Los sobrevivientes del movimiento estudiantil del 68

Cincuenta años después de la masacre de estudiantes de la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en el corazón de Ciudad de México, exlíderes de esos jóvenes alzados, activistas y estudiantes marcharán este martes en memoria de los caídos, cuyo número exacto sigue sin conocerse.

La conmemoración de los 50 años de esta represión estudiantil inició por la mañana del martes cuando diputados, senadores, en su mayoría de la izquierda, y el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, encabezaron una ceremonia en el Zócalo (plaza central de la capital), en la que la bandera mexicana fue colocada a media asta en señal de luto.

Al conmemorarse el 50 aniversario de la matanza de Tlatelolco, aquellos jóvenes alzaron de nuevo la voz. Las palabras del fallecido Raúl Álvarez Garín, uno de los líderes históricos del movimiento del 68, cobraron mayor fuerza: los sobrevivientes de esa generación sumaron un nuevo llamado a su exigencia de verdad y justicia; hoy están dadas las condiciones para transformar el país en uno libre, democrático y justo –como demandaban hace medio siglo– y corresponde a la ciudadanía organizarse para alcanzarlo.

Durante la conmemoración se instaló un antimonumento en una de las jardineras cercanas al Zócalo de Ciudad de México en el que se lee: 2 de octubre no se olvida. Fue el Ejército, fue el Estado.

La participación de los jóvenes de hoy es indispensable para construir un país diferente, sentenció ayer Félix Hernández Gamundi en nombre del Comité 68, durante el mitin en la Plaza de la Constitución, donde miles llegaron para recordar aquel trágico episodio de la historia reciente del país.

La cita era a las cuatro de la tarde, pero desde mucho tiempo antes miles comenzaron a congregarse en la Plaza de las Tres Culturas para marchar hacia el Zócalo encabezados por el Comité 68. Fueron 90 mil, de acuerdo con cifras del Gobierno capitalino, aunque los organizadores hablaron de muchos más.

Los primeros contingentes llegaron al Zócalo después de las cinco y media de la tarde. La banda de Tlayacapan amenizaba la conmemoración y se leyó el poema La estela de Tlatelolco, de Rosario Castellanos, en homenaje a los caídos.

El reloj de catedral marcó las seis y diez de la tarde. La hora en que hace medio siglo comenzó el fuego contra la multitud reunida en la Plaza de las Tres Culturas.

Y se guardó un minuto de silencio por las víctimas del 2 de octubre de 1968. ¿Cuántos muertos caben en un minuto de silencio?

Lo que no pudieron las balas ni las amenazas del gobierno, lo logró el paso de los años. En esta emblemática conmemoración casi todos los históricos fueron los grandes ausentes. Nombres como Raúl Álvarez Garín, Leopoldo Ayala, Fausto Trejo, Roberta Avendaño, Javier Barros Sierra, Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca, José Revueltas y Eduardo Valle, El Búho, por citar algunos, acompañaron en espíritu la manifestación. Murieron sin la satisfacción de obtener justicia, pero ayer, en un emotivo pase de lista, se nombró a 36 de los ausentes.

La tarde del 2 de octubre, Félix Hernández estaba junto con otros oradores en una improvisada tribuna colocada en el tercer piso del edificio Chihuahua del complejo habitacional de Tlatelolco. Desde allí, explicaban a los 8.000 asistentes los resultados de una reunión que habían sostenido esa misma mañana con representantes del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz.

“El 68 es una herida abierta”, afirma Ana Ignacia Rodríguez, conocida como ‘La Nacha’, durante una entrevista con RT. “No hay nada que festejar. Hay que conmemorar, pero no hay nada que celebrar, porque no hemos tenido justicia. Es vergonzoso que a 50 años y después de todo lo que se está haciendo sigamos con los juicios”, señala.

Eran tiempos en que la paranoia de un supuesto “complot soviético” en el contexto de la Guerra Fría, que provocó una persecución política contra los estudiantes. Hoy, medio siglo después, archivos desclasificados del gobierno de EE.UU. documentan que la menos tres expresidentes mexicanos; Adolfo López Mateos, dos de ellos involucrados con la masacre del 2 de octubre, trabajaban como informantes de la CIA: Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría.

El número de muertos

A pesar del paso de los años, las cifras sobre el número de muertos en la matanza del 2 de octubre no es concluyente. El gobierno mexicano, a través de la Dirección Federal de Seguridad reportó un saldo oficial de 26 muertos y 100 heridos.

En tanto, la Agencia de Seguridad Nacional de la Embajada de Estados Unidos en México informó entonces que el número de muertos era de entre 150 y 200 personas.

El periodista John Rodda, corresponsal del periódico inglés The Guardian, quien estuvo en la Plaza de las Tres Culturas el día de la matanza, publicó que la cifra ascendía a 500 muertos (según le dijo un periodista mexicano cuyo nombre no citó). Luego conversó con estudiantes del Consejo Nacional de Huelga, quienes dieron la cifra de 325 muertos.

Una investigación más reciente, basada en archivos históricos y realizados por la comunicóloga Susana Zavala, documentó 78 muertos, 31 desaparecidos, 186 lesionados y 1.491 detenidos de julio a diciembre de 1968. Sin embargo, la investigadora considera que el número de asesinados podría ser mayor.

“Necesitamos conocer más sobre las víctimas. Como sociedad hay que empezar a cerrar este pasado que todavía a 50 años nos sigue abriendo varias heridas”, dijo Zavala en un conversatorio realizado por la UNAM el 13 de septiembre pasado.

Cinco décadas después, los sobrevivientes de la matanza estudiantil del 68 y del llamado Halconazo de 1971 (en que paramilitares vestidos de civiles reprimieron y asesinaron estudiantes en otra movilización), mantienen una lucha legal para que los responsables enfrenten cargos por el delito de genocidio.

A pesar de que en 2006 se dio un hecho inédito en México, luego de que un tribunal giró orden de aprehensión contra el expresidente Luis Echeverría –por ordenar la matanza cuando era secretario de Gobernación del sexenio de Díaz Ordaz– y tuviera que purgar prisión domiciliaria, el caso sigue sin resolverse.

Esto, debido a que Echeverría presentó un amparo y le decretaron libertad por falta de elementos para ser procesado y con reservas de ley, lo que significa que el caso no está cerrado. A 50 años de la tragedia, los sobrevivientes de la masacre buscan reabrir el caso para sentar un precedente y que se haga justicia. Luis Echeverría, de 96 años de edad, expresidente de México.

“El Comité 68 ha decidido promover un amparo debido a que la Procuraduría General de la República ha incurrido en una total inactividad desde 2009 a la fecha en investigación del delito de genocidio en Tlatelolco. Nosotros creemos que es necesario impulsar este recurso, porque a 50 años del 68, ninguna persona ha sido procesada y condenada por este delito”, señaló Víctor Guerra, asesor jurídico del Comité 68.

En días recientes, López Obrador acudió a la Plaza de las Tres Culturas y aseguró que su gobierno, que inicia el 1 de diciembre, no recurrirá a la represión. “En esta plaza histórica hacemos el compromiso de no utilizar nunca jamás al ejército para reprimir al pueblo de México”, dijo López Obrador.

“¡Que vivan los jóvenes de 1968!”, gritó el futuro presidente mexicano.

 

López Obrador no habló sobre la reapertura de los archivos oficiales sobre este evento que es demandada por sobrevivientes, familiares de víctimas e historiadores para darle justicia a los muertos.

La marcha fue encabezada por los sobrevivientes, aglutinados en el Comité 68, y quienes fueron acompañados por estudiantes universitarios, además de padres y familiares de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.

“La historia nos une, nos siguen matando”, decía una de las pancartas, mientras otra consignaba más casos emblemáticos de represión violenta contra protestas como Aguas Blancas (1996), Acteal (1997) y especialmente el de Ayotzinapa, sede de la escuela de magisterio rural donde estudiaban 43 jóvenes desaparecidos en 2014.

Con un minuto de silencio, a las 18 horas con 10 minutos, se rindió homenaje a los jóvenes asesinados en 1968, al conmemorarse el 50 aniversario de la masacre de Tlatelolco.

 

Como parte de los actos conmemorativos organizados por la UNAM, el lunes  Tlatelolco fue declarado Patrimonio Cultural Intangible.

Finalmente para quienes participaron o fueron víctimas del 2 de octubre, el movimiento de 1968 fue derrotado militarmente, pero no políticamente. Sólo que otros creen que hubo después de la represión y sometimiento del movimiento estudiantil un estancamiento o lentitud en el avance de logros políticos en el país y para unos cuantos más incluyéndome a mí, la derrota tuvo dos niveles el militar y el político; que en documentos previos sobre el mismo tema lo señalado y que podremos debatir.

Fuentes:

http://www.chicagotribune.com/hoy/eeuu/ct-hoy-sobrevivientes-de-masacre-de-tlatelolco-conmemoran-el-50-aniversario-20181002-story.html

https://www.jornada.com.mx/2018/10/03/politica/002n1pol

ttps://actualidad.rt.com/actualidad/290502-mexico-sobrevivientes-68-narran-horror

https://www.informador.mx/mexico/Lideres-del-68-encabezan-marcha-en-el-50-aniversario-20181003-0005.html

https://www.animalpolitico.com/2018/10/estaban-esperando-para-matarnos-masacre-2-de-octubre/

Como parte de los actos conmemorativos organizados por la UNAM, el lunes  Tlatelolco fue declarado Patrimonio Cultural Intangible.

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