El Bulbo de Bachan

25 años y todavía hay Bulbo para rato

En mayo pasado se publicó en la Conque —una de las primeras convenciones de cómic en México— un volumen recopilatorio para celebrar el 25 aniversario del Bulbo. Mis lectores más jóvenes, o aquellos menos afectos a la historieta de manufactura mexicana se preguntarán ¿quién es el Bulbo? Pues en mi opinión, nada más que una de las historietas más relevantes del panorama mexicano, ya que ha estado presente de manera más o menos ininterrumpida desde los años 1990, y porque ha sabido adaptarse a los tórridos cambios en la industria editorial y del cómic, pasando del formato impreso al webcomic, y de regreso.

 

El Bulbo es obra de Sebastián Carrillo, mejor conocido como Bachan, quien fuera aspirante a diseñador gráfico y que comenzó su vida profesional en dos áreas: primero en la ilustración y la publicidad, dibujando para la revista novedades; y también en el mundo de los cómics, en el colectivo molotov. Ahí colaboró en los fanzines “Tripodología felina”, “Hemofilia”, y “Zootropo”. Lo que siempre atrajo a Bachan fueron las historietas, por lo que, después de desarrollar su talento, y mostrarlo en la Comic Con de San Diego, llegó a hacer dibujos a lápiz para DC comics —“Justice League Giant” y “Doom Patrol #1”.

El Bulbo es un super héroe de humildes orígenes. Todo comenzó con una televisión descompuesta y con su dueño, quien, sin saber cómo repararla apropiadamente, recurrió a un libro de magia mecánica para volver a hacerla funcionar. Pero el ritual no tuvo el efecto deseado, y lo único que consiguió fue dotar de vida a los bulbos que en ella habitaban, la mayoría malignos, excepto uno que, por flojo, no se unió a la rebelión de sus compinches. Un embrujo adicional lo convertiría en el superhéroe defeño del que hablamos.

 

La historieta se publicó por primera vez allá por 1993 en forma de fanzines hechos a partir de fotocopias que se obsequiaban en la tienda Cómics S.A —probablemente, la primera tienda especializada en la ciudad—. No fue hasta 1997, que el bulbo apareció en formato de cómic, en la revista conmemorativa de la 4ª edición de la Conque; y se le publicó una segunda vez para la misma convención, pero en el año 2000. En ese entonces, Bachan se dedicaba de lleno a la publicidad; y es ese mismo año en que el Bulbo aparece como un cómic en solitario, editado por Shibalbá —que por aquél entonces, también estaban editando un cómic del luchador Tinieblas— y que se mantuvo en publicación hasta entrado el 2001, logrando alcanzar los 10 números. Sin embargo, los problemas comenzaban. Entre su trabajo regular y todas las tareas relacionadas con la producción y distribución de la historieta, Bachan cometió un error al dibujar la portada del número diez que le costó la vida, por así decirlo, al Bulbo. Resulta que el precio de cada ejemplar era de 15 pesos, pero en la portada del último número, el precio aparece en 10 pesos. El ejemplar se vendió bien, ya que por entonces el Bulbo se estaba haciendo bastante conocido; no obstante, la empresa detectó que faltaba capital, y cuando notaron el error, decidieron cortarle la cabeza a Bachan, y con él, al Bulbo.

El panorama de los cómics se volvió oscuro para sus dibujantes en ese decenio. Con el auge de internet, la publicación de un formato físico era muy poco redituable. Pero eso no evitó que se le diera un segundo aire de la mano de editoriales como Resistencia o Caligrama, con esta última es que Bachan publicó algunos tomos del Bulbo. De tal forma que, en vez de luchar con el enemigo, resultó mejor unírsele: comenzó a publicar al Bulbo —y a otros títulos del mismo autor, como “Vinny de la Balbuena”, “Citlali” o “El muertito sabrosón”— en internet y, dicho sea de paso, a dibujarlos de forma digital, con la idea de recopilarlos para su publicación posterior. Una tarea que tampoco resultó fácil. Así fue que con el pasar del tiempo, las páginas del Bulbo se multiplicaron, y dichos compilados hicieron su aparición: “El Bulbo se avecina” en 2007, “El Bulbo bipolar” en 2008, “Hijo pirata” en 2009, y “La furia” también en 2009. El problema que se presentó con estos tomos fue que, pese a lo atractivo que pueda resultar un tomo impreso, y hasta en pasta dura, el hecho es que no se venden bien; por lo regular, el público no está muy interesado en un formato de ese tipo por el precio, por lo que para la convención de cómics Festo, de 2010, se publicó al Bulbo en un maxicomic: una historia breve impresa a color en una página plegable.

Y así es que del 2010 saltamos al 2018, año en que el Bulbo ve su más reciente encarnación con la presentación del volumen recopilatorio “El Bulbo, 25 aniversario”, que estuvo a la venta en la edición de este año de la Conque —que se mudó a Querétaro— pero puede encontrarse a la venta en todo el país, en esas tiendas que son famosas por sus enchiladas, sus meseras y su logo estrigiforme. Hay que decirlo, el tomo no es una recopilación completa, pero vaya que está nutrida. Incluye los Bulbos #1 a #3, “El Bulbo clase media” y “Tengo un hijo pirata”.  En cuanto al autor, actualmente Bachan dibuja las series “Monsters Unleashed” y “She-Hulk: Let them eat cake” para Marvel Comics; y “Bill & Ted’s Most Excellent Adult Coloring Book” junto con Evan Dorkin; y en lo que respecta al webcómic, dibuja “Powernap” junto con Maritza Campos, y la nueva saga del Bulbo, que comenzó a publicarse en diciembre del año pasado, y que puede leerse en: http://tengocapita.tumblr.com

 

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