Mochileando por El Salvador

¿A dónde fueron estas últimas vacaciones? Ahhh que son pobres y les da miedo viajar sin dinero o con poco presupuesto. Son de esas personas que cuando viajan quieren hotel, restaurante y preguntan ¿no será peligroso ir para allá? Peor aún, ¿son de esas personas que viajan en tours con todo planeado atrás de una pandilla de ancianos y familias? Que vida tan aburrida.

Como feel me paga con cerveza y me mandan a las misiones más difíciles, pues me fui al Salvador con la misión de encontrar la diferencia entre la M.S 13 y la M.S 18 (Mara salvatrucha). Ya enserio, me fui a dar una vuelta por esas tierras y comprobar si era cierto lo que decían, que es un lugar muy bonito y tranquilo.

¿Cómo se llega al Salvador? La verdad es que es muy muy fácil hacerlo. La opción más rápida es agarrar un autobús de bajo costo (pirata) que sale en la calle Emiliano Zapata. En México D.F. hay varias compañías y por solo $600 (pesos mexicanos, unos 40 dólares) y mucha paciencia llegas hasta Tapachula, Chiapas. De ahí les recomiendo hospedarse una noche, pues el autobús que nos llevará hasta El Salvador solo sale a las 5 am. Los boletos se compran enfrente de la central de autobuses de Tapachula, la compañía se llama “galgo” les recomiendo un hotel que la gente lo conoce como “mama africa” en ese hotel todos los huéspedes son africanos y por solo $100 puedes dormir, hasta wifi tienen. Los dueños son encantadores y el lugar es todo un mito para los migrantes africanos que quieren llegar a Estados Unidos.

Como primer destino les recomiendo llegar a la ruta de las flores. El autobús los dejara en “sonsonate” (en medio de la carretera) solo tenemos que caminar 5 minutos de donde nos deja el autobús hasta la central de autobuses y de ahí agarrar un autobús que nos lleve a “Concepción de Atacó” el autobus nos cuesta solo 75 centavos de dólar y 1:30 horas de viaje.

Y ahí empiezan las sorpresas, primero por qué nunca pensé que las salvadoreñas fueran tan guapas, nunca me imaginé tampoco que los autobuses estarían tan bien (en comparación a los de México) y sobre todo me sorprendió la amabilidad y sentido de la justicia de los Salvadoreños.

Tengo que advertir que fui víctima de una estafa en la frontera de México con Guatemala, hace muchos años estuve de viaje por ahí y recuerdo que era peligroso pero no me paso nada. Les recomiendo que no cambien dinero en la frontera y si lo hacen lo hagan del lado mexicano, esa frontera está llena de gente queriendo estafarte, robarte o pidiéndote dinero. Si están muy atentos y son muy directos negando todo lo que les ofrecen no les pasara nada. Si si…. me chingaron 60 dólares por pendejo, pero así aprendí la lección.

Todo un contraste con la frontera de Guatemala con El Salvador. Los agentes de migración son muy amables y los que intentan cambiarte dinero todos van identificados y no hay peligro (siempre ponte atento). El autobús pasa por un escáner y te controlan el equipaje.

Ahí me comí un plato de carne con arroz y frijoles en lo que controlaban el autobús y nos daban el paso. Me costó solo 3.25 dólares con todo y fresco (el fresco es un vaso de agua con fruta natural muy rica).

Llegando a Concepción de Ataco encontré el hostal más barato de todos: “ataco backpakers” por solo 7 dólares la noche. Si quieres estar más tiempo el dueño te hace un precio más reducido.

La ruta de las flores me gustó mucho, cuenta con lugares naturales y pequeños pueblos muy lindos. Moverse entre los pueblos es súper fácil y barato, máximo 75 centavos de dólar el viaje en autobús. Lo que más me atrapó fueron las pupusas de a 20 centavos cada una (como gorditas de grijoles con queso), los gordinflones de apaneca (pequeñas esculturas antiguas a lo Botero) y los murales de los pueblos, por alguna razón se hicieron muy populares y todos quieren tener uno en su casa o negocio. Me lo tomé con mucha tranquilidad y me quedé 2 semanas disfrutando de toda esa ruta. De verdad increíble. También muy cerca de esa ruta se pueden visitar otros lugares naturales como el Parque Nacional Los Volcanes, Lago Coatepeque, entre muchos otros

Luego me dirigí a la playa, al Tunco para ser específicos. Es un lugar dedicado específicamente al surf, perfecto para quien lo practica. Cerca de esa playa hay algunas otras playas que visitar muy lindas. Pero a mí lo que más me maravillo fueron las montañas.

Volví a Sonsonate y por solo 36 dólares un autobús me llevó hasta Tapachula (autobuses condor en El Barrio el Angel).

Volví a casa en una sola pieza y en cuanto me recuperé del viaje tan largo, me senté y quise compartir con todos ustedes lo bello y que es ese país. La verdad me dejó sorprendido.

¿Inseguridad?

Puedes estar en tu casa leyendo esto y un meteorito caerte encima. Me sentí más inseguro entre los barrios turcos de Berlín que en El Salvador. La recomendación es: solo no busques problemas, ni ahí ni en ningún lado. Solo hay que mencionar que hay muchos “chichipates” pidiendo monedas para trago (indigentes alcohólicos). Eso era muy divertido, había uno que inventaba buenas historias para pedir dinero. No fui a la capital y nunca vi a un solo pandillero tatuado ni nada por el estilo.

Lo bueno

-Como siempre el viajar y conocer lugares nuevos, hacer nuevos amigos y descubrir nuevas cosas.
-En los lugares que frecuentamos los turistas hay mucha vigilancia
-Algunas cosas como comer en los Mercados es muy barato.
-Las tortillas son todas siempre hechas a mano y gruesas como gorditas
-La gente es muy hospitalaria, conocí a una pareja que me tuvieron por 5 días en su casa.
– Si viajas como artista o artesano es un buen lugar para hacer un poco de dinero y continuar tu viaje.

Lo malo

-La cerveza es cara, el litro lo encontramos por unos 3 dólares en el lugar más barato.
-Los salvadoreños en general tienen poca cultura de la limpieza y todo lo quieren botar al campo. Cualquier cosita que compras te dan una bolsa de plástico.
-La comida no me gustó mucho, no hay mucha variedad.
– Tienen poca cultura indígena y por lo tanto muchas de sus artesanías vienen de Guatemala o México; aun así, hay algunos artesanos muy sorprendentes.