Porque siempre es grato ver una película divertida y con un gran soundtrack. Si lo suyo, amable lector es pasar un buen rato a la vez que escuchando buena música, esta es la lista de 5 películas que debe de ver:
Walk Hard: The Dewey Cox Story (2007)
¿De qué va?
La historia de la trágica infancia y posterior ascenso a la fama de Dewey Cox.
¿Por qué vale la pena verla?
Porque el personaje es una parodia/amalgama de Johnny Cash, con toques de Roy Orbison, Ray Charles, Bob Dylan, Jerry Lee Lewis, James Brown y hasta de Neil Diamond. Además de que otras grandes leyendas de la música tienen algún tipo de referencia: Buddy Holly, Elvis Presley, David Bowie, y hasta salen Eddie Vedder y Jack White.
The Boat that Rocked (2009)
¿De qué va?
También conocida como Pirate Radio (Los piratas del rock), narra lo que pasa en un barco desde que se transmite la señal pirata de radio donde se transmite únicamente rock para el público británico de los sesenta, evadiendo así un fuerte control de los medios.
¿Por qué vale la pena verla?
Por las actuaciones: Bill Nighy (Piratas del Caribe, Cuestión de tiempo), Philip Seymour Hoffman (Capote, Casi famosos), Rhys Ifans (Un lugar llamado Notting Hill, El sorprendente hombre araña), Kenneth Branagh (Frankenstein, Hamlet), Katherine Parkinson y Chris O’Dowd (The IT Crowd), entre otros. Por escenas memorables como un matrimonio frustrado que termina en duelo en el mástil del barco, una clase de natación poco ortodoxa o una sesión del clásico juego yo nunca-nunca; y por supuesto, por el soundtrack: The Kinks, Jeff Beck, The Hollies, The Yardbirds, Leonard Cohen, The Turtles, Jimmi Hendrix, Cat Stevens, Ennio Morricone y un largo etcétera.
This is Spinal Tap (1984)
¿De qué va?
Se trata del mockumentary de la banda británica Spinal Tap, y su gira de 1982 para promocionar su más reciente álbum.
¿Por qué vale la pena verla?
Porque en Latinoamérica, conocemos a la banda como Los Médula, nada más y nada menos que la banda de la que es fan Bart Simpson; pues el comediante Harry Shearer —quien presta su voz para el profesor Skinner, Smithers, Kent Brockman, Flanders, el Dr. Hibbert y un largo etcétera— es miembro de la banda que funciona como una parodia de todos los excesos —musicales, drogas, actitud, vestuario— de las bandas del glam y hard rock ochentero.
Detroit: Rock City (1999)
¿De qué va?
En 1977, cuatro adolescentes, fans de hueso colorado de Kiss, pierden sus boletos para ver a la banda tras un trágico incidente; y harán hasta lo imposible para asistir al concierto que Kiss dará en Detroit.
¿Por qué vale la pena verla?
Porque es una joya noventera que cuenta con las actuaciones del siempre pubescente Edward Furlong (Terminator, Historia Americana X) protagonizando uno de los strip-tease más memorables de la historia del cine, Melanie Lynskey (Criaturas celestiales, 2½ Men), Natasha Lyonne (American Pie, Orange is the New Black), Sharon Tweed (Esposa de Gene Simmons) y por supuesto, Kiss. Peleas, sacerdotes en estados alterados de conciencia, asaltos frustrados, actividades non-sanctas en un confesionario y más, garantizan carcajadas en esta película.
Still Crazy (1998)
¿De qué va?
Después de veinte años separados, la banda inglesa —ficticia, por supuesto— Strange Fruit, se reúne para una última gira y recuperar su fama.
¿Por qué vale la pena verla?
Porque todos los clichés asociados a una banda de rock están aquí: guerra de egos, desenfreno y drogas… aunque con unos músicos en sus cincuenta. Y las actuaciones: cuenta con Bill Nighy (sssip, otra vez), Billy Conolly (El Hobbit, Lemony Snicket), Timothy Spall (Harry Potter, Sweeney Todd), Stephen Rea (The Crying game, V de Venganza), entre otros. Y porque además varios eventos de la trama están inspirados en Pink Floyd —uno de los músicos de la banda se retira misteriosamente a lo Syd Barret—, The Who —el baterista siempre llega tarde como Keith Moon—, o David Lee Roth —que parece ser la influencia para el vocalista de Strange Fruit. Otra joya noventera que no se arrepentirán de ver.
