“Del plato a la boca”, un homenaje al valor histórico y social de la cocina

750 piezas en el MODO.

México, 19 sep (EFE).- El valor social y cultural de la cocina, revelado a partir de objetos del siglo XIX a la fecha y tan indispensables como un horno, una cubertería o un recetario, pueden verse en “Del plato a la boca. Cocina, utensilios y diseño”.

 

La nueva exhibición del Museo del Objeto del Objeto (MODO) de la Ciudad de México, que abrirá sus puertas este martes, reúne 750 piezas que repasan la importancia de la cocina y de cocinar en toda sociedad, un ejercicio tan cotidiano que a veces deviene olvidadizo.

 

“La cocina tiene un enorme valor cultural, social, espiritual. Y abarca muchísimos campos de la actividad humana desde que surge la civilización como tal”, dijo a Efe la escritora mexicana Laura Esquivel, al participar en la inauguración de la muestra.

 

Para la autora del afamado libro “Como agua para chocolate”, que tiene como telón de fondo la cocina, esta es “un acto de amor” porque la creación de un platillo conlleva “amalgamar, macerar e integrar” alimentos, y busca un “bien común”.

 

Y todo ello se refleja en esta exposición, una “labor de curaduría muy importante” que permite hacer un recorrido “por las cocinas de México y la historia de la cocina”, remarcó la novelista.

 

Con “Del plato a la boca”, el espectador entra al universo de la cocina, un espacio a menudo reservado a la familia y al ámbito privado, para “repensarlo desde otro punto de vista”, dijo la curadora de la muestra, Ana Elena Mallet.

 

“Es una exposición de diseño y cultura material relacionada con la cocina, que busca mostrar cómo los utensilios y las piezas para la mesa y la cocina han evolucionado a lo largo de los años. Y cómo de esa cultura, y de esa cocina, se ha generado diseño e innovación”, destacó.

 

La muestra contiene objetos desde el siglo XIX, como un libro de recetas llamado “El cocinero mexicano”, en una primera edición de 1834, a piezas mucho más contemporáneas y de diseño.

 

A través de varias líneas del tiempo, muestra la evolución de utensilios como la báscula, el tostador o las jarras, cuyos materiales han ido mutando con los años -de la plata al vidrio o al plástico- y dan fe de que la cocina está en constante cambio.

 

Repasa los llamados “cinco fuegos”, explicó Mallet, o los distintos métodos de cocción -y sus respectivos hornos- que se han empleado a lo largo de la historia.

 

Y, como es habitual en las exhibiciones del MODO, no descuida tampoco las curiosidades.

 

En este caso, unos “objetos del ayer” que evidencian los cambios en los usos y costumbres; desde un armario con llave para guardar huevos y evitar que la servidumbre se los comiera a una aceitunera, una sardinera o una delicada pieza metálica en forma de concha que, al abrirse, rebosaba dulces y pastas para los invitados.

 

Aunque la exposición versa sobre la cocina en general, no olvida la historia gastronómica de México.

 

“El molcajete (mortero típico de México) lo vemos en distintas partes de la muestra. Y hay dos partes que anclan la cocina mexicana a la exposición. Una con objetos un poco fetiches que chefs mexicanos nos prestaron (…) y una sección dedicada a diseñadores contemporáneos”, apuntó Mallet.

 

La muestra es un reflejo también del rol adscrito a los fogones, tradicionalmente femenino en el ámbito privado, pero masculino en el público.

 

Cocinas de juguete y una colección de antiguos recetarios que “son casi manuales de comportamiento para la mujer” dan fe de esta marcada división que, según se expone en la muestra, debe verse desde un doble prisma.

 

Si bien es un lugar en el que el sexo femenino se somete al resto de la familia, es también un espacio, un reducto, en el que ellas están al mando y demuestran que son el pilar sobre el que pivota el hogar.

 

La exhibición, que pretende abordar el fenómeno del ‘boom’ gastronómico desde el punto de vista social, habla también de la relación entre la alimentación y el Estado.

 

Centrándose, eso sí, en esos ejemplos positivos que desde principios del siglo XX ha reivindicado una gastronomía y alimentación autóctona e insigne.

 

Los tiempos del “Sin maíz, no hay país” -recuerda la muestra- contrapuestos al severo problema de obesidad y la difícil soberanía alimentaria que enfrenta hoy la nación latinoamericana.

 

“Del plato a la boca. Cocina, utensilios y diseño” podrá visitarse del 20 de septiembre al próximo 27 de febrero. EFE

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