Nació en Leningrado el 7 de octubre del año 1952, en el seno de una familia humilde, aunque, esto no sería para nada un obstáculo en su progreso, dado que completó sus estudios básicos y en el año 1975 se graduó con honores en la carrera de Derecho que cursó en la Universidad estatal de Leningrado.
Al finalizar la carrera, Putin, es reclutado por el Comité de Seguridad del Estado, popularmente conocido como KGB y que estuvo en funcionamiento hasta el año 1991. Tras capacitarse y participar en diversas misiones aleccionadoras, en el año 1985, es asignado en Dresde, Alemania, en donde permaneció hasta la caída del Muro de Berlín.
A su regreso a Moscú se contacta con el dirigente político Anatoli Sobchak, quien lo introduciría en la política para no irse jamás. Putin, de inmediato, empezó a trabajar en la política municipal de San Petersburgo y ya entre los años 1991 y 1996 se desempeñó a la par como Presidente del Comité para las Relaciones Internacionales del Ayuntamiento y Vicealcalde de San Petersburgo.
Una vez que Boris Yeltsin se alzó con el poder ruso, Putin, se convirtió en uno de sus hombres de máxima y absoluta confianza y se desempeñó en diversos cargos clave, tales como: Vicedirector del Servicio Administrativo, Técnico del Presidente de la Federación Rusa, jefe de la Dirección General de Inspecciones del Presidente, Vicejefe del Gabinete de Presidencia y Primer Vicejefe de la Presidencia. En el año 1998 es nombrado por Yeltsin en el Servicio Federal de Seguridad, la rama más trascendente en la que se diversificó el KGB.
Y en 1999 es nombrado Primer Ministro, en reemplazo de Serguéi Stephasin. Antes que termine el siglo logra su primer gran triunfo en las legislativas de diciembre del año 1999, imponiéndose a una coalición y al mismísimo Partido Comunista. Y a los pocos días, la renuncia de Yeltsin a la presidencia lo convierte en jefe de estado y jefe de las fuerzas armadas. En marzo del 2000 fue elegido a través del voto y en el 2004 logró su reelección, situación que habla del completo complacimiento que existe entre la sociedad rusa y Putin, que recientemente también volvió a elegirlo.
Los comienzos de Vladimir Putin fueron terribles, frente a la situación de desastre económico total del país, empobrecido y sin opciones de mejora para los ciudadanos, la sanidad, educación y los servicios básicos eran un lujo, la terrible crisis aumentó el número de suicidios, alcoholismo, inseguridad y escasez. De hecho, incluso, descendió la esperanza de vida en los hombres y las mujeres. Frente a esto Putin se encontraba con un rublo depreciado, excepcionalmente débil, un submundo criminal con una economía sumergida que no aportaba nada al estado y con una industria privatizada en manos de corporaciones transnacionales u oligarcas rusos salidos del ejército o de los servicios de inteligencia (net/vladimir).
Vladimir Putin se ha mostrado como un político capaz, hábil y paciente a la hora de construir una nueva Rusia que permita el establecimiento definitivo de Rusia como estado desarrollado social y económicamente dentro de un sistema en el cual Moscú sea una potencia internacional que permita un equilibrio de poder con Washington o con el sucesor de los Estados Unidos como superpotencia.
El editor del Servicio Ruso de la BBC, Famil Ismailov, recuerda que Putin tomó control de los medios de comunicación pocos meses después de asumir el poder, lo que tomó por sorpresa a los oligarcas y a la vieja guardia del Kremlin. De este modo el gobierno se aseguró un manejo efectivo de la información: por ejemplo, para deshacerse de críticos como el magnate de los medios Vladimir Gusinsky; filtrar lo que se decía sobre la guerra en Chechenia; “inflar” los índices de popularidad; proyectar una imagen grandilocuente de la nueva Rusia y su líder, y señalar a los “enemigos del Estado” (mundo/noticias).
Cabe destacar, que la política de Putin, calificada por muchos de autoritaria, ha sido duramente criticada por la prensa extranjera, quien lo ha denunciado en reiteradas ocasiones por violación de la libertad y de los derechos humanos. Críticas por su política autoritaria y acercamiento con el presidente electo de Estados Unidos Donald Trump que puede cambiar el escenario global
Tampoco se han quedado ajenos y callados muchos líderes políticos mundiales y colegas, que también han manifestado críticas respecto del autoritarismo con el cual ejerce su función este presidente de una de las naciones más poderosas y relevantes del mundo, porque claro, es imposible soslayar la relevancia que siempre se le ha atribuido a Rusia en el plano militar y político, siendo sin dudas uno de los modelos más imitados a instancias de los planes nucleares, y por supuesto del régimen comunista.
Las operaciones de Rusia en Ucrania y Siria, que han sido descritas por los analistas internacionales como ejemplos acabados de “guerra no lineal”, han desorientado a la comunidad internacional y le han permitido a Moscú “salirse con la suya” en acciones consideradas como agresiones, según le comenta a BBC Mundo Roy Allison, profesor de Estudios Rusos y de Europa Oriental de la Universidad de Oxford, en Reino Unido.
Uno de sus críticos ha sido otro líder mundial relevante como es Barack Obama, presidente saliente de los Estados Unidos. Por caso, es que Putin se ha mostrado absolutamente conforme y feliz con el triunfo del magnate republicano Donald Trump en las presidenciales estadounidenses de 2016.
Pero el aprecio mutuo es insoslayable, Putin, ha llegado a decir de Trump que es un estadista con enorme éxito en los negocios. Todos estos halagos mientras el mundo entero se deshace en críticas contra el empresario norteamericano. Putin apuesta directamente a que la sociedad que pretende construir con Trump saque a Rusia y a los Estados Unidos de la relación tensa que vienen manteniendo prácticamente desde que el demócrata Barack Obama ocupa el salón oval.
Frases célebres de Putin:
- Rusia nunca perdió la Guerra Fría… porque nunca terminó.
- Tal vez no tienen nada más que hacer en América además de hablar de mí.
- Los europeos se están extinguiendo. No tienen hijos ¿Quieren sobrevivir con migrantes? La sociedad no se puede adaptar a tantos migrantes.
- No hay nadie con quien hablar desde que murió Mahatma Gandhi.
- Nadie debe ilusionarse con la posibilidad de obtener superioridad militar sobre Rusia. Nunca dejaremos que eso pase.
- No soy mujer, así que no tengo días malos.
- La tarea del gobierno no es solamente servir miel en una taza, sino que a veces también es dar la medicina amarga.
- Soy el hombre más rico, no solo de Europa, sino de todo el mundo. Colecciono emociones.
- Hitler quiso destruir a Rusia. Todo el mundo sabe en qué terminó eso.
- Tengo el presentimiento de que obtendré todo lo que quiero.
- Bueno, preferiría no ir a la ducha con un homosexual. ¿Para qué provocarlo? Tú sabes, soy maestro de judo.
