El grunge no ha muerto, esta más vivo que nunca, paradójicamente, clara muestra de esta aseveración es el recién fallecimiento (fuentes oficiales confirman suicidio) de uno de sus más grandes iconos: Chris Cornell.
La madrugada de este Jueves, diversos medios daban como un hecho el fallecimiento de quien en vida fuera líder y miembro de bandas emblemáticas como Soundgarden, Temple of Dog (súper banda formada además por otro icono del grunge: Eddie Vedder) y Audioslave. No fue sino con las 2 primeras agrupaciones que Cornell se convirtió en uno de los “iniciadores” de este movimiento que comenzó a gestarse a finales de los 80’s y principios de los 90’s con bandas como The Melvins, Green Rivers y con influencia de bandas un poco más alternativas como Pixies, Sonic Youth y Dinosaur Jr, movimiento que hasta nuestros días se ha ganado el culto y devoción de quienes crecimos con este sonido ruidoso y distorsionado, rabioso, pero cargado de una honestidad emocional y melancólica a la vez que se convirtió en la voz y bandera de la llamada generación x. Si bien Chris Cornell junto a Soungarden (sería la primer banda en firmar con una disquera grande: Sub Pop) fueron de los pioneros, el surgimiento de Nirvana y Pearl Jam (quienes llevaron el grunge a terrenos masivos) opaco un poco ese título más no así el reconocimiento como uno de los líderes más emblemáticos de este sonido.
Con la muerte de Kurt Cobain en 1994 el grunge alcanzó un status de culto para los jóvenes de aquella época (incluso hasta nuestros días), posteriormente la muerte del líder de Alice in Chains, Layne Staley, convertía en mártires a quienes se habían convertido con sus sonidos en voces de una generación completa. Recientemente, otra pérdida sacudiría de nueva cuenta al grunge, Scott Weyland, carismático líder de otra banda icónica como lo fueron Stone Temple Pilots dejaba este mundo y se volvía a sacudir el movimiento sonoro surgido en Seattle.
Finalmente, el día de ayer, se confirmaba la muerte por suicidio de Chris Cornell, como si hubiese algún tipo de “maldición” para aquellos héroes sonoros noventeros. Desde la muerte de Cobain (sin restarle importancia a Staley y Weyland) la pérdida de otro de los pilares del grunge, no se había percibido tan dolorosa y mediática como la de hoy, si bien el líder de Nirvana se fue en el apogeo del movimiento y de la agrupación, Chris Cornell alcanzó a inspirar 2 generaciones distintas con Soundgarden y Audioslave, y más trágico resulta que lo hizo después de un último concierto, es por estas cosas que el mito, la leyenda comenzará a gestarse, más no así el legado, ese ya estaba.
Todas esas perdidas por supuesto que duelen y no duelen por que nos sentáramos todos los días a tomar café con Cobain, Staley, Weyland o Cornell (ojalá) sino por el vínculo que crearon con nosotros a través de la honestidad y actitud de sus sonidos, de sus letras y mensajes que perduraran por mucho tiempo, tal vez hasta el fin de nuestros días, descanse en paz señoron Chris Cornell.
