Como tantas tradiciones de México, la historia de las posadas tiene su origen en los pueblos prehispánicos, durante el proceso de evangelización. En los siglos XVI y XVII, los frailes encargados de convertir a los indígenas en la Nueva España al catolicismo hacían uso de su ingenio para conseguir su objetivo. Y lo lograron considerando tres aspectos:
1. Encontrar un punto en común con las religiones prehispánicas para crear una nueva festividad.
2. Adaptar la creencia o tradición prehispánica de la región para que checara con el cristianismo. Y si era necesario hacer una mezcla.
3) Sustituir las viejas creencias y celebraciones con las nuevas versiones cristianizadas, como las mismas posadas.
Ese fue el caso de las posadas navideñas, cuya historia se remonta a las famosas, llamadas “Nueve Misas de Aguinaldos”, durante las que se hacían representaciones del nacimiento de Cristo. La primera vez que se celebraron en el Nuevo Mundo fue en 1587, bajo la tutela de fray Diego de Soria.
El 25 de diciembre, que marca el solsticio de invierno para los habitantes del hemisferio norte, es una fecha festejada a lo largo y ancho del planeta. Así como el catolicismo la adoptó de la religión romana para la Navidad, en el México prehispánico se celebraba a dioses como Quetzalcóatl y Huitzilopochtli (cityexpress ).
El mes de diciembre se celebran y en todo el territorio mexicano, las posadas navideñas, tradición que se extiende por nueve días, antes de navidad, del 16 al 24 de este mes, y que se ha dado conocer en otros países de Latinoamérica. Y que enciende el buen ánimo entre los habitantes del país; compartiendo el calor humano y la fraternidad entre sus habitantes.
Posadas, es después de la Independencia de México que inicio la festividad que cada colonia organizara fiestas incluyendo a todos los vecinos durante los nueve días antes de navidad, en los que casa por casa se iba pidiendo posada cargando las imágenes de José y María, como ellos acostumbraban cuando Cristo iba a nacer, de acuerdo a la tradición católica, por lo que no es casualidad, que en esta época, adopto esta festividad el nombre de posadas. Que hoy se continúa en barrios, colonias y pueblos al interior del país.
Ponche de una gran variedad de frutas con piloncillo y canela para consumir caliente por las noches de diciembre, durante la celebración de las posadas, los vecinos que la hacen
de peregrinos alumbrados con velitas, pidiendo posada y esperando que el casero les permita pasar, para poder disfrutar de la fiesta; tamales o antojitos, ponche, aguinaldos y piñata, festividad que guarda la esencia social de las Posadas, y que continúa representando un motivo de alegría fraternal entre los vecinos mexicanos.
