La problemática que enfrentará López Obrador como presidente

Con votación récord del 53.17%, en el cómputo total, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue elegido presidente México. Deberá tomar la conducción del país con una serie de problemas comenzando por la pobreza, la deuda externa la inseguridad, la violencia, la corrupción, los migrantes en los E.U., Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la política energética, problema de Derechos humanos, y el desempleo, además de las grandes expectativas del electorado.

Sus contrincantes ya han reconocido su victoria, así como varios líderes del mundo, que lo han felicitado por el buen resultado obtenido. Y si el camino para a la presidencia ha sido arduo para AMLO, exjefe de Gobierno de la Ciudad de México (2003-2006), su llegada a la presidencia se plantea como un camino no exento de obstáculos.

Entre las propuestas que ha hecho el futuro presidente está la venta de la flota de aeronaves y helicópteros presidenciales, así como no mudarse a Los Pinos, la residencia oficial del presidente de la República.

Empecemos por revisar el problema migratorio

Los días que precedieron al cierre de campaña estuvieron marcados por la polémica debido al endurecimiento de la política migratoria de EEUU marcado por la administración de Donald Trump, que ha afectado de manera negativa a ciudadanos mexicanos. Si bien una vez que abandonan su país y cruzan la frontera, los mexicanos están bajo jurisdicción estadounidense, la falta de protección y el “silencio” por parte de las autoridades mexicanas ha sido un elemento notorio.

López Obrador ha dicho que ansía establecer con su vecino del norte unas relaciones “basadas en el respeto mutuo” y la “protección” de los migrantes que “trabajan honestamente y viven allí”. A la luz de estas declaraciones, López Levy consideró que “no se puede decir que vaya a lograr mayor protección” para los mexicanos en EEUU, pero que “va a haber un cuestionamiento de una manera más abierta a la política de Trump” a través de la diplomacia.

 

Cuestionamientos al TLCAN y política energética

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es uno de los puntos que ha marcado la agenda bilateral entre EEUU y México en los últimos meses, y no será excepción en la nueva administración.

 

 

“En cierta forma el presidente Trump y AMLO tienen sus propios cuestionamientos a los resultados del TLCAN pero en dirección opuesta. En el caso mexicano es de notar que AMLO llamó a rescatar una política de fomento agrícola a través de la cual México recuperaría la producción nacional de maíz. Eso naturalmente implica una reducción de la importación del producto estadounidense. México importa el 27% del maíz que se produce en ese país”, constató el analista.

Otro punto de fricción que puede existir entre los dos países es la política energética. AMLO “se ha manifestado contrario a la dependencia estructural de la importación de gasolina por parte de México desde Texas”. Para revertir esta situación, el futuro presidente “ha planteado la construcción de nuevas refinerías”, con financiamiento desde China u otros actores.

Los meses que antecedieron a los comicios —en los que estaba en juego una cifra récord de más de 18.000 cargos a nivel federal, estatal y municipal— estuvieron marcados por un recrudecimiento de la violencia, que resultó en el asesinato de más de 135 candidatos de todas las extracciones políticas.

 

La violencia en el país

Más información: Elecciones bajo el fuego de la peor violencia en el México contemporáneo. La vinculación entre crimen organizado y política se hace más evidente en los niveles locales de Gobierno —como en los municipios—, donde el narcotráfico aprovecha para ingresar a las estructuras del Estado.

“No es casual que haya varios exgobernadores que han terminado fugitivos de la Justicia en los estados donde el tema del narcotráfico es más crítico, como en el caso de Tamaulipas y Sinaloa, entre otras cosas por lavado de dinero o vínculos con grupos delictivos”, precisó.

AMLO asumirá la presidencia de un México con niveles rampantes de violencia: 2017 fue el año más violento en la historia contemporánea del país, con más de 29.000 homicidios en apenas 12 meses. Las perspectivas para 2018 no se presentan muy alentadoras, pues hasta mayo se registraron unas 17.868 denuncias por homicidio. México enfrenta una creciente ola de violencia y asesinatos, lejos del foco de atención mundial.

 

El desafío de la delincuencia

Según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), 2017 fue el año más violento en los últimos 80 años, cuando estalló la Guerra Cristera. En doce meses se cometieron 29.168 homicidios, un 22% más que el año anterior. Los números desataron un escándalo el pasado mes de enero, cuando fueron hechos públicos.

Pero desde entonces, la ola de violencia no se detuvo. En mayo, de acuerdo con el SNSP, se cometieron 2.890 asesinatos en el país, la cifra más alta en la historia para un solo mes. Y la tendencia es que este 2018 será más sangriento que el año anterior, advierte el Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad.

Los familiares que se convirtieron en expertos rastreadores en busca de los restos de miles de desaparecidos en México. Los homicidios son una parte del problema. La organización civil detectó que en los últimos años aumentó la cantidad de regiones, pueblos y ciudades con violencia.

 

Existen además delitos como el robo de combustible y venta de drogas al menudeo que, además de multiplicarse, provocaron más asesinatos, dice a BBC Mundo Francisco Rivas Guerrero, director del Observatorio. Un ejemplo: en marzo pasado, Petróleos Mexicanos registró 1.417 sitios de extracción clandestina de hidrocarburos en el país, una cifra 34% mayor a la registrada en el mismo período del año pasado. Al mismo tiempo, algunos nuevos carteles de narcotráfico como Jalisco Nueva Generación (CJNG) se fortalecieron y disputan el mercado a otras organizaciones (mundo/noticias).

 

Sumemos además, la desaparición de 43 estudiantes en Iguala, Guerrero, sigue sin resolverse. La estrategia del gobierno de Peña Nieto para combatir el problema no funcionó, dice el activista. “Las condiciones del país no están bien y no van para bien, el pronóstico es bastante negativo”, insiste Rivas. “Es una tarea titánica, quien llegue va a encontrar un problema como no lo ha habido antes. Esta administración en el caso de seguridad dejará los peores números de la historia”, asegura.

 

Pobreza, deuda y TLCAN

El 1 de diciembre el nuevo presidente recibirá a México con casi 55 millones de personas pobres, según el gubernamental Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Es el organismo encargado de revisar las estrategias oficiales contra la pobreza y marginación, 6 gráficos que muestran los vertiginosos cambios que ha vivido México en los últimos 18 años. La cantidad de personas en precariedad equivale al 45% de la población total de México, superior a 120 millones.

El gobierno de Peña Nieto aplicó varias estrategias para combatir el problema como la “Cruzada contra el hambre”, que logró reducir la cantidad de personas en pobreza alimentaria o extrema. Los pobres en situación extrema no tienen recursos para contar con una alimentación básica. El otro concepto clasifica a quienes su ingreso alcanza para cubrir sus necesidades elementales.

 

TLCAN

Uno de los retos del próximo presidente de México es la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Pero en términos generales, el número de pobres se mantuvo. La diferencia entre ambos tipos de pobreza (alimentaria y extrema) es importante.

Es un reto para el futuro presidente de México, pero hay más. La herencia que recibirá incluye un panorama incierto en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Cuáles son los mayores obstáculos en la renegociación del TLCAN. Las conversaciones para obtener un acuerdo en principio –un documento para votarse en los congresos de cada país- están en suspenso.

Hasta ahora no hubo avances en temas controversiales como la intención de Estados Unidos de establecer una cláusula para renegociar el acuerdo cada cinco años. No hay fecha para reanudar las negociaciones, aunque el proceso final para ratificar el acuerdo correspondería a los nuevos congresos. El TLCAN es el principal acuerdo comercial de México.

No es toda la herencia al nuevo presidente, dicen especialistas como Raymundo Tenorio Aguilar, académico del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Quien sea el nuevo presidente recibirá “una economía que crece de manera mediocre”, dice a BBC Mundo. De hecho, en el actual gobierno el aumento promedio del Producto Interno Bruto (PIB) fue de 2,1% anual.

 

Deuda externa

En 2017 se cometieron 29.168 homicidios violentos en México. A esto se suma el crecimiento de la deuda externa del país, pública y privada, que de acuerdo con la Secretaría de Hacienda equivale a unos US$190.000 millones. Equivale al 53% del PIB mexicano, pero según las calificadoras internacionales de deuda se puede considerar “manejable” y con riesgo medio. Pero está cercano a su límite, pues esta consideración se ata a la decisión de las autoridades financieras del país. El próximo gobierno “hereda en términos de finanzas públicas una situación de riesgo en cuanto a los requerimientos financieros del sector público”, explica Tenorio a BBC Mundo.

 

“Se deja una economía agarrada con pinzas. No se puede quitarle algo de ingresos y gastar más”.

 

Derechos humanos

Ayotzinapa, Tlatlaya, Tanhuato, Apatzingán, Nuevo Laredo, Pegasus. Detrás de cada nombre existe un caso de abuso o violación a derechos humanos cometidos durante el gobierno actual. Entre 2012 y mayo de este año fueron asesinados 116 periodistas. Son parte de recomendaciones de organizaciones como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Se trata de casos no resueltos o en proceso de impugnación y que toca atender al próximo gobierno. Y son expedientes complejos. Ayotzinapa, por ejemplo, se refiere a la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos en Iguala, el 26 de septiembre de 2014. El duro trabajo de una pareja de paramédicos que lo que más hace es recoger muertos.

Recientemente, un tribunal federal ordenó rehacer la investigación del caso realizada por la Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR), porque encontró violaciones graves a los derechos de los inculpados. Un tribunal de México ordena una “comisión de la verdad” sobre la investigación del caso Ayotzinapa

En Tlatlaya, Tanhuato y Apatzingán, documentó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), se cometieron ejecuciones extrajudiciales por parte de soldados y policías federales durante operaciones contra la delincuencia organizada. En Nuevo Laredo, el Alto Comisionado de la ONU denunció la desaparición de al menos 24 personas durante operaciones de la Secretaría de Marina.

Como tampoco la mayoría de los homicidios de periodistas cometidos durante el gobierno de Peña Nieto. Entre 2012 y mayo de este año fueron asesinados 116 periodistas. La mayoría de los crímenes permanecen impunes. Un balance nada favorable, dice el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez.

 

Corrupción

Como es usual, México va en descenso: perdió un punto y seis lugares (pasó del 129 al 135) respecto al año pasado. En América Latina y el Caribe, México es de los peor evaluados. Está muy por debajo de Uruguay (lugar 23, con 70 puntos, el mejor calificado de la región), Chile (lugar 26, 67 puntos) y Costa Rica (lugar 38, 59 puntos); lejos de Argentina (lugar 85, 39 puntos), Brasil y Colombia (lugar 96, 37 puntos) y al mismo nivel de República Dominicana, Honduras y Paraguay.

Además, México ocupa el peor sitio entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el G20. ¿Será capaz Súper Andrés de revertir esta tendencia y, en seis años, convertirnos en la Nueva Zelanda o Dinamarca de América Latina? ¿Se da cuenta de que Venezuela está en la zaga mundial del combate a la corrupción?

El tema central de las ofertas de campaña de los tres contendientes es el combate a la corrupción. Hasta ahora, la propuesta del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia es la más osada y la más disparatada.

Más que en cualquier otro tema de su oferta de gobierno, Andrés Manuel López Obrador ha hecho alarde de incongruencia, ambigüedad y ligereza respecto a su compromiso de erradicar, no sólo combatir, la corrupción. Ha exhibido un voluntarismo, rayano en el pensamiento mágico, que revela su proclividad a la toma de decisiones unipersonales –es decir, arbitrarias– a la usanza del autoritarismo presidencial, manteniendo el poder de decidir a quién se juzga por corrupción y a quién no, con total desdén por el orden jurídico e institucional sobre la materia.

Hace año y medio, en agosto de 2016, el amo de Morena hizo una declaración descabellada de la cual, hasta ahora, no se ha retractado: Ofreció una “amnistía” a los corruptos. Sin importarle la incongruencia con su discurso –“nada ha dañado más a México que la corrupción y la impunidad”–, declaró que perdonaría a quienes han lucrado impunemente del erario “porque los que se necesita es justicia, no venganza. No odiamos a nadie”.

Su incoherencia confunde la aplicación de la ley con venganza, odio y rencor, erigiéndose juez y redentor de delincuentes. Remito a mi artículo titulado AMLO: Amnistía a corruptos (Proceso 2078), El salvador de almas perdidas no sólo ofreció amnistía a los corruptos de cuello blanco, sino también a los capos del narcotráfico que son los causantes no sólo de la violencia criminal, también de la corrupción a gran escala que padecemos. La frivolidad con la que externa sus ocurrencias son evidente y no debiera quedar impune.

 

Aunque su obnubilación –causada por el poder que aún no tiene– le impida el mínimo asomo de autocrítica, hay decisiones, actos y declaraciones que cuestionan su credibilidad y sensatez. Cinco ejemplos: 1) López Obrador y su partido son asiduos practicantes de la opacidad (Proceso 2144, 3 de diciembre e 2017). La transparencia no es su fuerte, 2) Su declaración patrimonial es inverosímil, 3) Su nepotismo ha sido exhibido, 4) Su silencio sepulcral respecto al líder petrolero y paradigma de la corrupción sindical, Carlos Romero Deschamps, es un silencio cómplice, y 5) Prometer acabar con los fueros y ofrecérselo al exlíder minero Napoleón Gómez Urrutia, quien además defraudó a sus agremiados por 55 millones de dólares, es cinismo puro y duro (Revista Proceso).

 

Solapar al corresponsable del accidente en Pasta de Conchos, donde murieron 65 mineros, es inmoral. Por todo ello, la promesa de AMLO de acabar con la corrupción, además de inverosímil, suena incongruente e irresponsable. Pero hay quienes confiamos que se podrá AMLO combatir la corrupción de forma decidida.

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