Siempre me he preguntado ¿cuánta fuerza tendrán estas chicas en los brazos para hacer lo que hacen cuando las veo bailar en el tubo? Así que cuando una amiga me invito a tomar un clase de pole dance fitness supe que era algo que tenía que hacer.
Visitamos Pink Studio en la colonia Jardín Balbuena. Las clases comienzan con calentamiento y ejercicios para mejorar tu condición física, abdominales, squats, etc. Después comienza lo bueno, las clases son bastante personalizadas, cuando hay chicas nuevas les ponen a hacer ejercicios un poco más simples y a las avanzadas (como mi amiga) las ponen a hacer rutinas más complicadas como todas unas expertas. Es un ejercicio de resistencia buenísimo, realmente lo único que cargas es tu cuerpo, lo que es muy bueno para marcar el cuerpo en poco tiempo y bajar de peso.
En un ambiente relajado, muy divertido y con buena música, las chicas nuevas y avanzadas conviven ayudándose a hacer las rutinas. No se siente como ejercicio, claro que todo lo que haces es ejercitarte, pero la clase pasa tan rápido. Todas las chicas lo disfrutan, hacen bromas y juegan con el hecho de que estas tratando de hacer algo sexy que muchas veces no te sale en el primer intento.
Después de tanto tiempo practicando artes marciales debo admitir que creo haber perdido un poco la gracia femenina y aunque muchos ejercicios me salían a la primera, debo confesar que sí me hace falta trabajar mi lado sexy.
Al terminar los diferentes ejercicios muertas de risa y cansadísimas, hacemos la rutina completa que aprendimos durante la clase con música. Sin duda es un ejercicio muy divertido y funcional que todas las chicas deberían intentar al menos una vez.
