Si quieres estar mejor, medita
La meditación una disciplina tan necesaria en un mundo de crisis y compulsión para mantener el equilibrio y la serenidad. Primeramente es conveniente conocer qué es, cómo practicarla y saber para qué nos puede servir. Su aparición es tan antigua como lo es el surgimiento del hombre pensante (homo sapiens), surge en el momento que este sujeto toma conciencia de sus ideas y pensamientos, lo hace con el fin de inducir o empezar a tener control sobre su mente. Es en las culturas orientales y más en particular en el budismo donde cobra mayor fuerza; mostrándose de manera formal y sistematizada.
En general la meditación es concebida como la práctica consiente de tomar control del cuerpo: la respiración, bajar nuestro ritmo cardiaco, relajarnos hacer conciencia de nuestros pensamientos e irlos disminuyendo al mínimo; por medio de frases, ideas o palabras (pueden ser mantras), que nos generen beneficios para el cuerpo, mente y espíritu.
La relajación y descanso que se logra en la meditación son significativos, más que el sueño profundo, porque se llega a niveles de ondas cerebrales bajos (alfa, theta y delta). Cuanto más profundo es tu descanso, más dinámico será tu actividad.
La meditación puede ser una práctica de relajación, disciplina o como actividad reflexiva sobre el razonamiento de nuestras ideas para mejoramiento de nuestro desempeño cognitivo y el adecuado manejo de nuestras emociones. También, sirve como una herramienta en la disminución del estrés. Si pretendemos profundizar en esta práctica existen una gran variedad de corrientes o doctrinas, donde la meditación es parte de estas, como son: la Budista, Zen, Vipassana, Transcendental, Cristiana, Kundalini, entre otras más.
¿Cómo practicarla?
Esto va depender del tipo de meditación de la que se trate, pero de manera común se puede realizar en un espacio, de preferencia aislado del ruido y que sea reconfortante (en cuanto a la temperatura y ambiente), sentarse cómodamente; puede ser en cuclillas, en flor de loto o medio loto, cerrar los ojos, centrarlos en la respiración e ir aquietando nuestra mente (con alguna frase positiva; lo más corta posible, si es una sola palabra será mejor), tratar de no movernos, ni de distraernos y de forma gradual hacerlo lo más profundo posible. Se puede iniciar con cinco o diez minutos por día, para ir aumentando gradualmente hasta llegar a una, dos o más horas, según el interés o necesidad, pero siempre teniendo presente el aquí y el ahora; esto se hace por medio de la respiración y del lugar en que se realiza la meditación. Se puede orar un poco al inicio de ésta o encomendarse a la deidad de tu preferencia.
Los beneficios de la meditación son innumerables, va a depender de la dedicación y empeño con que se realice, estos son algunos de ellos:
- Previene y libera estrés en tu organismo, permitiendo la alegría natural que tenemos.
- Tu psicología sufre un cambio, cada célula de tu cuerpo se llena de energía y se producen sustancias benéficas, como son la serotonina, noradrenalina, dopamina y otras; logrando un estado de bienestar.
- Disminuye la presión sanguínea, los niveles de lactato en sangre, reduciendo los ataques de ansiedad, podrás estar más relajado y con un mejor ánimo.
- Disminuye los dolores relacionados a la tensión tal como: dolores de cabeza por tensión, úlceras, insomnio, problemas musculares y de articulaciones; mejorando el humor y el comportamiento.
- Mejora el sistema inmunológico transformando tu cuerpo en un generador de anticuerpos y defensas del organismo.
- Te induce a niveles de patrones de ondas mentales al estado alfa, theta, las cuales promueven la curación. La mente se refresca; se activa volviéndose más elocuente, concentrada y tranquila.
Con la práctica regular de la meditación:
- Tu ansiedad disminuye, tu estabilidad emocional mejora, tu creatividad y felicidad aumenta.
- Se desarrolla tu intuición, logras tener claridad mental y podrás lograr tener paz.
- Los problemas se vuelven pequeños antes de llegar a ti, te hace consciente de tu actitud interna que influye en la felicidad.
Beneficios espirituales de la meditación:
Trae armonía interna, es decir, te purifica y nutre desde adentro, te calma cuando te sientes desbordado, inestable o cerrado emocionalmente y trae armonía a tu vida y a tu alrededor.
Finalmente, cuando meditamos estamos en un espacio de calma, paz y amor, debido a que emites vibraciones de energía positiva. Trae armonía dentro de nosotros y de este modo fluímos en armonía en el universo.
