PÓKER DE ESTRELLAS EN LA NFL
Genuinos duelos entre pistoleros que ofrecen como premio un viaje todo pagado al encuentro que paraliza a Estados Unidos y es visto, en todo el mundo, por poco más de 300 millones de personas.
Las finales de Conferencia en la NFL tendrán como principal punto de atención a los quarterbacks. Todos están apegados al estilo clásico: buen brazo y liderazgo. Esta vez no llegó alguno de la nueva era, esos que complementan sus cualidades con poder físico y arrojo para conseguir avances con sus propias piernas.
Entre los cuatro suman siete anillos de Super Bowl. Son hombres que conocen la gloria, salvo Matt Ryan, quien busca conducir a los Falcons de Atlanta a su segundo juego grande en la historia, primero desde 1999.
El egresado del Boston College ha tenido una gran temporada. Incluso, es candidato a ser nombrado Jugador Más Valioso, además de que querrá dar un glorioso cierre a la historia del Georgia Dome en el futbol americano, porque los Falcons estrenarán casa en 2017. El juego por el título de la Conferencia Nacional luce como escenario ideal.
Ryan pasó para cuatro mil 944 yardas en la campaña regular. Sólo fue superado por Drew Brees, de los Saints de Nueva Orleans (cinco mil 208). Apenas sufrió siete intercepciones y lanzó 38 pases de touchdown, segunda cifra más alta en toda la Liga. El único que le superó fue, precisamente, Aaron Rodgers (Packers de Green Bay), quien tuvo 40.
El quarterback ganador del Super Bowl XLV ha comprobado ser un futuro miembro del Salón de la Fama al lanzar cuatro mil 428 yardas. Tras 10 encuentros, Green Bay tenía marca de 4-6 y los playoffs lucían como utopía, pero Rodgers sentenció que el equipo -con él al mando- ganaría los siguientes seis y clasificaría. Lo hizo, además de eliminar en la postemporada a los Giants de Nueva York (Comodines) y los favoritos Cowboys de Dallas (Divisional). Su inquebrantable espíritu de lucha puede marcar la diferencia en favor de un equipo que busca su sexto “Súper Domingo”.
En la Americana habrá un choque de leyendas. Tom Brady y los Patriots de Nueva Inglaterra recibirán a los Steelers de Pittsburgh, con Ben Roethlisberger al mando.
Tras no jugar los primeros cuatro partidos de la campaña, debido al caso de los balones desinflados de hace dos años en esta misma instancia, aunque contra los Colts de Indianapolis, Brady reafirmó su condición de inmortal en este deporte. Apenas pasó para tres 554 yardas (vigésimo lugar global), pero tuvo 28 pases de touchdown y sólo dos intercepciones. Es cierto que lanzó otro par en el juego divisional contra los Texans de Houston, pero el cuatro veces ganar del Trofeo Vince Lombardi quiera su quinto título en la historia.
El problema es que enfrente tendrá al “Big Ben”, dos veces ganador del título de la NFL. El veterano quarterback tuvo números discretos, pero su liderazgo ha quedado comprobado contra los Dolphins de Miami (Comodines) y los Chiefs de Kansas City (Divisional). Si hay alguien capaz de sacarle un juego a Brady en Foxborough, es Roethlisberger.
Por lo que se prevén auténticos duelos de pistoleros.
