Dietas de moda ¿funcionan?

Todas y todos en algún punto hemos leído, escuchado o sabido de algún caso de dieta “mágica” y maravillosa que hizo que algún amigo, conocido o familiar adelgazara rapidísimo siguiendo un régimen estricto.  Y algunos de nosotros, quizá llevados por la frustración del “status físico” actual o por curiosidad, las hemos probado. Sólo para encontrarnos con que: o no tuvimos los mismos resultados, o los tuvimos pero no duraron, o el rebote fue terrible o nos sentimos fatal durante todo el tiempo que duró la dieta.

Desde los detox de jugos, la south beach diet, hasta la dieta paleo o la alimentación vegana, existen un sinnúmero de dietas que surgen cada año, algunas perduran, otras perecen y otras “evolucionan” a otro tipo de dietas. Pero, ¿te has preguntado de dónde surgen?

Bueno, antes de eso, un poquito de historia…

¿Dónde comenzaron las “dietas”?

El concepto de dieta se remonta a más de 170 años atrás, cuando médicos ingleses asociaron la relación de los grupos alimenticios  en el aumento o disminución de masa corporal en las personas. Desde entonces, a medida que nuevos descubrimientos  e información sobre el funcionamiento del organismo humano han salido a la luz se han diseñado “dietas” o régimenes alimenticios que generacionalmente han prometido mantener al cuerpo dentro de los estándares de belleza de la época en la que surjan, ya que en contraste al día de hoy, en los años 50’s se popularizaron las dietas para subir de peso y generar una figura más curvilínea.

Al llegar el boom de la mercadotecnia, aunado al deseo y la vulnerabilidad principalmente de las mujeres a tener una figura ideal, nació un negocio bastante rentable para farmacéuticas con píldoras que suprimían el hambre, compañías de cigarros y dietistas.

“Para mantener una figura esbelta nadie puede negar…alcanza un LUCKY en vez de un dulce”

Y conforme las pastillas para adelgazar y los cigarros representaban cada vez más problemas evidentes para la salud, el camino se abrió para los dietistas (técnicos en alimentación).

Los dietistas entonces se dedicaron a generar sus propios métodos para bajar de peso (que cabe mencionar que hasta aquí no hemos hablado en ningún momento de alimentación saludable), que en unos cuantos días prometían cuerpos fantásticos como salidos de una película de Hollywood. Y así, año tras año, surgen nuevas dietas, algunas basadas en mitos alimenticios, otras, extremas e infracalóricas y otras, sustentadas por investigaciones científicas.

¿Por qué “funcionan”?

Ahora bien, la lógica detrás de esto, es la siguiente: si tienes un metabolismo basal y un consumo calórico diario necesario de 1500 cal, que es lo básico que necesita tu cuerpo para funcionar apropiadamente (ejemplo), y la dieta de la toronja te lleva a consumir 900 cal al día es casi seguro que bajarás súbitamente de peso, pues tu cuerpo hará uso de sus reservas porque NECESITA esas 1500 cal, pero es importanate que consideres que estas reservas de las que se alimentará no necesariamente serán sólo grasa, sino también masa muscular, por lo menos al principio, pero de NINGUNA manera será una manera saludable para alimentarte de manera PERMANENTE.

En cuanto a la dieta paleo o alimentación vegana, que si bien son controversiales, pueden llevarse por muchos años, ya que a final de cuentas, ambas promueven que te alimentes con comidas de origen natural, poco procesados y sin conservadores, una con productos de origen animal y la otra sin ellos. No obstante, el diseño de tu plan alimenticio debe estar a cargo de un EXPERTO, porque hay detalles propios de tu complexión, composición física, estado de salud o requerimientos diarios que quizá tu mismo desconoces y seguramente habrá que hacer adaptaciones especiales a TU PROPIA CONDICIÓN.

¿Dónde fallan?

Fallan porque funcionan de manera inmediata para caber dentro de un vestido o un traje de baño, pero no funcionan ni a largo plazo, ni a tu salud, porque no puedes mantenerlas a largo plazo.

Por otro lado, no puedes llevarlas a cabo como un estilo de vida permanente, ya que usualmente son monótonas, altamente restrictivas y tu dieta se vuelven una fuente de stress, fatiga o desnutrición en vez de una fuente de bienestar.

Realmente no vale la pena poner en riesgo tu salud y el funcionamiento de tu organismo por una necesidad inminente de bajar de peso, en este caso, yo creo que es similar a la fábula de la tortuga y la liebre, es mejor ser constante y permitir que tu organismo alcance un estado saludable basado en HÁBITOS SALUDABLES.

Próximamente exploraremos algunas de estas dietas de manera individual.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Todos los Derechos Reservados Feel ® 2016
Develop & Design: JG