Venecia, abierta a la fiesta
Venecia (Italia), 6 sep (EFE).- El director colombiano Juan Sebastián Mesa ha llevado hasta Venecia la historia de “Los Nadie”, un grupo de jóvenes que hayan en la amistad, el punk y la rebeldía “una cueva” en la que protegerse de un entorno adverso y violento.
En declaraciones a Efe, el autor definió a sus protagonistas como “un grupo de jóvenes que han rebatido y le han dado un vuelco a conceptos tan básicos como el éxito o la felicidad y aprenden a encontrarla en cosas muy pequeñas, mínimas”.
La cinta fue proyectada hoy en la sección Semana de la Crítica del Festival de Cine de Venecia, adonde el realizador de 27 años se ha trasladado con parte del reparto, como Alejandro Pérez Ceferino y Esteban Alcaraz.
La historia recorre las diferentes vidas de cinco jóvenes que rechazan los patrones de conducta establecidos por los adultos y buscan la felicidad en la calle, ganándose la vida como malabaristas o tatuadores en un entorno marginal.
Son la Rata, el Mechas, la Mona, el Pipa y Manu, que recorren una Medellín en blanco y negro y con tiroteos de fondo tratando de defender sus sueños y sus ambiciones, por limitadas que estas sean, buscando insistentemente un punto de fuga a los problemas enquistados de la ciudad.
Juntos concluyen que la solución no puede ser otra que emprender un viaje hacia el sur del continente con el fin de conocer otros países y, por ende, otras realidades.
“La película trata de plantear cómo la amistad logra trascender muchas barreras y logra hacer una especie de cueva ante conceptos violentos, adversos”, relató a esta agencia Mesa, quien confiesa que la trama tiene algo de autobiográfico.
En el filme se percibe una marcada ruptura entre el mundo de los jóvenes y el de los adultos y, en este sentido, el director destacó su interés en “plantear que los adultos están siempre queriendo lo mejor para sus hijos, entre comillas, sin saber que no siempre los que ellos creen es lo mejor”.
“Y ahí es donde empieza el choque generacional. Es una mirada muy superficial”, lamentó el cineasta.
El proyecto surgió como una idea entre amigos y su puesta en marcha fue impulsada “por la felicidad que supone hacer el cine con un grupo de amigos”.
“Estar en Venecia es una experiencia muy importante porque sentimos que la película ha logrado trascender muchas fronteras, lingüísticas, ideológicas. Le ha llegado a la gente, han logrado conectar con los personajes”, celebró el director. EFE
