Razones del por qué la marcha convocada para este domingo 12 de febrero, no representa al pueblo de México:
Primero, no sólo es de rechazo a Donald Trump, sino más bien en apoyo a la “unidad nacional” en torno al presidente Peña Nieto, buscando reivindicar la imagen tan deteriorada del primer mandatario, pero se les olvida que son tantos los agravios contra los mexicanos: los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, la imposición de la Reforma Educativa, el constante golpeteo al magisterio nacional y los gasolinazos, como para creer que la conciencia nacional olvide esto y todo el daño ocasionado por este gobierno para que se piense en un “borrón y Peña nuevo”. Motivo por el cual empiezan a escucharse voces de protesta, por ejemplo: la indignación de la comunidad universitaria porque el rector Graue no los tomó en cuenta a estos, al invitar a sumarse a esta concentración.
Opinamos que el rector debe de reconsiderar actitudes que atentan contra el espíritu plural, democrático y de justicia social de la UNAM y llamamos a la comunidad universitaria, estudiantes, académicos, trabajadores y sus representantes en los diferentes órganos colegiados, así como a sus organizaciones, a abrir el debate universitario en torno a este hecho y manifestar las propuestas necesarias para que la UNAM verdaderamente pueda convertirse en factor de apoyo a la comunidad mexicana en Estados Unidos frente a las acciones de Trump y ante la necesaria construcción de un proyecto de nación libre, soberana e independiente (La Jornada, 2017).
La razón siguiente, es porque la lucha por la defensa de la nación y la soberanía no se hace por un puñado de ciudadanos, agrupados por el sector oficial y burocrático, tomando como pretexto el rechazo del presidente Donald Trump, cuando han tenido la oportunidad de manifestar su desacuerdo con él, por el contrario le dan la mano, lo aceptan y le hacen caravanas (ocurrido antes y después de la toma de la presidencia de los EE.UU., además, indebidamente lo invitó Peña Nieto al país, sin importar que había un repudio generalizado), pudiendo protestar enérgicamente haciendo un pronunciamiento oficial de rechazo a su política económica y migratoria. Ellos piensan que son tiempos pasados, cuando el PRI y sus aliados llamaban a cerrar filas en torno a su líder nacional, el presidente en turno, pues se equivocan, hoy existe una creciente inconformidad entre la población que va generando desacuerdo y una conciencia de repudio al gobierno actual.
Lo que hoy está en juego es el presente y el futuro de millones de compatriotas que han formado la otra nación mexicana del otro lado del río Bravo, e incidido en muy diversas e importantes mutaciones demográficas, culturales y productivas en capas y sectores de la sociedad estadounidense. También está en entredicho, o en peligro inminente, el régimen comercial y de intercambio financiero, de inversiones y proyectos, tejido al calor de la apertura externa de México y la subsecuente firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Cordera, 2017).
La otra razón, es que televisa, los “intelectuales” al servicio del Estado y los comparsas del sistema, no tienen valor moral, ni mucho menos poder de convocatoria para llamar a la ciudadanía a manifestarse por la unidad y al rechazo de la política de Trump, porque son ellos quienes han contribuido de manera directa e indirecta a que el pueblo de México se encuentre, en la pobreza, atraso, ignorancia e indiferencia; unos son responsables directos y los otros cómplices del daño generado a la nación.
Al final, la estrategia mala y la acción –marcha #VibraMéxico- fallida.
Fuentes:
Rolando Cordera Campos, (2017). La Jornada
http://www.jornada.unam.mx/2017/02/12/opinion/016a1pol
Correo ilustrado, La Jornada, (2017).
http://www.jornada.unam.mx/2017/02/12/index.php?section=correo