15 de septiembre de 2016

 

 

¿Es válido como mexicanos festejar este 15 de septiembre?

 

Fuente: EFE Autor: Germán Falcón
               Foto: EFE/Germán Falcón

¿Es válido festejar? Cuando nuestra economía no ha podido crecer por encima del 2% en lo que va de este sexenio y su fragilidad cada vez es más notoria; ejemplo de ello es la caída del peso ante el dólar (19.40 pesos, 13 de sep), el descenso del poder adquisitivo del trabajador; con un salario mínimo de (73.04 pesos diarios) que lejos de poder obtener lo indispensable de productos de la canasta básica acrecienta la desigualdad, no contando con la perdida de empleos por el cierre gradual de empresas; aunque Peña Nieto presuma haber creado dos millones de empleos (Reséndiz, 2016, El Universal).

Qué festejar si con la aplicación de las famosas “Reformas Estructurales”, el Estado ha perdido lo poco que le quedaba del Sector Energético y con ello se pierde independencia y soberanía. Se ha entregado el petróleo a empresas como Shell, Repsol, ExxonMovil, Chevron y ahora, no solo hay que adquirir gasolina y gas del exterior, sino además el crudo, “México, el noveno productor mundial de petróleo, está en vía de convertirse también en importador de crudo. Espera traerlo de Estados Unidos” (Pérez Silva, 2015. La Jornada). Sumemos la privatización de la energía eléctrica en manos de particulares y de capital extranjero,  la cual profundiza la dependencia del exterior.

La mal llamada Reforma Educativa, que no es otra cosa, que una Reforma Laboral (Aboites, Hugo 2013),  en contra de los maestros y el pueblo de México; porque se trata de la privatización de la educación, mal copiando modelos de acuerdo a organismos internacionales, despojando a los profesores de los mínimos para trabajar con las niñas y niños, generando en el recuento; represión, muertes y caos.

La entrega del abasto popular y enseres a empresas como Walmart, Costco, Sam’s Club, Nestle, Kelloggs, entre otras, dañando a la industria nacional y al pequeño comercio, además la entrega y venta de grandes lotes de tierra para su beneficio, sin importar que con ello se pierde patrimonio y por ende soberanía. Y, aunque en el discurso del Ejecutivo esté el apoyo a pequeños y medianos empresarios.

Las tierras y el campo olvidado, sin inversión e incentivos del gobierno, ocupado, explotado y usufructuado, por estas empresas trasnacionales. Despojando y empobreciendo al campesino. A consecuencia de esto, desabasto de granos, alimentos y productos que encarecen la vida del grueso de la población. Haciendo que la importación y dependencia de EEUU, principalmente, crezca día con día.

El pueblo empobrecido con empleos paupérrimos, subempleo y desempleado; sin seguridad social y vejez sin jubilación, ni pensión. Añadido a lo anterior, hay un considerable aumento de la pobreza; más de 50 millones de habitantes (dato polémico; el gobierno de Peña Nieto asegura que ha reducido el número, aunque no transparente las cifras), contrastado con un pequeño sector de la población enriquecido junto con la cúpula burocrática y política a costa de la miseria de la mayoría.

Más que festejar debería ser un día de protestas generalizadas que demanden: la renuncia de funcionarios incompetentes, el cambio del modelo económico, por empleo, salarios dignos, por el rescate y la inversión del campo, por la nacionalización de la Industria Energética, por una Industria de abasto popular de calidad y al alcance del trabajador, inversión real, es decir el 8% del producto interno bruto en educación, ciencia y tecnología.

Y entonces sí, estaremos en condiciones de estar orgullosos de nuestros gobernantes, de nuestra historia, del crecimiento y desarrollo de México; de su  soberanía y de la posibilidad de construir una independencia de otras potencias.

Así si podríamos gritar con una voz contundente: ¡Viva México!

Porque habría un país fuerte,  nacionalista y nuestro.

¡Viva la Independencia de México!

Porque ya no tendríamos a las empresas trasnacionales explotando nuestro suelo, como aves de rapiña devorando nuestras entrañas.

Levantaríamos la voz diciendo: ¡Vivan nuestros héroes que nos dieron Patria! Porque nos sentiríamos orgullosos de tener una tierra que en verdad fuera nuestra, nos sentiríamos acogidos como hijos de la Madre Patria.

Y diríamos ¡Viva México! ¡Viva México! Hoy y siempre. ¡Viva México!

 

Fuentes:

Aboites, Hugo 2013. URL https://cnteseccion9.wordpress.com/2013/12/16/reforma-educativa-o-reforma-laboral/

Pérez, Silva Ciro, González Amador Roberto y Agencias, 2015. La Jornada URL

http://www.jornada.unam.mx/2015/01/08/economia/032n1eco

Reséndiz, Francisco, El Universal. 08/07/2016 URL http://www.eluniversal.com.mx/articulo/nacion/politica/2016/07/8/presume-pena-nieto-2-millones-de-empleos.

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