HOMBRES…¿Nacen o se hacen?

Actualmente todo mundo habla de género, a veces de manera correcta y otras no tanto, sin embargo es importante puntualizar que cuando utilizamos dicho concepto estamos haciendo referencia a la forma en cómo nos construimos socialmente tanto hombres como mujeres. En este artículo vamos a enfocarnos específicamente en los hombres y lo qué está pasando con ellos, para lo cual retomaremos un concepto que seguramente ya has escuchado y si no es así, aquí te lo explicamos, me refiero a las masculinidades.

El término masculinidades surge como una forma de visibilizar y combatir el modelo tradicional de hombre que nos rige y el cual hemos aprendido a normalizar en la vida diaria, como si fuera natural que los hombres deban de ser machistas, violentos, etc. Así mismo se escribe masculinidades, en plural para evidenciar las diferentes formas de ser hombre en una misma sociedad y para lo cual intervienen diferentes factores como el lugar donde se vive, edad, condición económica, etc.

Seguramente te preguntarás ¿Y para qué me sirve conocer acerca de las masculinidades? Bastante, si eres hombre te permite reflexionar sobre tus comportamientos, cómo los fuiste aprendiendo y qué puedes hacer para modificarlos. Si eres mujer, te puede servir para apoyar los procesos de cambio de los varones con los que convives cotidianamente como tu papá, hermanos, pareja, hijos, compañeros de trabajo, etc., ya que esa forma diferente que se intenta de ser varón, también debe ir acompañado de una forma diferente de ser mujer.

Por lo anterior y parafraseando a Simone de Beauvoir diríamos que “no se nace hombre, se aprende” y esa enseñanza inicia de manera “natural” desde que somos pequeños, prácticamente desde que el médico levanta la voz diciendo “fue niño”. Es entonces que nuestra familia coloca en nosotros la mayoría de sus expectativas, las cuales incluye esas formas de pensamiento masculino tradicional que tienen como referencia de generaciones pasadas, es decir cómo fueron educados por sus propios padres, por ejemplo que los hombres visten de azul, las niñas de rosa, los niños juegan a los carritos y las niñas a las muñecas, etc.

 

En la incorporacion de esos mandatos del modelo masculino tradicional no sólo intervienen la familia, también lo hacen otras instituciones como: la escuela en el diseño de los uniformes, el corte de cabello, el deporte por excelencia que es el futbol (de hecho la mayoría de las escuelas cuenta con canchas de futbol); los medios de comunicación con los anuncios publicitarios, caricaturas, telenovelas, películas; la iglesia con las ideas judeocristianas sobre la heterosexualidad y el papel del hombre como líder (gran parte de los dirigentes de cualquier religión son varones).

Todos ellos van regulando las prácticas que corresponden exclusivamente a los varones, si alguien intenta salirse de la norma, sirven como policías de género para continuar sobre ese mismo modelo. En particular, yo utilizo un término que llamo “anatomía social masculina” básicamente haciendo referencia a cómo a partir de todo el proceso de socialización ya mencionado, los varones van incorporando en su cuerpo esos mandatos que la sociedad les exige y los aprenden de maneras tan inconscientes que llega un momento en que ya ni si quiera se ponen en tela de juicio, los hacen propios y sus efectos empiezan a generar problemas en su salud, con su familia, en el trabajo, etc.

Independientemente de tu género ¿te identificaste con algunos de los mandatos de la ilustración anterior ya sea porque conoces a un hombre así o porque tú actúas de esa forma? Si tu respuesta fue afirmativa, felicidades, este es el primer paso para empezar a generar cambios en tu vida cotidiana, además se habrá cumplido con el propósito del artículo.

Finalmente es importante señalar que si todos participamos en la construcción de los hombres, también todos somos responsables de apoyar sus cambios, sin juzgarlos pero si mostrando sus responsabilidades, creando con ello nuevas posibilidades de vivirse como varones, menos violentos, más libres, más vulnerables, más humanos.

 

Si te interesa conocer más sobre el tema de masculinidades te sugerimos iniciar con los siguientes libros:

 

• Connell, R. (2015). Masculinidades. Editorial UNAM. México.

 

• Benno de Keijzer (2006). Cuerpo y Salud Masculina. Hasta donde el Cuerpo Aguante: Género, Revista la Manzana. Vol I. Num I. Disponible en línea en: http://www.estudiosmasculinidades.buap.mx/paginas/reporteBenodekeijzer.htm
• Montesinos, Rafael (2007). Perfiles de la masculinidad. Editorial Plaza y Valdes. México