Entre esos enemigos aparte de los mandatarios de los EE.UU. sobresalieron Augusto Pinochet dictador de Chile
Los enemigos se multiplicaron por decenas, cientos y miles, con orígenes visibles, los derrotados y expulsados: batistas y simpatizantes; “la escoria” como les llamo la Revolución Cubana. Los gobiernos de los EE.UU., los capitalistas, simpatizantes y los mercenarios a sueldo (periodistas, artistas e intelectuales). Los gobiernos y líderes que veían amenazados sus intereses por la imagen de Fidel y por el ejemplo de la revolución, la derecha en pocas palabras, todos ellos operaron de forma sincronizada y automática como si se hubieran puesto de acuerdo, aunque en algunos casos lo hicieron para desacreditar y atacar al gobierno de Castro, pero no necesariamente lo hicieron.
Revisemos lo que decía Vladímir Ilich “Lenin”: que el Estado burgués contra sus enemigos el proletariado funciona de una forma sistemática, automatizada, como una máquina donde cada una de sus partes trabajaban para hacer que todo el engranaje funcione correctamente y a su vez todo el sistema opere bien, sin necesidad de que las diferentes partes se pongan de acuerdo (Lenin, 1917). Así los enemigos operaban de forma sistemática y como una máquina bien aceitada pero no lograron su objetivo principal de terminar con la Revolución Cubana y derrocar a Fidel.
Entre esos enemigos aparte de los mandatarios de los EE.UU. sobresalieron Augusto Pinochet dictador de Chile y quien segó los sueños de un pueblo libre y de un gobierno que se nombraba marxista; que tenía la simpatía de Fidel.
En 1970, Chile se había convertido en un objeto central del interés de Castro una vez fue elegido democráticamente el marxista Salvador Allende, un aliado que aparecía para Cuba en momentos que buena parte de los gobiernos del continente le eran indiferentes o abiertamente hostiles. Allende desarrolló una cercana amistad con Castro (…) Castro incluso le regaló la ametralladora que el mandatario chileno usó para defenderse durante el golpe de Estado del 11 de Septiembre de 1973 en el que finalmente murió (animalpolítico, 2016).
Otro enemigo fue Rómulo Betancourt al frente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en los años 60s, obedeciendo al mandato del enemigo acérrimo del norte “El Tío Sam”.
Uno de los momentos más difíciles en los primeros años del gobierno de Fidel Castro ocurrió el 21 de enero de 1962, cuando la Organización de Estados Americanos, reunida en pleno en Punta del Este, Uruguay, ordenó por 14 votos a uno, la expulsión de Cuba del organismo y de todo el sistema interamericano (…) Pocos hechos simbolizaron tan fuertemente el aislamiento diplomático que por largos años sufrió Cuba frente al resto del continente (animalpolítico, 2016).
En Sudáfrica surge un enemigo más el sistema llamado apartheid formado por un régimen de segregación racial con Namibia, debido al interés de “Fidel Castro asumió la intervención de tropas cubanas en África en la década de 1970 como una cruzada personal, asegurando que su ejército ayudaría a combatir los rezagos del imperialismo europeo y destruir la discriminación racial contra los negros en África” (animalpolítico, 2016). Ahí surgieron una gran cantidad de amigos como son: los habitantes de los pueblos africanos que Fidel brindo ayuda, además el líder Nelson Mandela; que con el tiempo se convertiría en un gran amigo y presidente de Sudáfrica; al igual que el presidente de Angola, José Eduardo do Santos y otros personajes más.
Ahora bien, regresando a Latinoamérica los enemigos de la derecha los “intelectuales”, como Mario Vargas Llosa a la cabeza, de alguna forma contribuyeron a la leyenda de Fidel Castro, volviéndose luego uno de los más notorios opositores. Con el tiempo la Revolución Cubana atrajo a muchas, figuras más destacadas de las letras latinoamericanas, que ayudo en mucho a contrarrestar los ataques de la derecha. De estos sobresalieron: Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Jorge Edwards y muchos otros, “las figuras más rutilantes del llamado “boom”, coincidían en expresar su simpatía por la revolución castrista” (animalpolítico, 2016) y a nivel internacional tenia admiradores como: Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, entre otros.
Sumemos a estos, a los presidentes de países de Latinoamérica que tenían buena relación con Cuba y amistad con Fidel; empezando por Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Evo Morales José Mujica, Daniel Ortega, Rafael Correa, que además, para ellos, de una u otra manera, era un referente de gran importancia. Agregamos, algunos presidentes en la escena internacional; empezando por Nikita Jrushchov, Francois Mitterrand, Josip Broz “Tito”, Juan Carlos I de España y terminando con Vladimir Putin. Desde luego, otras decenas más de líderes y mandatarios del mundo que no sólo tenían buena relación, sino que además, había admiración por Fidel Castro; quién en su alegato el 26 de julio terminaba diciendo “la historia me absolverá”.
Fuentes:
Vladímir Ilich Lenin (1997). El Estado y la Revolución, Fundación Federico Engels, Madrid Primera edición.
(Publicado en Granma 22/7/92)
https://lahistoriabiencontada.wordpress.com/2013/01/01/por-que-marti-autor-intelectual-del-moncada/ Consultado el 3 de diciembre de 2016.
Editorial La Jornada.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/11/25/murio-fidel-castro-padre-de-la-revolucion-cubana-anuncio-su-hermano-raul-1ntes Consultado el 3 de diciembre de 2016.
ww.animalpolitico.com/2016/11/fidel-castro-grandes-enemigos
Consultado el 8 de diciembre de 2016.
