Lo que es bueno para ti, no siempre es lo mejor para mí.
A ver, vamos aclarando una cosa, yo soy Ruth y me apellido MoledeOlla, y no es por dárselos a desear, pero qué bueno me queda. Es mi especialidad.
Procuro no hacerlo muy seguido por dos motivos, el primero es que le tengo pavor a la olla express, así que siempre contemplo que ese día especial, mi mamá me honre con su visita para que ella monitoree el silbido y le ponga la respectiva cucharita a la válvula; el segundo, y el más importante, es para que mis hombres sepan que estamos de manteles largos. No es necesario decirlo, basta con que huelan para que pronto pregunten ¿qué celebramos?
Esa tarde, el secreto bien guardado entre mi esposo, Braulio y yo, sería compartido con mi mamá: Pronto seríamos padres nuevamente.
Nos sentamos a la mesa, serví el mole de olla calientito y empezamos a disfrutar. Justo cuando iba a soltar la noticia, Braulio dijo:
-“Ruth, no te ofendas pero este mole de olla no quedó tan bueno. Claro, para mí”
Mi esposo acomodó su cuchara y se limpió la boca sospechando que su enorme ofensa desataría una guerra en nuestra mesa. Así que dijo:
-“¿De qué hablas Braulio? El mole de olla quedo delicioso”
Braulio aclaró
-“para ti”
Mi mamá quiso calmar los ánimos:
-“Si le echas limoncito sabe aún mejor”
Braulio aclaró
-“para ti”
En ese momento, y a pesar de que mi corazón moledeollero se sentía profundamente lastimado dije:
-“Braulio si quieres puedes hacerte un sándwich, aunque “para mí” el mole de olla es mucho más rico y nutritivo”
-“Ahhh, así sí Ruth, tienes razón, pero eso de que me tenga que gustar el mole de olla solo porque lo hiciste tú pues no tiene mucho sentido… Claro, para mí”
Desde entonces, cuando sospechamos que diremos algún comentario que pueda herir susceptibilidades, utilizamos la frase de Braulio “Claro, para mí”, pues de pronto nos sentimos con el derecho de hablar por todos y de asumir que nuestro punto de vista es universal.
Por cierto, siento que Braulio hizo ese comentario solo para medir nuestro nivel de tolerancia, porque bien que se comió dos platotes de mole de olla.
