Sí y mucho, porque eso de buscar información, subir fotografías, usar redes sociales y demás acciones en la red, pareciera que son inofensivas al menos para el medioambiente, empero, ¿sabías que hoy en día es uno de los medios más contaminantes del planeta?
Como consumidores de este medio deberíamos tener pleno conocimiento que sí existen efectos nocivos a nivel ambiental pues la ignorancia es la base de los problemas muchas veces irreversibles y entonces, ¿cómo contamina el uso del Internet?
Cuando tenemos información guardada en Internet, mandamos mails con archivos adjuntos, escuchamos música, obtenemos información a través de buscadores, etc; suponemos que todo ha de estar en la “nube” o en “algún lugar” donde se mantenga disponible toda esa información ¿cierto?, pues si, pero esos lugares no son virtuales se encuentran en bases de datos físicas gigantescas que pueden llegar a consumir más energía que algunas ciudades.
Según cifras de la Corporación Internacional de Datos existen alrededor de 3 millones de centros de datos donde esa información es alojada, básicamente los grandes centros de datos contienen bancos de enormes circuitos compensadores o miles de baterías de plomo y ácido para alimentar las computadoras en caso de un problema de la red eléctrica o utilizan bancos de generadores con emisiones de humo de diesel. La contaminación se hace presente entonces con la expulsión de gases de efecto invernadero y el consumo de energía eléctrica. En Silicon Valley, muchos centros de datos aparecen en el Inventario de Contaminantes Tóxicos del Aire, una lista de los principales centros estacionarios de contaminación diesel de la región.
Quizás no tengamos plena conciencia que el Internet contamina dado que no vemos de forma inmediata contaminación alguna, pero en un corto plazo además de las emisiones al aire que son inmediatas y al derroche de energía para mantener vivos los centros de datos; los desechos de computadoras, laptops, baterías, teclados, mouses, dispositivos móviles y más se convierten en basura electrónica y tóxica que se desecha para satisfacer nuestras necesidades y dependencias tecnológicas.
Es vital tener claro que el avance es directamente proporcional al deterioro ambiental de donde finalmente se extrae la materia prima y que después del proceso de producción, venta y consumo se expulsa al medio ambiente de una manera mortal para los seres vivos. La conciencia de que esto existe puede ser un motivo más para no guardar información irrelevante o evitar divagar en la red, pues finalmente tiene un costo muy alto más allá del económico, viéndolo por el lado positivo, podemos contribuir haciendo aquello que cada día perdemos más por el uso de la tecnología: estar con la familia, los amigos, platicar de frente, hacer actividades físicas y recreativas sin duda nuestro planeta, nuestros pulmones y las futuras generaciones nos lo agradecerán.
Recuerda: ahorra, recicla y contribuye
Datos secundarios
A nivel mundial, los almacenes digitales usan alrededor de 30.000 millones de vatios de electricidad, aproximadamente el equivalente de la producción de energía de 30 plantas nucleares.