El próximo viernes, en la Cineteca Nacional, empieza la Muestra Internacional de Cine edición 63. Como parte de la muestra se presenta el divertido filme El otro lado de la esperanza.
El filme cuenta dos historias que al final se cruzan. Una es la travesía de un migrante sirio llamado Khaled que llega a Finlandia. Después de que bombardearan su casa en Alepo, huyó de Siria con su hermana Miriam. Juntos recorren cruzan Turquía pero se separan. Khaled llega solo al puerto de Helsinki escondido en la carga de carbón de un barco y está muy preocupado por recuperar a su hermana.
Por otra parte, relata la aventura empresarial de un hombre mayor, Wikström, dedicado a la venta de camisas, que se separa de su mujer y vende su inventario para comprar un restaurante. El restaurante y sus tres empleados son un dolor de muelas.
Seguramente estás pensando que se trata de un drama horrible. Te equivocas. El director tiene tan buena mano que nos cuenta todo con un maravilloso sentido del humor y del amor. Además incorpora la música de manera extraordinaria de modo que no solo ambienta sino que contribuye a la trama.
La película se apoya en una fotografía de tonos neutros que le brinda cierta irrealidad a los escenarios y una puesta en escena casi teatral. Es una fuerte crítica al modo en que se examinan las solicitudes de asilo y a la violencia continua y desorganizada que ejercen los grupos de supremacistas blancos contra los refugiados. Lo que muestra el filme es nada comparado con lo que sufren los migrantes en su viaje hacia Estados Unidos, pero también es importante.
Filmes como éste siempre se agradecen. Pensar y mantener una actitud crítica es necesario, también es necesario conservar el sentido del humor. Es posible que al principio te cueste trabajo, pero estoy seguro que cerca del final te ganará la risa. No te la pierdas.
Score Feel: Muy Bueno
