¿En qué momento se descompuso el contexto social en México? Parte III

De defender el peso como un perro, al exterminio de disidentes del gobierno lopezportillista

Tercera Parte

El ambiente social empezó a cambiar. Iniciaba el sexenio de José López Portillo con crisis económica, pero con la esperanzas de superarla y mejorar en los diferentes ámbitos del país. Había buenos ánimos con el nuevo presidente y su lema “la solución somos todos”. La situación de México era complicada, sobre todo por la reciente devaluación del peso y los malos manejos de la economía, pero el “hidalgo pobre” como el mismo se nombró en sus memorias, estaba dispuesto a luchar y que “defendería el peso como un perro”.

Con su gran amigo Jorge Díaz Serrano en Petróleos Mexicanos (PEMEX) en la dirección, decía el presidente “preparémonos para administrar la abundancia”, pues éste le había prometido explotar nuevos yacimientos de crudo (Cuellar, La Jornada. 2004).

López Portillo

Todo iba muy bien (en apariencia), los resultados de la venta del petróleo en acenso, como la espuma que brota al descorchar la champaña, se vivía un ambiente festivo en los pinos y dependencias del gobierno, se celebraba con buenos sueldos, viáticos, compensaciones, bonos, aumento a pensiones, nuevas plazas para los amigos y dispendios. Bueno, hasta se aumentó el pago del aguinaldo de 30 días a 40 días. Todo lo anterior para los burócratas, pero el pueblo siguió sumido en la miseria y en el olvido. La bonanza petrolera a pesar contribuir al crecimiento del 8%, no se notó en el bolsillo del obrero o campesino, porque la inflación creció al 10%; excluyendo a la clase popular del beneficio.

Al Negro, Arturo Durazo, cuate del presidente (quien lo defendía en los pleitos callejeros en su juventud), le concedieron el cargo de la Dirección General de Policía y Tránsito del Distrito Federal. Resultados de su administración: “los muertos del río Tula, la larga cadena de corrupción que instauró en la policía capitalina y la ‘institucionalización’ del terror por parte de la temible Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia (DIPD), que encabezó su amigo Francisco Sahagún Baca” (Cuellar, La Jornada 2004).

Al Negro, Arturo Durazo,

Nuevamente la mala administración de los ingresos, la exacerbada corrupción y la deficiente, por no decir nula, planificación económica llevo al desastre a México. La incapacidad de considerar la ley de la oferta y la demanda, el control del crudo por parte de los EE.UU. y las fluctuaciones del precio a nivel mundial, por diversas variables. Por no contar con una economía que invirtiera en la producción agraria, en la creación de medios de producción (máquinas), en la educación, ciencia y tecnología, en el mejoramiento social y sobre todo en el combate a la pobreza. Claro está, que lo anterior no es posible en un país con una economía dependiente, pero el manejo torpe de la misma y falta de oficio en la conducción en políticas públicas que generaran y generen un crecimiento económico sostenible, ha llevado al fracaso al gobierno y al partido en el poder.

México crecía al 6 y hasta 8 por ciento anual, pero el déficit público y la inflación también. En diciembre de 1976 la deuda era de 19 mil 600 millones de dólares y para 1982 llegaba a 59 mil millones; la inflación alcanzaba 90 por ciento y el dólar había pasado de 24.50 a 57.20 pesos. El sueño de la potencia petrolera terminó en pesadilla (Cuellar, 2004).

Portillo

Por otro lado, la eficacia en el control, represión y exterminio de todo movimiento disidente al sistema ha sido certero, esta no fue una excepción en este gobierno lópezportillista. Como lo muestra el informe de la Comisión de Trabajo para el Esclarecimiento de la Verdad Histórica:

El combate que el Estado emprendió en contra de estos grupos nacionales -que se organizaron en los movimientos estudiantiles y en la insurgencia popular- se salió del marco legal e incurrió en crímenes de lesa humanidad que culminaron en masacres, desapariciones forzadas, tortura sistemática, crímenes de guerra y genocidio -al intentar destruir a este sector de la sociedad al que consideró ideológicamente su enemigo (Ramírez, La Jornada 2006).

López Portillo sexenio

Y nuevamente la guerrilla sufrió las consecuencias de fuerza del Estado, de esto da cuenta el informe que describe el fiscal Ignacio Carrillo Prieto, quien llamó “política del Estado mexicano” contra disidentes políticos y guerrilleros en esa época.

En el capítulo de la guerra sucia en los años 70 contra los grupos guerrilleros urbanos de todo el país, la indagación oficial comprueba el uso sistemático de la tortura y la detención-desaparición de guerrilleros, familiares y conocidos. Analiza las estrategias guerrilleras y las empleadas por el gobierno para aniquilar a la Liga Comunista 23 de Septiembre y a los otros grupos armados (Ramírez, 2006).

Portillo sexenio

Es sorprendente la capacidad y efectividad del aparato represor del Estado contra de la oposición y los grupos armados (guerrilla) para someterlos y en algunos casos eliminarlos. Si con inteligencia se planeara, sistematizara la economía y las políticas públicas en México y en particular en el gobierno de López Portillo, otros momentos se estarían viviendo en estos tiempos. Además, el uso de la corrupción como un método constante en el abuso del poder del gobierno priísta, y que decir, de los panistas (en la presidencia), no se han quedado atrás. Esta forma fallida de gobernar lopezportillista para la mayoría o para una sociedad de su tiempo (contemporánea), es un grave error y un suceso clave; en la comprensión y análisis de la descomposición social actual.

El fracaso, si así lo podemos nombrar, del gobierno de López Portillo dio pie a que un grupo reducido y privilegiado de funcionarios encubados o formados en la administración pública del régimen, específicamente, en la Secretaria de Programación y Presupuesto, los llamados tecnócratas -encabezado por Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, José María Montoya, Francisco Labastida, entre otros-, se alistarán para el relevo en el poder, pues los políticos priístas habían agotado su capacidad de gobernar. A López Portillo se le conoce como el último político en la presidencia. Este hecho, es otro suceso clave en este periodo de la historia del país, que nos sirve junto con otras claves para entender mejor la realidad político social en México.

Fuentes:
Cuellar, Mireya (2004). La Jornada http://www.jornada.unam.mx/2004/02/18/008n1pol.php

Ramírez, Cuevas Jesús (2006), La Jornada. http://www.jornada.unam.mx/2006/03/03/index.php?section=politica&article=029n1pol

Becerril, Andrés (2011). El Excélsior
http://www.excelsior.com.mx/2011/09/04/nacional/766017

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