LAS NOVELAS INÉDITAS DE SALINGER

Se dice que después de dispararle a John Lennon, Mark David Chapman se sentó a esperar a la policía mientras leía el último capítulo de “El guardián entre el centeno” de J.D. Salinger, una novela que se ha descrito como de las pocas que de verdad capturan la esencia de la adolescencia en toda su confusión; y que en su momento levantó revuelo por su uso de lenguaje profano ­—de la década de los 1950, que bien palidecería en comparación con el usado hoy en día— y sus referencias a la prostitución. Estas razones le han valido a la obra el permanecer en la lista de los libros controvertidos por años, y que muchas personas —que se sienten igual de inadaptadas que Holden Caulfield, el personaje principal— se vean atraídas por esta; al menos tres de ellas, asesinos, lo que ha contribuido a incrementar su popularidad.

Jerome David Salinger nació en Manhattan, en 1919. De manera similar a Holden Caulfield, asistió a escuelas privadas, donde nunca sintió que encajara. No se caracterizó por ser un buen estudiante, y salvo por los cursos de escritura que tomó en la universidad de Columbia, nunca destacó en el ámbito académico. Tras un par de intentos infructuosos, la revista Story publicó finalmente una de sus historias en 1940, a ello le siguió que, en 1941, la historia “Slight Rebellion off Madison” fuera aceptada para su publicación en la revista The New Yorker—. Aquí ya aparece el joven Caulfield y, de hecho, se considera como una prefigura de “El guardián entre el centeno”, pero, debido al estallido de la Segunda guerra mundial, el cuento no se publicaría sino hasta 1948.

La guerra pondría otro alto a la carrera literaria de Salinger, pues se le envió a Europa tras enlistarse. Ahí conoció a otro joven soldado y escritor, Hemingway, y formó parte de los cuerpos de contraespionaje. No obstante, la guerra hizo mella en la estabilidad emocional de Salinger —quien, con toda seguridad, experimentó síndrome de estrés postraumático— pues así lo sugieren las referencias bélicas en varias de sus historias. Salinger siguió trabajando en “El guardián…”, que apareció de manera seriada en 1945, pero no se publicaría como novela íntegra sino hasta 1951. El éxito fue casi instantáneo, incluso algunas críticas del New York times lo consideraron “una primera novela brillante”, y para finales de los 50, ya era un best-seller y una especie de novela estandarte para los inadaptados.

Sin embargo, Salinger jamás pudo acostumbrarse a la fama que le granjeó su obra. Poco a poco se convirtió en un ermitaño. Primero, al mudarse de Nueva York a New Hapshire, donde aún mantenía contacto con sus vecinos y con jóvenes estudiantes. Y después, cuando tal contacto desapareció casi por completo. Asimismo, su obra se volvió más escasa: para finales del decenio de 1950, sólo había publicado una docena de historias. Las cosas empeoraron cuando sus admiradores, o estudiantes visitaban New Hapshire con tal de poder hablar con él. De ahí en más, Salinger sólo resurgía de su retiro para proteger celosamente su vida y su obra literaria: en 1986 para evitar que se editara un libro biográfico basado en su correspondencia con amigos y otros escritores; en 1995, para evitar que se proyectara una adaptación fílmica en el Lincoln Center de su libro “Franny & Zooey”; o en 2009 para evitar que se publicara una secuela no autorizada de “El guardián…”

No obstante, siempre circularon rumores acerca de que Salinger nunca dejó de escribir, por lo que, en teoría, existirían otras dos novelas inéditas. Tras su muerte en 2010, su hijo y su última ex esposa se convirtieron en sus albaceas, y han protegido su obra tan celosamente como él mismo. Por lo que dichas novelas —que supuestamente deberían publicarse entre 2015 y 2020 de acuerdo al testamento del mismísimo Salinger— aún no ven la luz.

 

Sea como sea, la influencia que ha tenido Salinger sobre la cultura es innegable: la película “Finding Forrester”, estelarizada por Sean Connery, narra cómo un muchacho neoyorkino —un escritor en ciernes— conoce accidentalmente a un ermitaño que resulta ser el escritor de una única novela, que además se trata de una obra cumbre de la literatura. Luego, la película “Field of dreams” trata de cómo un hombre, al recorrer su maizal, escucha una voz que le pide construir un campo de béisbol ahí. Cuando el hombre por fin pone atención a la misteriosa voz, ésta le hace una petición que termina en que nuestro protagonista secuestre a Salinger para sacarlo de su exilio. Cabe decir que en la adaptación fílmica —estelarizada por Kevin Costner—, debió eliminarse toda referencia a Salinger para evitar una reunión con sus abogados. Ambas películas hacen obvias referencias al hermetismo del escritor. Por último, la novela ya tiene asegurado un lugar en el imaginario popular: además de otras referencias fílmicas y literarias disponibles, las hay musicales; pues bandas de rock como The Ataris, Green Day, o The Offspring, mencionan a Holden Caulfield, o parafrasean fragmentos del libro. En lo que respecta a los rumores, no nos queda más remedio que esperar otro par de años, pero tendremos la certeza de que aún hay interés de sobra por el trabajo de Salinger.

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