Calatrava ha recibido reconocimientos como el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1999, el Premio Nacional de Arquitectura de España en 2005 y el Premio Europeo de Arquitectura en 2015.
México, 10 oct (EFE).- El arquitecto español Santiago Calatrava recibió hoy en la capital mexicana el doctorado “honoris causa” del Instituto Politécnico Nacional (IPN), por su “prolífica y deslumbrante labor”, reconocimiento que también recibieron otros cuatro investigadores internacionales.
El antropólogo Nikolai Grube, el ingeniero Yann LeCun, el economista Robert C. Merton -premio nobel de Economía 1997- y el científico en computación Sebastian Thrun fueron las otras personalidades a quienes el IPN entregó, por primera vez en su historia, esta distinción, en conmemoración de su 80 aniversario.
En la ceremonia, desarrollada en el Centro Histórico y Cultural Juan de Dios Bátiz, el director general del IPN, Enrique Fernández Fassnach, afirmó que el grupo fue reconocido por su “extraordinaria trascendencia internacional”.
Tras la entrega de los “honoris causa”, Calatrava (Benimámet, Valencia, 1951) pronunció un discurso en nombre de los homenajeados, en el que afirmó que “ser arquitecto significa ser aquel que guía a los obreros a través de la técnica, para intentar hacer una obra de arte con la ayuda de Dios”.
Esto después de hacer una disertación en la que comenzó recordando cómo un amigo suyo le explicó que el Talmud -base del Antiguo Testamento- comienza con la palabra “bereshit”, que significa “el comienzo” y que además está vinculada con un símbolo en forma de paréntesis que, en cierta forma, “excluye” lo anterior.
Este dato le llevó a analizar qué es lo que hay detrás del término “arquitecto”, con lo que extrajo conclusiones como que este podría significar “autoridad entre los obreros”, pero también remitir a la unión “entre lo técnico y el arte”, por lo que juntó estas dos partes para forjar su propia definición.
Después de citar obras como la estación de Ferrocarril de Zúrich, la Ciudad de las Artes y las Ciencias en Valencia y el puente Samuel Beckett en Dublín, Fernández Fassnach remarcó que estas son “un destello” de la “maravillosa capacidad creativa” del arquitecto.
Calatrava ha recibido reconocimientos como el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1999, el Premio Nacional de Arquitectura de España en 2005 y el Premio Europeo de Arquitectura en 2015.
Por otra parte, del antropólogo y epigrafista alemán Nikolai Grube (Bonn, Alemania, 1962), el director del IPN subrayó cómo se ha convertido “en un importante promotor del rescate de nuestra memoria como pueblo”, y en una guía para la comprensión de la civilización maya.
En su trayectoria destacan sus proyectos en yacimientos de México, Guatemala y Belice, así como la hipótesis propuesta con su compañero Simon Martin de que la política de los mayas en el periodo clásico estuvo dominada por dos poderes hegemónicos: Tikal y Calakmul.
De Robert C. Merton (Nueva York, EE.UU, 1944), aseguró que su trabajo es fundamental para “entender a cabalidad la economía de la actualidad”.
Merton recibió el Nobel de Economía en 1997 junto con su colega Myron Scholes, por su trabajo en el cálculo del precio de las operaciones financieras, y además cuenta con ocho “honoris causa” en distintas instituciones de educación superior del mundo.
Respecto a Yann LeCun (París, Francia, 1960), se mencionó que se ha convertido en un “referente obligado” en sus materias de especialidad, la inteligencia artificial y la robótica, y en todas aquellas vinculadas con el aprendizaje del ser humano.
En 2013, fue nombrado director de Facebook Artificial Intelligence Research, tarea que emprendió con la idea de dar un nuevo sentido al contenido compartido por los usuarios.
Por último, el IPN aplaudió el trabajo del científico Sebastian Thrun (Solingen, Alemania, 1967), de manera particular su trabajo como cofundador de la plataforma educativa Udacity, configurada como un nexo entre la formación y el mercado laboral.
Fernández Fassnacht afirmó que, frente al momento actual, en el que “algunas voces claman por levantar muros”, “es importante que se escuchen otras que quieren un mundo donde las únicas fronteras sean lo justo, lo ético, lo humano”. EFE
