EL LEGADO DEPORTIVO DE “EL COMANDANTE”

Fidel Castro logró que Cuba se convirtiera en semillero de buenos deportistas.

Los televisores se encienden, pero esta vez no hay “buenas tardes”… quizá para muchos cubanos sean las mejores, pero el régimen nuevamente se hace presente. En los días de luto, esta frase está prohibida, los embargue el dolor o no por la pérdida de Fidel Castro.

Así es como se vive en Cuba, para muchos ocurrió la muerte de un héroe, de uno de los máximos revolucionarios, pero para otros, llegaron los días de alivio, el momento en el que el dictador se ha marchado y ven una luz en el camino.

Fidel Castro, el personaje quizá más ovacionado y repudiado en los últimos años. Él, ese mítico mandatario también tiene historia con el deporte. Logró que Cuba se convirtiera en semillero de buenos deportistas, excelentes peloteros portaron la bandera y sus máximas glorias ocurrieron en manos, o en puños, de los boxeadores.

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Castro tenía una especial adoración por el beisbol, lo convirtió en el deporte estrella desde que llegó al poder en 1959. Desde niño soñaba con el “diamante”, en su época estudiantil era pitcher y por ese amor le dio todo su apoyo a dicho deporte. Es de recordar aquella estampa en la que “El Comandante” aconsejó personalmente a cada jugador de la selección de beisbol que logró la medalla olímpica en Barcelona 1992.

Así como durante décadas se encargó de apoyar el deporte, también relució su lado poco humano al no permitir que algunos deportistas que le dieron gloria a su país, pudieran regresar tras decidir abandonar la isla por motivos personales. Al salir de Cuba, los que en su momento fueron llamados héroes deportivos, de inmediato se convertían en traidores. En el 2008, Castro se expresó así: “No permitamos jamás que los traidores visiten después el país para exhibir los lujos obtenidos con la infamia”.

Casos hay muchos: momentos dolorosos, pérdida de familiares sin poder dar el último adiós, años de prisión y carreras truncadas son sólo algunas de las injusticias inexplicables que el Castrismo representó para varias de las glorias deportivas.

14 Feb 1960, Havana, Cuba Image by © Bettmann/CORBIS
14 Feb 1960, Havana, Cuba Imagen por © Bettmann/CORBIS

 

SU AMISTAD CON “EL DIEZ”

Diego Armando Maradona presumía por todos lados su estrecha relación con Fidel Castro, sí, hasta en su cuerpo cuando decidió tatuarse la cara del estratega cubano en la pantorrilla izquierda.

Maradona Fidel Castro Revista Feel

Durante años sostuvieron una amistad que se convirtió en lazos casi de sangre. El argentino lo entrevistó en el 2005, cuando conducía su propio show llamado “la noche del 10’ y logró que el mandatario hablara sobre temas poco conocidos.

El “Pelusa” se mostró devastado al enterarse de la muerte del que consideraba como de su familia. Declaró que: “Me agarró un llanto terrible, porque Fidel fue como mi segundo padre. Yo viví cuatro años en Cuba y Fidel me llamaba a las dos de la mañana para hablar de política, o de deporte, o de lo que se diera en el mudo, y yo estaba dispuesto para hablar. Este es el recuerdo más lindo que me queda. Cuando había algún evento siempre me llamaba para ver si quería ir, si quería colaborar y esto no se olvidará fácilmente”.

 

SIN MIEDO A ALI

Existe una peculiar anécdota de Fidel Castro con el campeón Mohamed Alí. En 1996 Cuba se encontraba en una crisis por escasez de medicamentos, la Cruz Roja Internacional realizó un viaje humanitario donde el boxeador lideraba la delegación.

Mohamed Ali y Fidel Castro Revista Feel

Durante varios días Alí recorrió la isla para repartir medicinas, pero principalmente apoyo moral a la gente que lo idolatraba por ser figura del deporte más amado en la Habana. Antes de volver, Fidel recibió al pugilista. La convivencia fue breve, pero estuvo llena de bromas, entre ellas cuando el mandatario se señaló el rostro y le dijo al boxeador: “goléame aquí, dale”.

 

SU CURIOSA RELACIÓN CON LAS MARCAS DEPORTIVAS

El líder de la revolución, el que iba en contra del “imperialismo yankee” dio mucho de qué hablar cuando decidió dejar el emblemático uniforme verde oliva de militar para enfundarse en atuendos deportivos.

Criticado porque al parecer iba en contra de su propia ideología, a Castro nunca le importó y se le vio lucir chamarras y tenis de las marcas Nike, Puma, Fila, Reebok y principalmente Adidas.

EFE/Alejandro Ernesto/archivo
EFE/Alejandro Ernesto/archivo

Durante muchos años, la empresa alemana de las tres rayas visitó a la delegación cubana y dotaba a los deportistas de diversa indumentaria, pero poco explicable fue el favoritismo de Fidel Castro por sus apariciones con ropa no militar y sobre todo como si se tratara de una especie de publicidad.

Versiones van y vienen, se sospecha que Castro recibía una remuneración por llevar la marca en sus presentaciones públicas, sin embargo Adidas manifestó que nunca existió un contrato de por medio.

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