“Safari” de Ulrich Seidl expone la crudeza de la caza mayor

“Safari”, largometraje de aire documental para el que empleó actores profesionales y aficionados.

El cineasta alemán Ulrich Seidl denuncia la crudeza de la caza

Sevilla, 9 nov (EFE).- El director alemán Ulrich Seidl, que concursa en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, con “Safari”, película que muestra la crudeza de la caza mayor, no cree que los animales tengan derechos, sino que éstos “son una responsabilidad del ser humano; un aspecto social y cultural”.

El director, que eludió pronunciarse sobre la “fiesta nacional española” y sobre si la crudeza de esta daría para hacer una película similar a “Safari”, aseguró, en una rueda de prensa, que “desde el primer momento rechazó hacer un filme en el que quedara patente que está en contra de la caza, sino plantear la pregunta de por qué el ser humano mata animales.

Una pregunta para la que después de hacer esta película confesó que carece de respuesta: “Es una tendencia del ser humano; tal vez sea porque el hombre siempre ha querido dominar al animal… Es un instinto el de matar animales, un instinto que unas personas tienen y otras no”.

Ulrich Seidl Safari Feel

“No hago las películas con un mensaje predeterminado, no pretendo hablar de buenos y malos sino de personas que tienen sentimientos; aspiro a crear una unión con el espectador, que el espectador se sienta dentro de la película”, lo que quizás haya conseguido cuando algunas personas que asistían a la proyección del filme retiraron la mirada de la pantalla ante la crudeza de algunos planos que muestran a grandes animales de la sabana recién muertos.

Probablemente también esas escenas llevaron a algún periodista a preguntarle al director alemán si admite ser un cínico, a lo que, sin enfadarse aparentemente, contestó que ni él ni sus películas lo son y que esa observación le parece “una tontería”.

“He querido mostrar la realidad tal cual es, si no, no veo el interés en hacer películas; he querido mostrar cómo es matar a un animal, y no haber mostrado esas imágenes me hubiera parecido censurarlas, y no se trata de censurar sino de todo lo contrario”, explicó sobre “Safari”, largometraje de aire documental para el que empleó actores profesionales y aficionados.

safari-seidl FEEL

Una de las dificultades del rodaje fue encontrar a personas que fueran a cazar a Namibia y a otros lugares de África que se dejaran filmar porque “ellos son conscientes de que su imagen no es buena”, y añadió que cuando estrenó el filme invitó a sus protagonistas, entre los que había partidarios y detractores de la caza, y que todos estuvieron “contentos” con el resultado.

En este trabajo ha dado libertad para improvisar tanto a los actores como a los aficionados: “No ha habido guión, han trabajado sin límites”.

Seild aseguró que la única vez en su vida que ha disparado un arma de fuego, objetos que no son de su agrado, fue durante el servicio militar, y añadió que en su película sólo muestra “una parte” del mundo de la caza, de la que ha dicho que también es un negocio, que cada vez es más barata y asequible a nuevas capas de la sociedad.

“No juzgo, pero esa es mi visión del mundo, que naturalmente no es objetiva sino emocional, audiovisual; mis películas van camino hacia una realidad, no a mostrar una convicción que yo ya tengo”. EFE

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