alt-J: Reinvención como estado natural

alt-J es una banda inglesa de indie rock que viene sonando fuerte desde hace ya algunos años y que por cierto, estará presente en la siguiente edición del Corona Capital.

Oficialmente está conformada por Joe Newman en voz y guitarra, Gus Unger-Hamilton en voz y teclados y Thom Green en la batería. A pesar de esta alineación ganadora y muy sólida, constantemente incluyen a otros artistas en la elaboración de sus piezas, desde la grabación, colaboración y ejecución en vivo, hasta la interpretación de la misma al momento de dar vida a sus videos. Esto nos muestra en la práctica la democratización de su arte, dejándonos bien claro que siempre se trata de darle la bienvenida a todo lo que sume.

Lo que nos tiene aquí es el tema Adeline de su tercer álbum llamado Relaxer lanzado el pasado 2 de junio. Un disco que por momentos sabotea los límites de su nombre y que consolida de forma muy acertada la evolución de la banda llevándose hasta sus propios extremos al reinventarse en todo momento.

 

        

 

La rola vive en un mood melancólico. Principalmente con unas guitarras acústicas, pianos, cuerdas y voces que a medida que van madurando, nos sumergen más y más en su profundidad. La fórmula para llevarnos ahí pareciera no ser compleja, sin embargo, la precisión está en la selección de arreglos, atmósferas y sobre todo letra, que hacen que inevitablemente caigas en su trampa.

Este tema sucede en Australia, donde un demonio de tasmania se enamora perdidamente de una mujer (Adeline) mientras que la ve nadar. De entrada, tanto el conflicto como los personajes son fascinantes.

 

 

Si intentamos llegar al fondo de esta pieza, tendríamos que empezar por entender este argumento: alt-J hace un tema de desamor partiendo desde un punto en el que el propio concepto trasciende todo, incluso especies.

Claramente, la canción se vive y sufre desde el punto de vista del demonio de tasmania, por más raro que esto pueda parecer, y a pesar de que retrata la clara imposibilidad de este amor, es resuelta de una forma sencilla y contundente (aún cuando en la praxis no siempre lo sea).

La clave está en uno de sus coros y highlight, donde nuestro demonio de tasmania se rinde a su conflicto con un poderoso “I wish her well”, abrazando su resignación y entendiendo su amor en la forma más pura: libre de apegos y llena de melancolía. Justo donde duele.

 

 

Ojalá logres conectarte con esta pieza. Y de paso te sigas con todo el álbum que en cada una de sus escalas se dedica a sorprender.

 

 

Para saber más de ellos, síguelos en sus redes sociales.

www.altjband.com

Facebook: @altJ.band / Instagram: @unrealaltj / Twitter: @alt_J

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