La era de los videos musicales y los directores (Parte 1)

Cuando los cineastas le pusieron mucha imaginación a la música.

Actualmente los music videos forman parte importante de la cultura audiovisual, en gran medida a que los directores han revolucionado el lenguaje y se han vuelto más propositivos.

Si bien es cierta la frase que dice que: “sin director no hay película”, lo mismo se aplica para el caso de los videos musicales.

Es claro que detrás de todo producto audiovisual hay un realizador, alguien que toma las riendas del proyecto y lo lleva acabo hasta sus últimas consecuencias, y que sin él no podría ser concebido tal producto.

Al igual que en el cine en los años cincuenta, los directores de videos musicales tuvieron que esperar un cierto periodo de tiempo para que se les reconociera por su trabajo.

Solo hay que recordar que aún a principios de los años noventa, el video musical era aún reconocido por el artista al que pertenecía, no por el director.

No fue hasta la aparición de realizadores como Michel Gondry, Mark Romanek, Anton Corbijn, Chris Cunningham, Spike Jonze, Jonathan Glazer y Floria Sigismondi -por mencionar solo algunos- quienes salieron de lo convencional, mostrando una propuesta narrativa y visual mucho más elaborada y compleja que la de los demás directores.

Estos realizadores lograron pasar de algo completamente convencional y monótono, a algo totalmente nuevo y propositivo.

Es aquí cuando la ruptura de ciertos modelos visuales se hace notablemente mayor, y es que no solo se experimentó en lo narrativo, sino también en lo visual.

Solo hay que observar videos como “Sugar Water” de Michel Gondry, “Closer” de Mark Romanek o “Untitled 1” de Floria Sigismondi. Su manufactura es simplemente increíble, su técnica impecable y su estilo es inconfundible.

De este modo, es importante resaltar la labor de los directores en la actualidad, ya que son ellos quienes han llevado de la mano al crecimiento de esta ya desarrollada industria y al mismo tiempo le han dado proyección mundial.

Asimismo, han aportado técnicas nuevas y han refrescado el medio con su experimentación al momento de plasmar una idea y llevarla a la pantalla chica.

Actualmente los music videos forman parte importante de la cultura audiovisual, en gran medida a que los directores buscan nuevas formas, tanto de expresión como artísticas, para la creación de audiovisuales de vanguardia, por lo que el videoclip se vuelve el espacio ideal, por ser una forma de experimentación, para crear nuevos paradigmas.

Una de las razones que han propiciado este acelerado crecimiento en la realización de videoclips ha sido la gran apertura que se tiene a experimentar, ya que a comparación del cine, los music videos no están apegados a ninguna regla o parámetro, sólo a la duración de la canción en cuestión, y algunas veces, ni siquiera a eso.

Así, podemos ver que hasta ahora uno de los cambios más notables desde los inicios del videoclip ha sido lo referente al contenido, pues actualmente estos tienen una carga ideológica y artística importante dentro de los medios audiovisuales

Lo anterior nace de la necesidad que tienen las nuevas generaciones de consumidores de ver y de decir algo, más allá de lo convencional, algo que cuestione su intelecto y que no sólo sea la repetición de esquemas del pasado.

Tanto ha sido el desarrollo de esta industria, que en últimas fechas se ha venido trasformando gradualmente hasta convertirse hoy en día en una industria de millones de dólares.

No hay que olvidar en este rubro muchos de los videos de Michael Jackson, ya que algunos de ellos están situados en la lista de los más caros de la historia, siendo “Scream”, dirigido por Mark Romanek, uno de los music videos más costosos de la historia (7 millones de dólares), con el cual el director ganó el Grammy en 1996.

Actualmente es imposible pensar en un audiovisual sin tener la urgencia o la necesidad de saber quién lo dirigió, ya sea por la técnica o por la forma.

La era del video de “tal banda” o de “tal artista” ha quedado atrás para dar paso a la época de “tal o cual director”, con lo que ha crecido el regocijo de muchos de los consumidores ávidos de dichos productos visuales.

La importancia del trabajo de muchos de estos directores radica en que no toman al videoclip como una simple forma de promoción de un artista, sino como una forma de contar algo, incorporando nuevos elementos narrativos, así como una plataforma visual que permite la experimentación.

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