Quién es realmente Andrés Manuel López Obrador

Doce años de lucha por la Presidencia de la República vieron transformar a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de un candidato en 2006 de discurso duro contra el sistema, que desdeñó las instituciones, confrontó a los empresarios y apostó únicamente a su popularidad, a un contendiente en 2018 que cambió la narrativa de “primero los pobres” a un “gobierno para todos”. Atrás dejó los insultos para arropar el “amor y paz”, y se asumió como el candidato anticorrupción, que respetará la inversión privada y el libre mercado.

Esa transformación de AMLO lo mantuvo a la cabeza en las preferencias electorales desde octubre de 2017, cuando comenzó en niveles de 30 puntos en las preferencias electorales, y lo catapultó casi al doble al concluir las campañas políticas, en las que no pudieron despuntar los candidatos Ricardo Anaya Cortés (del frente PAN, PRD y MC), así como José Antonio Meade (del PRI, PVEM y NA) y el independiente Jaime Rodríguez Calderón (El Bronco).

Luis Costa Bonino, quien dirigió junto con Luis Mandoki en 2012 la campaña publicitaria de López Obrador, publicó en su portal de internet una historia de cómo encontró al político tabasqueño hace seis años, antes de formar parte de su equipo publicitario: “Un candidato que no mostraba ganas de ser Presidente. Algo que no podía hacer ningún consultor era despertar en un candidato las ganas de ganar una elección y ser Presidente”… Así continúa el retrato de Costa Bonino: …“Conocí a López Obrador en su casa. Por gestión de Luis Mandoki nos encontramos a comer unos tamalitos en su pequeño departamento de Colonia del Valle a las nueve de la noche. Mandoki estaba inquieto, no descartaba que Andrés Manuel nos echara de su casa a los cinco minutos de llegar. Me llamó la atención la austeridad y la modestia del lugar donde vivía. Comenzamos a comer en un ambiente tenso. López Obrador comía en silencio sus tamales, con cara de contrariado, de mal humor, y mucha desconfianza (Revista Proceso).

 

Ahora, iniciemos un recorrido por su biografía de forma sintética. Nace en Tepetitán, municipio de Macuspana, Tabasco, en 1953.

 

Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Nacional Autónoma de México, en 1976 inicia su carrera política cuando apoya la candidatura del poeta tabasqueño Carlos Pellicer para Senador por el estado de Tabasco.

En 1977 es director del Instituto Indigenista de Tabasco donde realiza una importante labor en favor de los indígenas chontales.

 

Regresa al Distrito Federal en 1984 y en ese mismo año asume la Dirección de Promoción Social del Instituto Nacional del Consumidor. De esta época son sus libros Los Primeros Pasos y Del Esplendor a la Sombra.

 

En 1988 se une a la Corriente Democrática que encabezan, entre otros, Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. En agosto de ese mismo año asume la candidatura para gobernador del estado de Tabasco por el Frente Democrático Nacional. Publica entonces el libro Tabasco, Víctima de un Fraude.

Al crearse en 1989 el Partido de la Revolución Democrática (PRD), es nombrado presidente de este instituto político en Tabasco. Durante su periodo se estructura el PRD en ese estado, se forman comités de base en pueblos y colonias y se brinda apoyo y asesoría a campesinos y obreros.

 

Adelantándonos en el tiempo, en la campaña del 2006, a López Obrador se le recuerda por la frase: “¡Cállate, chachalaca!”, que le lanzó al entonces presidente  Vicente Fox, lo que le causó a Obrador una fuerte crítica social por denostar la figura presidencial. Al perder entonces la elección presidencial frente al panista Felipe Calderón (hay versiones que le robaron la presidencia), a López Obrador también se le recuerda por la frase: “¡Al diablo con sus instituciones!”, que soltó contra el entonces Tribunal Federal Electoral, quien validó el triunfo del panista.

En su campaña presidencial del 2012, López Obrador tuvo su primer cambio de postura política, e incluso, ofreció disculpa a quienes no vieron con buenos ojos en 2006 el bloqueo en el Paseo de la Reforma por inconformidad con el triunfo de Calderón Hinojosa.

Y continuando con su biografía tiempo atrás: en su incansable lucha por la democracia, encabeza un éxodo a la Ciudad de México por las irregularidades cometidas por el PRI en las elecciones municipales de 1991. Y en 1994 sus partidarios lanzan nuevamente su candidatura para gobernador de Tabasco.

Tras el fraude del partido oficial, que documenta ampliamente ante la Procuraduría General de la República y en su libro Entre la Historia y la Esperanza, encabeza en 1995 un segundo éxodo por la democracia. El 9 de mayo de ese mismo año participa en la iniciativa de creación de una Alianza Nacional Democrática.

Contiende por la Presidencia Nacional del Partido de la Revolución Democrática el 17 de abril de 1996, cargo que ocupa del 2 de agosto de 1996 al 10 de abril de 1999. Durante su gestión, el PRD obtiene los mayores logros electorales y la mayor presencia nacional que ese partido político ha tenido desde su fundación en 1989.

Del periodo de López Obrador como dirigente partidista destaca que, en las elecciones de 1997, el PRD se coloca como segunda fuerza en la Cámara de Diputados al ocupar 125 curules, gana los comicios realizados en el Distrito Federal para elegir por primera vez y democráticamente al Jefe de Gobierno, y se sitúa como mayoría en la Asamblea Legislativa. En ese mismo periodo el PRD obtiene en 1998 la gubernatura de Zacatecas y Tlaxcala, mientras que en 1999 gana el gobierno de Baja California Sur.

Andrés Manuel López Obrador se distingue también en el país por ser el principal crítico del rescate bancario, mejor conocido como FOBAPROA, hecho que ha considerado como el “fraude más grande de la historia después de La Conquista”. López Obrador no se ha quedado en la denuncia pública en torno de este asunto sino que incluso lo ha documentado ampliamente. Sobre este tema, en septiembre de 1999 publica el libro FOBAPROA, expediente abierto.

El 29 de marzo de 2000 obtiene su registro ante el Instituto Electoral del Distrito Federal como candidato a Jefe de Gobierno del Distrito Federal y el 2 de julio gana las elecciones con 37.5 por ciento de los votos emitidos. Toma posesión como Jefe de Gobierno del Distrito Federal el 5 de diciembre de 2000 y con ello se convierte en el primer gobernante electo para un periodo de seis años en la Ciudad de México.

Su labor adquiere pronto notoriedad, trasciende lo local y trastoca lo nacional e internacional por su forma sui géneris de gobernar: Trabaja diariamente desde las seis de la mañana, como ningún otro gobernante, enarbola la defensa del pueblo ante intereses creados y el abuso de poder, practica una austeridad republicana en lo personal y en el ejercicio de gobierno y habla y actúa con sencillez.

Durante su mandato, el Gobierno del Distrito Federal se convierte en la primera administración pública del país, incluido el gobierno federal, en dar pasos firmes en términos de transparencia, pues aún antes de que se aprobara en la ciudad una ley en la materia publica en internet la nómina y las declaraciones patrimoniales de los altos servidores públicos, empezando por el Jefe de Gobierno.

Somete su cargo a consulta popular. Así, durante su mandato en dos ocasiones realiza consultas públicas para que la población decida si debe o no continuar en el cargo y resulta ratificado con más de 90 por ciento de apoyo en cada caso.

Bajo el principio de que para no equivocarse en la toma de decisiones es mejor consultar al pueblo, Andrés Manuel López Obrador realiza otras consultas públicas a partir de las cuales, y con el respaldo de la gente, aplica políticas como no aumentar las tarifas del transporte público a cargo del Gobierno capitalino (Metro, autobuses y trolebuses) y construir el Segundo Piso de Periférico.

Como Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador define como su prioridad la atención a la población más pobre y vulnerable, además de que cumple los 40 compromisos asumidos durante su campaña política e incluso realiza más acciones de las planeadas originalmente.

Es así que durante su gestión, y bajo la premisa de que un gobierno se distingue por la forma en que orienta su presupuesto, destina alrededor de 65 mil millones de pesos tan sólo para acciones de bienestar a la gente, que es una cifra sin precedente en toda la historia de la Ciudad de México y una cantidad de recursos para desarrollo social que no se registra en ninguna otra parte del país.

Con la convicción de que “Por el bien de todos, primero los pobres”, promueve nuevos derechos sociales en el Distrito Federal, algunos de los cuales logra elevar a rango de ley con la aprobación de la Asamblea Legislativa, como el caso de la Pensión Universal Alimenticia para Adultos Mayores, la entrega de útiles gratuitos a los alumnos de instrucción básica inscritos en escuelas públicas de la capital y el Programa de Apoyo a Personas con Discapacidad.

Asimismo, instaura en el Distrito Federal programas para otorgar apoyos mensuales a 385 mil adultos mayores y 75 mil personas con discapacidad, atención médica y medicamentos gratuitos a 750 mil familias pobres sin seguridad social, así como más de un millón 300 mil útiles escolares cada año.

Durante su Gobierno 16 mil 666 hijas e hijos de madres solteras se benefician con apoyos mensuales, se brinda atención a casi 15 mil jóvenes en riesgo de caer en conductas antisociales y a través del Programa de Atención Médica y Medicamentos Gratuitos se garantiza el acceso a la salud de 725 familias que no cuentan con seguridad social.

De su administración en la Ciudad de México destaca también la realización de 126 mil acciones de vivienda, que constituye un programa cuya magnitud no se registraba desde la época en que se tomaron medidas para resarcir los daños causados por los sismos de 1985.

Firme su convicción de hacer valer los derechos sociales consagrados en la Constitución, López Obrador impulsa la construcción de 16 escuelas preparatorias públicas en las zonas más pobres del Distrito Federal, con una inversión de 776 millones de pesos, las cuales cuentan con profesores de alto nivel que imparten educación gratuita y de calidad a más de 11 mil alumnos, en contraposición a la tendencia privatizadora educativa que existe en México.

También funda la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, que con la construcción de su sede principal en la zona de Iztapalapa, una de las más pobres de la Ciudad de México, tiene capacidad para atender a 10 mil estudiantes. Este hecho cobra gran relevancia porque hacía 30 años que no se creaba una universidad pública en el Distrito Federal.

Como titular de la administración capitalina, da un fuerte impulso al sistema de salud, pues no sólo mejora y amplía la infraestructura ya existente, sino que construye nuevas instalaciones modernas y con los últimos avances tecnológicos en la materia, como un Hospital de Especialidades en Iztapalapa, lo cual destaca también porque desde 1986 no se abría un hospital público en la capital.

De igual modo, durante su gestión la Ciudad de México se sitúa como primer lugar nacional en construcción de obra pública, capta la mayor parte de la inversión extranjera en el país y se convierte en la capital de los acontecimientos artísticos, culturales, deportivos y religiosos.

Por lo que hace a la inversión extranjera, según datos de la Secretaría de Economía del gobierno federal, de enero de 2001 a diciembre de 2004 el Distrito Federal atrae 30 mil 795 millones de dólares que representan 57.8 por ciento del total nacional, por lo que se trata del cuatrienio con mayor inversión extranjera en la historia de la ciudad.

Se cuenta aquí también la edificación de los distribuidores viales “San Antonio” e “Ingeniero Heberto Castillo” (Zaragoza), así como los puentes Fray Servando, Avenida del Taller, Lorenzo Boturini y Muyuguarda, así como la Avenida de los Poetas (que incluye los puentes “Carlos Pellicer”, “Octavio Paz” y “Jaime Sabines”) y la habilitación del Eje 5 Poniente como una vía rápida paralela al Periférico.

Todas estas obras viales —que no se hacían desde 25 años anteriores a la gestión de Andrés Manuel López Obrador— significan una ampliación en la ciudad de alrededor de 40 kilómetros de la superficie de rodamiento, a lo cual se añaden 75 kilómetros de ciclopista.

Es, además, el Ejecutivo capitalino que sin aumentar impuestos ni derechos en términos reales logra que los ingresos propios de las arcas del Distrito Federal se incrementen a un ritmo promedio de 1.3 por ciento anual, que significa un recaudación de 10 mil millones de pesos más. Para liberar recursos en favor de la inversión productiva y el desarrollo social, y porque “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, desde el inicio de su labor en el Gobierno capitalino aplica un Programa de Austeridad que significa eliminar privilegios y evitar el derroche de recursos.

También impulsa con fuerza el combate a la corrupción. Un caso emblemático fue su negativa a pagar mil 810 millones de pesos a un particular que reclamaba una indemnización por un predio denominado Paraje San Juan, toda vez que este caso, que ya era “cosa juzgada”, presentaba notorias evidencias de corrupción, tráfico de influencias y conflicto de intereses entre legisladores y jueces.

Pese a las descalificaciones que se le hicieron, López Obrador se mantiene firme en su defensa de los intereses de la población pese a la amenaza de ser destituido por presunto desacato. Finalmente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación toma el caso y se resuelve en favor de la gente. López Obrador evita así que por un caso de corrupción tengan que pagarse indebidamente mil 810 millones de pesos del erario público.

A pesar de la crisis económica nacional y mediante un trabajo diario y coordinado, Andrés Manuel López Obrador consigue que la incidencia delictiva no se desborde en la Ciudad de México y logra reducir 20 por ciento el promedio diario de delitos en relación con la administración pasada y 29 por ciento con respecto a la antepasada.

De hecho, de 2001 a septiembre de 2004 mientras a nivel nacional los índices delictivos aumentan 2.76 puntos porcentuales, en el Distrito Federal disminuyen 21.6 por ciento, según lo muestra el Anexo del Cuarto Informe presentado por el Presidente de la República al Congreso de la Unión.

Acerca de las críticas que lo señalan como populista, siempre responde que se trata de un viejo truco donde se le llama fomento a los privilegios que se procuran para los poderosos y adinerados, mientras se tilda de populismo a los beneficios que se entregan a los más desprotegidos. Es por esto que, pese a las críticas infundadas, refrenda su ideal con su frase famosa: “Por el bien de todos, primero los pobres”.

En este recorrido por el tiempo recordamos sus tres veces como candidato presidencial que impregnó en esta ocasión a su campaña una fuerte connotación de respeto y admiración a todas las religiones, particularmente la cristiana. En sus mítines, espetó frases como “al César lo que es del César”, para referirse a dar igualdad a las clases más necesitadas. También habló de crear una “constitución moral” y construir un “reino de la justicia aquí en la tierra”.

Pero sufrió un infarto en 2013, Andrés Manuel López Obrador cambió su carácter, dejó de fumar, camina una hora diaria y lee una hora por las noches. Tuvo un rejuvenecimiento, opinaron expertos y allegados al político tabasqueño. El abogado Julio Scherer Ibarra fue el responsable de haber cambiado la imagen autoritaria que se percibía del político, y mostrar ahora a un López Obrador sereno y hasta bromista.

Yeidckol Polevnsky, dirigente nacional de Morena, y una de las personas más cercanas al candidato presidencial, aseguró durante la campaña, que luego del infarto que sufrió en el 2013, percibe a López Obrador más sereno y maduro. “Yo lo encuentro bien, de muy buen humor”, dijo. “Creo que después del problema de salud, hizo varios cambios que lo rejuvenecieron: dejó de fumar, empezó a caminar una hora diaria, está cuidando más la comida, y creo que eso se ha reflejado claramente en su salud. Y no solo en eso, sino que agarró un segundo aire de rejuvenecimiento impresionante. No para, empieza muy temprano en las mañana, y termina tarde, y nos pone un reto muy importante para aguantarle el paso”, aseveró (Revista Proceso).

Y en esta revisión en el tiempo, tenemos que Andrés Manuel López Obrador es considerado el segundo mejor alcalde del mundo en el año 2004, según los resultados de la Encuesta CityMayors (publicada en http://www.citymayors.com), en la cual hubo 400 nominados, incluidos los gobernantes de Roma, Estocolmo, Copenhague, Turín, Atenas, Hiroshima, Baltimore y París.

Todas estas cifras que lo convierten en el político y gobernante más popular del país y entre los más destacados del mundo, provocan que se desencadene una serie de ataques contra el Gobierno del Distrito Federal, que se extiende durante varios meses, se agudiza en 2004 y desemboca con el desafuero, el 7 de abril de 2005, de López Obrador, acusado de haber incumplido un ordenamiento judicial y por querer construir un camino que comunicara a un hospital. Con ese motivo, el entonces Jefe de Gobierno se separa del cargo y se pone a disposición del juez para demostrar que no cometió ningún delito. Sin embargo, ante la sospechosa tardanza en la consignación de su expediente, regresa a la jefatura de Gobierno el 25 de abril.

Tres días después, el 28 de abril, en mensaje a la Nación el Presidente de la República anuncia una salida política al caso de López Obrador, dimite el Procurador General de la República y días después se define que la PGR no ejercerá acción penal contra el mandatario capitalino. En todo este tiempo, Andrés Manuel López Obrador continúa su trabajo por la Ciudad de México, consolida los programas sociales y concluye obras públicas en proceso.

El 29 de julio de 2005 pide licencia al cargo de Jefe de Gobierno del Distrito Federal para iniciar una nueva etapa de lucha por la transformación de México y por un cambio verdadero en el país.

El 11 de agosto de 2005 inicia su precampaña hacia la Presidencia de la República con intensos recorridos por todo el país para presentar sus 50 compromisos básicos ante el pueblo de México. Durante el periodo de precampaña, que se extiende hasta el 10 de diciembre de 2005, visita los 31 estados de la República y las 16 delegaciones capitalinas, así como las 300 cabeceras electorales federales,  además de celebrar 325 mítines y reunirse con más de un millón de personas de todas las regiones mexicanas.

Tras el fraude electoral del 2 de julio, López Obrador impugna la elección ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) al tiempo que inicia un movimiento nacional de resistencia civil y pacífica para respaldar la demanda de que se abran los paquetes electorales y se cuenten nuevamente todos los votos, a fin de esclarecer el resultado de la elección.

Con la exigencia de “Voto por voto. Casilla por casilla”, la resistencia civil y pacífica congrega a ciudadanos de todas partes del país, quienes permanecen en el corazón de la Ciudad de México por espacio de 48 días, durante los cuales se llevan a cabo multitudinarias asambleas informativas encabezadas por López Obrador.

En este lapso, el TEPJF convalida el fraude electoral al admitir en su resolución, entre otros puntos, que hubo guerra sucia y campaña negra contra López Obrador, que el Consejo Coordinador Empresarial violó la ley electoral y que el Presidente Vicente Fox estuvo a punto de desencarrilar el proceso democrático, pero deja sin castigo tales ilícitos y califica como válida la elección.

La resistencia civil y pacífica concluye el 16 de septiembre de 2006 con la celebración de la Convención Nacional Democrática, donde más de un millón de mexicanos de todas las regiones del país resuelven desconocer el resultado electoral, rechazan la República simulada y proclaman a López Obrador como Presidente Legítimo de México.

El 20 de noviembre de 2006 Andrés Manuel López Obrador rinde protesta como Presidente Legítimo en el Zócalo de la Ciudad de México y comienza su trabajo con base en dos objetivos fundamentales: defender al pueblo y proteger el patrimonio nacional.

El 23 de agosto de 2007, se publicó una carta a la opinión pública, López Obrador alertó sobre las graves implicaciones que tendría el debilitamiento económico en Estados Unidos para la economía mexicana y recomendó medidas pertinentes para suavizar su impacto negativo sobre la economía de nuestro país.

El 09 de enero de 2008, se constituyó el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, donde López Obrador advirtió al presidente pelele, Felipe Calderón, y “a sus patrones” que habrá una movilización nacional, si intentan privatizar Pemex.

El presidente legítimo de México anunció, el 18 de marzo del mismo año, un plan de resistencia civil pacífica en caso de que las cúpulas del PRI y del PAN, decidan cometer esta traición a la patria.

Al conmemorarse el 198 Aniversario de la Independencia, presentó al pueblo de México un plan de 10 puntos para salvar al país de la profunda crisis política, económica y social en que se encuentra.

Para el martes 28 de octubre de 2008, López Obrador sostuvo una reunión con integrantes de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y coordinadores de las fracciones parlamentarias del PRD, PT y Convergencia, en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

El 15 de septiembre de 2009, el presidente legítimo de los mexicanos encabezó el “Grito de los libres” en Hemiciclo a Juárez, donde convocó a realizar una campaña de concientización entre la población

En la asamblea nacional por la defensa de la economía popular, frente a la sede de la Cámara de Diputados, del 12 de octubre de 2009, pidió a los legisladores del Frente Amplio Progresista la constitución de una comisión investigadora para ir al fondo sobre el cierre de la compañía Luz y Fuerza del Centro.

Durante la asamblea nacional de conmemoración de los tres años de la constitución del Gobierno Legítimo de México, en el Zócalo capitalino, que se celebró el 22 de noviembre de 2009, López Obrador anunció la redacción de un nuevo Proyecto Alternativo de Nación.

El 25 de julio del mismo año, desde el Zócalo de la Ciudad de México, el presidente legítimo de México declaró que el movimiento que encabeza sí participará en las elecciones del 2012 y además presentó el Proyecto Nuevo de Nación.

El 15 de septiembre de 2010, Andrés Manuel López Obrador, encabezó la ceremonia del Grito de Independencia en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, sitio que conjunta las culturas prehispánica, colonial y moderna.

El 10 de octubre de 2010, advirtió que pedirá licencia como militante del PRD para poder apoyar al aspirante de las fuerzas progresistas y el 20 de febrero de 2011 mandó su solicitud de licencia como militante del Partido de la Revolución Democrática. Andrés Manuel López Obrador presentó, el 20 de marzo de 2011, el nuevo Proyecto de Nación, en el Auditorio Nacional para lograr el renacimiento de México.

El 2 de octubre 2011, Andrés Manuel López Obrador encabezó la constitución formal del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA). Para el 07 de diciembre se integra el comité de precampaña y campaña del precandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.

Adelantándonos a estos tiempos de 2018, la diputada federal con licencia, Rocío Nahle, también lo describió: “Tiene 40 años en esto, y es un hombre que ha caminado mucho, ha madurado mucho. Las tres elecciones son diferentes. Sin embargo, le da vuelta a la página (2006), sigue trabajando, con la misma política social, con la visión que tiene. Lo veo bastante bien, maduro, sólido, sereno, amor y paz, lo veo muy bien”, aseveró.

Yeidckol Polevnsky aseguró que, aunque los candidatos presidenciales José Antonio Meade y Ricardo Anaya no lo creyeron, López Obrador no tiene cuenta bancaria y sobrevivió los últimos tres años con su sueldo como dirigente de Morena, y de las regalías de sus libros. No tiene tarjetas de crédito ni cuenta de cheques. ¿Por qué no le creen? Si la mayoría de las personas en México no tienen nada de eso, entonces les cuesta trabajo creerlo”, comentó. “Escribe libros. Antes le daban 10% de regalías, y ahora le dan el 12 por ciento. Le dieron 1 millón de pesos, donó 50% al fondo de reconstrucción (por los sismos de septiembre), refirió ella (Revista Proceso).

 

Se alejó de muchos mexicanos y volvió a perder por un margen más amplio en 2012. Después de su segunda derrota, López Obrador afirmó que el fraude le impidió ganar la presidencia y presentó una demanda legal para invalidar la votación. Sin embargo, el tribunal electoral dictaminó que la demanda para invalidar la elección era “infundada” y que la coalición de López Obrador no probó ninguna violación constitucional o que el proceso no había sido libre y justo. Pero después de años de violencia de pandillas y escándalos de corrupción que involucran a partidos tradicionales, parece que López Obrador ha tenido éxito en su objetivo presidencial.

A diferencia de la campaña del 2012 y 2006, en el actual proceso electoral, Andrés Manuel López Obrador dio un peso muy importante a su familia. Su esposa, Beatriz Gutiérrez, viaja frecuentemente con él para asistir a los mítines y llevan —ocasionalmente— a su hijo Jesús Ernesto, de 9 años.

Los otros tres de los hijos del político (José Ramón, Andrés y Gonzalo) jugaron un papel destacado en la definición de alianzas con PT y PES en los estados, así como en la nominación de candidatos. José Ramón, el mayor, fue responsable de las candidaturas en el estado de México; Andrés en la Ciudad de México; y Gonzalo en el centro y norte del país. Diversas fotografías en Facebook mostraron a los hijos del abanderado presidencial en reuniones de comités distritales de Morena.

Yeidckol Polevnsky contó que al candidato presidencial de la coalición Juntos haremos Historia, “le gusta mucho leer, le gusta mucho escribir, entonces, él siempre en las noches se da un espacio para escribir y leer”. ¿Sobre qué escribe? —se le preguntó. “Andrés, junto con Beatriz su esposa, han hecho dos investigaciones sobre (Francisco I. Madero), para ver quién era su círculo cercano, cuál era la conducta, cómo funcionaba, porque Madero era empresario, de familia de muchísimo dinero, había estudiado en Francia, en Estados Unidos, tenía inversiones en la Bolsa, y entonces Andrés ha investigado mucho. También enamorado de (Benito) Juárez, juarista 100%, es alguien que cree mucho en el tema de las libertades, y lo importante de encontrar lo que nos une y dejar de lado las diferencias”, contó (Revista Proceso).

 

El 1 de julio 2018 por la noche en el hotel Hilton: López Obrador reclamó la victoria en un discurso, diciendo a los partidarios reunidos en la Ciudad de México que la misión principal de su gobierno será erradicar la corrupción del país.

“La corrupción no es un fenómeno cultural sino el resultado de un régimen político en decadencia. Estamos absolutamente seguros de que este mal es la causa principal de la desigualdad social y de la desigualdad económica”, dijo López Obrador, que buscó la presidencia en dos ocasiones. “Debido a la corrupción, la violencia ha estallado en nuestro país”. “No apostamos a construir una dictadura” (eleconomista).

Los resultados preliminares publicados el domingo por la noche predicen que López Obrador ganará 53,0% a 53,8% de los votos, y el conteo de los resultados de las elecciones oficiales comenzará el miércoles.

López Obrador dijo a sus partidarios que convocaría a representantes de las Naciones Unidas, organizaciones de derechos humanos y religiosas para crear un plan de paz para su país.

“A partir de mañana, recurriré a representantes de los derechos humanos, líderes religiosos, las Naciones Unidas y otras organizaciones nacionales e internacionales para que podamos reunirnos tantas veces como sea necesario para desarrollar un plan de reconciliación y paz para México que aplicaremos desde el comienzo de nuestro nuevo gobierno “, dijo. “No mentir, no robar y no traicionar al pueblo”, tres principios que AMLO anunció en el Zócalo (El economista).

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