Entre ilusión, fantasía y el camión a Tacubaya

Natalia realmente pensaba que encontraría al amor de su vida en Ciudad de México -y es tan escéptico mi pensamiento a ese ideal hoy en día- lo que no me sorprendió cuando ella me dijo que se regresaba derrotada a Monterrey.

Y pensar que habría dejado un cómodo hogar con sus papás saliendo de la universidad por irse a la gran ciudad para encontrar al “Sr. Perfecto”. Yo me hubiera quedado allá, pero, ¿a quién quiero engañar?… soy solo una tonta romántica que sabía que algún día conocería al amor de mi vida.

 

 

Era una noche más de acompañarla en vestidos ajustados y tacones molestos a un bar mamón a Santa Fe, en la cual como muchas otras noches hablaríamos de chicos y fines de semana de derrotas. Yo solo podía pensar en unas chelas, alitas y mis tenis viejos, pero fue otra de tantas noches en la que me convenció de que en mis lugares favoritos ella no encontraría al hombre de su vida.

Y es lógico para mí pensar que tras años de soltería, miles de primeras citas y rompimientos, encontrar el amor es como ir en el camión de Tacubaya a Santa Fe. A veces encuentras asiento, a veces te lo ceden o en otras ocasiones te encuentras todo el camino parada hasta llegar a casa.

 

 

Así seria para Natalia, tras dos años de vestidos en oferta y tacones incómodos se regresaría a Monterrey para buscar al “Sr. Perfecto” en otra delegación.

Es increíble pensar que en una ciudad con miles de habitantes, suponiendo que la mitad son hombres y la cuarta parte de esa mitad que cayeran dentro de sus ridículas expectativas del hombre ideal, que aun así el “Sr. Perfecto” no se encontrara en Ciudad de México.

 

 

En ese momento me di cuenta que parte de mí no quería irse parada todo el camino a Tacubaya, pero me esperaría un largo camino de noches en tacones incómodos y sin alitas búfalo, antes de encontrar al “Sr. Perfecto” en una ciudad que aún no visitaba.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Todos los Derechos Reservados Feel ® 2016
Develop & Design: JG