.

  1. Prepara tu maleta con anticipación.

  2. No lleves cosas “por si acaso”, entre más ligero viajes, ¡más fácil será moverte! Evita ser de los que lleva ropa a pasear…

  3. Descansa bien la noche antes.

     

  4. Haz tu web check in. Asegúrate de saber las políticas de equipaje y del viaje en general.

  5. Hidrátate. antes, durante y después del viaje.

  6. Carga tus aparatos electrónicos indispensables.

  7. No pierdas de vista la hora de abordaje del vuelo, te sorprenderías cuántas personas pierden su vuelo DENTRO del aeropuerto.

     

     

  8. Lleva ropa casual cómoda, pero con la que te sientas de lo mejor.

  9. Lleva cepillo dental y pasta de viaje en tu equipaje de mano.

  10. Come ligero, pero bien. Tu digestión es clave. Elige frutas y carnes magras, en fin, comida que te haga sentir ligero.

¡Ahora sí! ¡Buen Viaje!

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