Primera Parte
Para contestar estas dos interrogantes es necesario revisar en la historia de Cuba y de Fidel: tratarlo de ver desde las dos visiones, aunque hay que puntualizar que mi reconocimiento y admiración es por él.
La intención de este artículo es ubicar y develar la postura de unos y otros: simpatizantes y detractores o enemigos. Para lo cual es de considerar dos elementos, aquellos que poco saben de su vida y de la Revolución Cubana, no necesariamente me refiero a los que no han visitado la isla caribeña, los cuales podrían ser en muchos de los casos quienes han estado ahí, pero su miopía de clase no hayan visto más allá de su limites perceptibles o conceptuales. Pero también, los otros, que dejados llevar por la admiración, el chovinismo y la idealización; lo ven como a un especie de ser mitológico o un Dios.
En esta reflexión hablamos de la existencia de Fidel Castro, que aunque el murió el 25 de noviembre de este año, su obra y él sigue vigente, presente por su trascendencia.
Fundamental es la revisión histórica del alegato por el hecho frustrado al ataque al Cuartel Moncada, el 26 de julio 1953, contra el dictador Fulgencio Batista. Este es un momento de trascendencia, por una serie de factores, pero principalmente, porque es el inicio de una lucha por liberar a Cuba de la opresión. Y él, ante su alegato y el interrogatorio de los jueces, -sereno, seguro de sí mismo, a pesar de estar esposado- vertía con firmeza y convicción ante un público ajeno (el más cercano), palabras como flechas:
“Traigo en el corazón las doctrinas del Maestro y en el pensamiento las nobles ideas de todos los hombres que han defendido la libertad de los pueblos (…)” Se refería a José Martí y agregaba “(…) Que hable por mí el Apóstol”, con voz fuerte, pausada y contundente, enfatizaba; “Para dar a entender que estaba resuelto a luchar solo contra tanta bajeza, añadí a mi escrito aquel pensamiento del Maestro: Un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército (…)”. Discurso, que se volvería histórico, guía de su obra revolucionaria y profecía; como veremos en este artículo.
Y fue en ese momento, visiblemente que surgieron muchos enemigos o adversarios políticamente hablado, quiénes: el régimen de explotación, opresión, representados por el dictador Batista, la oligarquía empresarial (los dueños de los casinos, principalmente: nacionales y extranjeros), tranquilizados por el momento, porque para ellos, el líder había fracasado y con ello el intento de la revuelta terminaba también.
Después de salir de la cárcel Fidel decide exiliarse en México en julio de 1955, para reflexionar, analizar y formular un mejor plan, reunir fondos, preparar huestes para continuar con sus ideales y sueños.
Evocando el discurso que pronunció contra lo que él creía una tiranía, que habría extirpar de raíz, de la tierra usurpada y quebrantaba la patria. “El verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber, y ese es el mismo hombre práctico cuyo sueño de hoy será la ley de mañana”.
El regreso de Fidel con el grupo de revolucionarios (la guerrilla): el Che Guevara y Camilo Cienfuegos, entre otros, a la Isla y con el asalto al cuartel Moncada; triunfa la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959. Ahí resurgirá nuevamente la enemistad y odio contra Fidel de sus enemigos históricos en el poder. Pero al mismo tiempo cuenta con el apoyo de los revolucionarios y de un pueblo decidido a dar la vida por mantener ese triunfo. Ahí es donde acentúan las dos partes irreconciliables, dos posturas contrarias, dos formas de ver la realidad de la Revolución Cubana: la de los derrotados y expulsados, la de los revolucionarios y el pueblo. Enfoques que van a influir en el análisis y la opinión de la gente.
Los enemigos se fueron multiplicando con el tiempo, pero también los adeptos, simpatizantes y quienes tenemos conciencia de clase y de la historia. También, hay precisar como dice Adolfo Sánchez Vázquez, “que no existe neutralidad de la conciencia o imparcialidad”. Veamos quiénes son unos y otros. Los primeros un gobierno y un régimen derrotado: los poderosos que tuvieron que abandonar el Paraíso Caribeño; con ello sus empresas, mansiones y gran parte de su bienes. Exilándose en los EE.UU., principalmente en Miami, la Revolución los llamo “la escoria”. Y quienes se muestran contrarios a la Revolución Cubana; a sus logros y a Fidel de una u otra manera, tienen una visión en común: es el rechazo y la miopía de no querer ver la realidad del desarrollo y crecimiento de Cuba.
¿Quiénes son los que atacan y quiénes son los que defienden a Fidel Castro?
Los enemigos de la Revolución Cubana y de Fidel, después de triunfo se multiplicaron. A su vez, los pueblos oprimidos que se enteraron de la transformación del archipiélago caribeño, particularmente en Latinoamérica y otros países pobres; lo tomaron como un modelo a seguir y a Castro un héroe a imitar (aunque en la realidad pocos lo emularon), pero simpatizantes aparecieron por cientos de miles en todo el mundo, porque además, se iba constatando los avances y logros de la Revolución. Adelantando algunos de estos logros actualmente:
El Departamento de Educación de la UNESCO señala que Cuba dispone de la tasa de analfabetismo más baja y de la tasa de escolarización más alta del continente. Y que ocupa el decimosexto puesto mundial —el primero del continente americano— en el Índice de Desarrollo de la Educación(IDE).
Algunos indicadores permiten evaluar la excelencia del sistema de salud en Cuba. Así, la tasa de mortalidad infantil es de 32 por mil en América Latina y de un 4,6 por mil en Cuba, la más baja del continente, desde Canadá hasta Argentina. Cuba es la nación que dispone de más médicos por habitante de todo el mundo. Según el New England Journal of Medecine (NEJM) agrega que Cuba dispone del doble de médicos por habitante que Estados Unidos (Razones de Cuba).
El principal de los enemigos, al lado del dictador vencido, Fulgencio Batista y su comitiva de funcionarios, fue el gobierno de los EE.UU., baluarte del imperialismo, las trasnacionales y los grandes organismos internacionales (el Fondo Monetario Internacional –FMI-, el Banco Mundial –BM-, la Organización de las Naciones Unidas –ONU-, entre otras), que representan al imperio. Junto con ellos, los cubanos expulsados de la Isla (la mayoría de empresarios y sus familias). Los ricos, que fueron sacados de Cuba fue porque los arrancaron de su riqueza mal habida. Ellos hablaron pestes del Comandante Fidel y de la Revolución; con múltiples calificativos despectivos y trataron a toda costa de derrocarlo, con varios intentos fallidos; como el ataque a playa Girón y a Bahía de Cochinos.
Los presidentes del Imperio del Norte, empezando por Dwight D. Eisenhower, pasando por, John F. Kennedy, Richard Nixon y otros más, hasta llegar a Barack Obama (13 mandatarios), decretaron un bloqueo económico contra la Isla, generando una política de exclusión y condena al régimen de Castro, planeando un sin fin de atentados desde el Estado, contra Fidel. Con ayuda de la CIA y otros organismos, se destinó presupuesto para el pago de periodistas y personajes, que buscaban desacreditar y terminar con él y el régimen socialista en Cuba.
Un papel fundamental de soporte para el comandante, fueron sus compañeros revolucionarios, pero también a su lado se encontraba el pueblo liberado y beneficiado por la Revolución, junto a ellos los simpatizantes y aliados: algunos gobiernos socialistas, como la Unión Soviética, China, entre otros. Además algunos países pobres que buscaban su transformación, presidentes, líderes, intelectuales, artistas, trabajadores y pueblo en general. Muchos de estos, con un elemento en común; un sentido de conciencia social crítica.
Antes, durante y después el Comandante en Jefe, Fidel Castro, se mantuvo firme y de pie, siempre, porque atrás de él estaba un pueblo que había despertado para ser libre y nunca más estar arrodillado ante los poderosos. Él con memoria clara de lo que había querido para su pueblo, desde aquel momento, ese 26 de julio de 1953 que decidió un futuro, al pronunciar su alegato:
Vivimos orgullosos de la historia de nuestra Patria; la aprendimos en la escuela y hemos crecido oyendo hablar de libertad, de justicia, y de derechos. Se nos enseñó a venerar desde temprano el ejemplo glorioso de nuestros héroes y de nuestros mártires, Céspedes, Agramante, Maceo, Gómez y Martí, fueron los primeros nombres que se grabaron en nuestro cerebro; se nos enseñó que el Titán había dicho que la libertad no se mendiga sino se conquista con el filo del machete (Publicado en Granma, 1992).
Con ese mismo machete el pueblo estaba dispuesto a defender, lo logrado por la Revolución:
“Se nos enseñó a querer y defender la hermosa bandera de la estrella solitaria y a cantar todas las tardes un himno cuyos versos dicen que vivir en cadenas es vivir en oprobios y afrentas sumidos y que morir por la patria es vivir (Publicado en Granma, 1992)…
Fuentes
Bell José, López Delia Luisa y Caram Tanía, (2012). “Documentos de la Revolución Cubana 1964”. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.
https://lahistoriabiencontada.wordpress.com/2013/01/01/por-que-marti-autor-intelectual-del-moncada/
http://razonesdecuba.cubadebate.cu/articulos/fidel-castro-y-los-logros-sociales-en-cuba/
Fuentes:
Bell José, López Delia Luisa y Caram Tanía, (2012). “Documentos de la Revolución Cubana 1964”. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.
(Publicado en Granma 22/7/92)
https://lahistoriabiencontada.wordpress.com/2013/01/01/por-que-marti-autor-intelectual-del-moncada/
Editorial La Jornada.
Artículo dedicado a Cristóbal Fernando Pérez León
Por el conocimiento y admiración, por Cuba y Fidel Castro.
1 de diciembre de 2016.
