El niño carnicero

Bendito internet. Cuando pienso en todo el contenido que está disponible en línea, no puedo evitar pensar en Homero Simpson besando un cable aislado que le brindaba tanta felicidad. Aunque, para ser franco, me parece abrumadora la cantidad de cosas que hay disponible; no obstante, gracias a esa oferta pueden exhumarse verdaderas joyas del cine. Por ejemplo, la película del niño carnicero: “The Butcher Boy”.

La debí haber visto en mis tiempos de ocio en la secundaria. Narra la historia de Francis “Francie” Brady, un niño irlandés de doce años que sufre el rechazo de todos en su pueblo, y que vive en condiciones adversas: pobreza, abuso, abandono; por lo que se refugia en su propia mente y su obsesión con los cerdos, los cómics, los extraterrestres y la guerra nuclear. Francie lleva una vida relativamente normal: vive con sus padres en el pequeño pueblo de Clones y después de la escuela juega con su mejor amigo, Joe Purcell; con quien se divierte haciendo sufrir a Phillip Nugent, un niño mojigato y ávido lector de historietas. Tras la muerte de sus padres, las cosas se ponen difíciles para Francie: se pelea con Joe y es enviado a un reformatorio donde sufre de abuso sexual a manos de un sacerdote. La vida de Francie se desmorona, y su mente le protege mostrándole visiones de la virgen María —interpretada por Sinéad O’Connor—, pero las cosas van de mal en peor cuando el distanciamiento con Joe se vuelve irreversible y el rechazo por parte de la familia Nugent se intensifica. Luego de que Francie encuentre trabajo en un matadero y demuestre verdadera habilidad para el trabajo, el caos se desatará en Clones.

Como con frecuencia sucede, la película es la adaptación de un libro, en este caso, la novela homónima de 1992, de Patrick McCabe, y ganadora del premio Booker para obras de ficción. La novela se convirtió en una película en 1997, dirigida por Neil Jordan —el mismo de “The Crying game” e “Interview with the vampire”— y cuenta con las actuaciones de Eamon Owens, Stephen Rea —quien es constante colaborador de Jordan— Fiona Shaw, e Ian Hart; y recibió premios en el Festival de cine de Berlín en 1998. Sin embargo, después de que la vi en televisión por cable, la película fue virtualmente imposible de conseguir. Todavía en los 90 se encontraba en formato VHS, pero en la era del DVD jamás pude conseguirla en México. Una rápida búsqueda en línea me permitió descubrir que la película puede conseguirse en ambos formatos en Estados Unidos; en nuestro país, irónicamente, sólo está disponible el VHS.

Pero la esperanza es lo que muere al último, y en la era de los servicios en streaming, la película está disponible tanto en Amazon Video como en Netflix. Si le gustan las películas raras y el humor negro, El niño carnicero no le decepcionará.

 

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