Donald Trump el actual presidente de Estados Unidos, es una persona muy conflictiva, mentirosa y con un millón de cosas de las que podríamos hablar durante horas y no acabaríamos, PERO en este momento, más allá del muro, hay una grave guerra comercial que está poniendo a los mercados financieros y por ende la economía global en un espiral del cuál podríamos vernos muy afectados.
Por eso, te explicaremos qué está pasaaandaaa
Ya ven que ahora se declara la guerra por twitter, entonces, antes de entrar en el chisme debemos entender ¿qué pasa?
Una guerra comercial es un resultado del proteccionismo, describe una situación en la que unos países toman represalias contra otro país que impone a su vez, barreras comerciales, pueden ser cuotas o un alza en los aranceles (todo dentro del mercado de la importación), esto coloquialmente sería un “tú me hiciste, yo te hago” “ojo por ojo y diente por diente”, a su vez, provoca una cadena de respuestas entre los países involucrados, creando un ambiente cada vez más hostil, y tensionante a nivel global.
Ahora bien, ¿esto es una guerra?
El pasado jueves Trump tuiteo (ya ven que no le gusta) que impondrá aranceles de más del 25% sobre las exportaciones de acero más un 10% de arancel en las importaciones de aluminio para esta semana, eso es un grave problema considerando que Estados Unidos es el mayor importador de acero a nivel MUNDIAL.
Al parecer esto va contra todos, y no eximirá a sus aliados (Canadá o la UE) nosotros no porque no le caemos tan chido, y tampoco tenemos mucho que ver ahí… por ahora. Ante esto, los países involucrados en el mercado de la importación y exportación de acero y aluminio entraron al quite diciendo que entonces ellos también impondrán aranceles en contestación a tan “amable” propuesta por parte del presidente del EUA.
Y a todo esto ¿qué rayos son los aranceles?
Un arancel es un impuesto o tributo que el gobierno asigna a cierta clase de bienes importados. En teoría, esto hace que los productos extranjeros sean más caros y por lo tanto, menos deseables para los consumidores, incentivando así, a que la fabricación nacional sea la que se consuma por el alto costo que implicaría pagar el impuesto.
El objetivo de Trump es muy truculento, porque lo que realmente desea es proteger la industria nacional apoyando a los fabricantes estadounidenses, hacer que la industria no se vaya y que todo, se quede en Estados Unidos. Es decir, a medida que el acero y aluminio sea más caro por estos impuestos, más empresas dirán “mejor me quedo aquí en mi país y compro aquí, porque de no hacerlo, me saldrá el doble de caro tenerlo”.
Así, el costo de productos de demanda cotidiana, cerveza, refrescos, inyecciones, automóviles, y todo aquello que implique una minúscula molécula de acero y aluminio inminentemente subirá de precio y tendrá nuevas tarifas.
Las imposiciones de aranceles como este, no hacen otra cosa más que distorsionar el mercado, que en última instancia, conducirá a la pérdida de empleos y ventas.
Trump por su parte, afirma que las importaciones de acero y aluminio son una “amenaza para la seguridad nacional” (oílo al otro) esto a su vez socavaba las reglas de la Organización Mundial del Comercio, perturbando a todo el sistema de comercio nacional.
Ven como se va haciendo todo más denso, es como Atreyu en “La historia Sin Fin” cuando entra al pantano y casi muere porque pierde la esperanza… bueno es más o menos así, aquí la única esperanza es que pare, o sino, los demás países impondrán también sus duras respuestas
Represalias que por cierto afectan desde el whisky, pasando por los jeans hasta las motocicletas.
Y bueno … ¿China ? Uyyyyyy manoooo, China tiene que ver muchísimo, es el mayor exportador de acero y aluminio en el mundo, que por cierto, es muy barato.
Si una guerra comercial no ha estallado, es en gran parte por la reacción China, que hasta ahora, se ha mantenido en la misma onda diciendo “Voy a imponer una respuesta bien dura a los aranceles de acero y aluminio” (pero no lo ha hecho). Si China toma cartas en el asunto, podría centrarse en la electrónica de consumo cotidiano, lo que entonces perjudicaría a Apple, Microsoft, chips, audífonos, lo que se te ocurra, llegando a Qualcomm e Intel y no solo en EUA, sería en el mundo.
Hasta ahora Pekín dice NO, pero si eso deseas …
Hasta aquí mi reporte Joaquín, volvemos al estudio.