¿Por qué perdemos la dignidad?

Antes de iniciar quiero preguntarte ¿Alguna vez te has sentido fracasado en el amor? ¿Sientes que todas tus relaciones tienen el mismo final de sufrimiento? ¿Soportas más de lo normal a tu pareja pensando que el amor lo puede todo? ¿Tú autoestima es alta sólo cuando tienes pareja? ¿Has perdido tu dignidad con alguna de tus parejas? Si contestaste afirmativamente a más de una pregunta, seguramente este artículo será de tu interés y enfocándonos en la última interrogante, aquí vamos a platicar sobre qué prácticas estamos realizamos de manera no consciente y como resultado pisoteamos nuestra dignidad.

Para empezar, Alejandra llamas en su libro El arte de la pareja no dice que el propósito básico de toda relación es el crecimiento personal, sin embargo en muchas ocasiones nos encontramos en una relación por las razones incorrectas, relacionándonos más desde el miedo y nuestras inseguridades que desde el amor y por lo tanto esa crecimiento personal pocas veces llega o por el contrario disminuye.

Todo inicia desde que somos pequeños, traemos cargando una mochila en la cual almacenamos todo lo que vamos aprendiendo y nos es significativo para ponerlo en práctica cuando se ofrezca. En esa mochila colocamos entre otras cosas nuestros valores y creencias del amor (siendo nuestros padres el primer referente sobre dicho tema) y se pueden observan en discursos comunes que utilizamos como “el amor lo puede todo” y por lo tanto hay que aguantar vara porque seguramente son las pruebas que debemos sortear para llegar a un final feliz. Lo que no sabemos es que con esas dichosas “pruebas de amor” hacemos todo para no “fracasar” y retener a nuestra pareja, y eso incluye pisotear y perder nuestra dignidad.

 

 

Nosotros somos los que estamos realizando un mal casting con cada una de nuestras parejas, y lo hacemos a partir de nuestros vacíos de la infancia en relación al amor, atención, miedos e inseguridades, encontrando en cada relación la pareja perfectamente correcta para perder nuestra dignidad, obteniendo siempre el mismo final trágico.

Cuando hablamos de dignidad nos referimos a un valor que se va construyendo permanente y que todas las personas lo tienen (en mayor o menor medida), haciéndose acreedores de respeto para sí mismo y para los demás. Por tanto, cuando pisoteamos nuestra dignidad para que pase sobre ella nuestra pareja, también perdemos el respeto a nosotros mismos y cuando no hay respeto permitimos todo tipo de acciones como las que a continuación se mencionan en la lista, siendo la mayoría de ellas prácticas que realizamos en automático, es decir de manera no consciente, pero que nos van degradando como persona.

 

 

Lista de hábitos que no cuidan de tu dignidad:

1. Poner en riesgo tu salud (por ejemplo gastritis constante por problemas de pareja)
2. Acosar o suplicar en diversos escenarios cotidianos (Facebook, Whatsapp, celular, etc.)
3. No poner límites claros (que te revisen el celular, que siempre lleguen tarde, etc.)
4. Soportar “bromas inocentes” (sobre tu físico o comportamiento)
5. Dejas de hacer actividades por celos de tu pareja
6. Dejar de ser tú mismo (cambiar vestimenta, forma de hablar, etc.)
7. No expresar libremente tus sentimientos por miedo a que se enoje tu pareja
8. Asistir constantemente a lugares o eventos que no quieres ir
9. Abandonar tu círculo de amistades o familia
10. Justificar los comportamientos de tu pareja “en nombre de su amor”

 

 

Si te identificaste con alguno de estos ejemplos de la lista, espero te permita reflexionar sobre cómo te estás relacionando con tus parejas y en qué nivel estás colocando tu dignidad. Lo primero que debemos trabajar para establecer nuestra autoestima es el amor propio, ya que mientras tu corazón se encuentre bien podrás tomar decisiones más asertivas, buscando nuevas formas de relacionarte, más sanas para tu dignidad.

Finalmente te invito a que hagas el siguiente ejercicio: en lista en una hoja lo qué quieres realmente de una pareja, qué estás dispuesto a ofrecer y qué ya no vas a soportar, recuerda que tu dignidad sólo es tuya y tú eres el único responsable de no perderla en el camino.

 

Si quieres más información del tema recomiendo el libro:

Llamas Alejandra (2015). El arte de la pareja. México. Editorial Grijalbo