LA PROPUESTA DE REFORMA ELECTORAL PRIISTA: UNA VUELTA EN U
Pura demagogia
En el artículo cuarto transitorio de su propuesta de reforma señalan:
“Transitorio Cuarto. Los recursos excedentes que resulten del presente decreto, por virtud de la supresión del financiamiento público a los partidos políticos, deberán destinarse exclusivamente para la reconstrucción y reparación de los daños causados por los sismos ocurridos en las diversas Entidades Federativas en el presente año, así como otros desastres naturales, cumpliendo los criterios de necesidad, transparencia e imparcialidad establecidos por la autoridad competente y en aquellas zonas que hayan sido declaradas afectadas por la Secretaría de Gobernación, mediante publicación en el Diario Oficial de la Federación”.
Si lograran sacar adelante su reforma no habrá recursos excedentes, porque no constituye una renuncia o negación a recibir el financiamiento público por parte de los partidos, sino que se está eliminando de la Constitución dicha prerrogativa, entonces es imposible que existan los recursos excedentes. En efecto, habrá algo de ahorro para la Federación, pero un transitorio no puede ordenar cómo conformar el Presupuesto de Egresos de la Federación, y por supuesto que no existirá una partida presupuestal que diga: Este dinero iba a ser para los partidos, pero como cambiaron la ley ahora lo usaremos para los damnificados por los sismos de septiembre de 2017. Los priistas quieren parecer buenas personas, pero no lo son.
Ojalá que esta propuesta se quede en la congeladora legislativa, sería un mal precedente avalar una reforma que sería violatoria de un artículo constitucional (el 105), que además eliminaría de facto a las minorías, a la pluralidad que ha sido tan importante en el tránsito democratizador de nuestro país, y pondría en primer lugar los intereses de los que “donarán” a las campañas partidistas, y no los de los ciudadanos en general.
Si observamos un poco de la historia política de los últimos 50 años de nuestro país, fácilmente podemos concluir que en materia electoral el camino es hacia adelante, no es conveniente una vuelta en U.
