Cómo dejar morir con “La dernière leçon”

Mi última voluntad es un filme para llorar. Sin embargo, es muy divertido y deja un buen sabor de boca, la película inicia con Madeleine, el personaje principal, intentando conducir su auto por las calles de París. Se siente abrumada por los claxon y los gritos, se rinde ante el volante y se deja llevar por el ruido de la agresión. Cuando llega a casa busca una lista de las cosas que ya no puede hacer y raya la única palabra sin tachar: “conducir“.

Después la observamos caminando por la calle con un gran bastón y llegar a la casa de su hija para la celebración de sus noventa y dos años, en la que anuncia la fecha en que se retirará de este mundo.

Madeleine es una viuda que tuvo una vida plena. Su familia está formada por dos hijos, Diane y Pierre; Max, su nieto adolescente y mejor amigo, y un par de nietas más pequeñas. No está enferma, pero reconoce que ya hay muchas tareas que no puede realizar sin ayuda. El apartamento en el que vivió con su marido es su refugio. Ahí cuenta con Victoria, una mujer que la acompaña, le canta, le ayuda con la limpieza y se ha ganado su confianza y su afecto. También cuenta con Didid, un buen vecino que le ayuda a subir las escaleras.

La familia rechaza la idea de que la abuela quiera morir y la confrontación va creciendo. Finalmente Madeleine y Diane llegan a un acuerdo, su relación mejora y se convierten en cómplices, la nueva alianza genera el rechazo violento del resto de la familia.

El filme tiene momentos maravillosos como en el que la protagonista asiste un parto o en el que comenta con otro viejo su deseo de morir. La cinta conmueve y educa. Qué difícil es dejar morir, nos aferramos a nuestros viejos de manera insensata y violenta, les retiramos nuestro respeto y ellos pierden su dignidad. Sólo están viejos, no han perdido su inteligencia, es necesario ponerse en sus zapatos.

Madeleine se despide de sus seres queridos y les entrega todas las cosas valiosas que acumuló. Mientras tanto el cuerpo comienza a traicionarla, ya ni siquiera es seguro lograr retirarse en pie como es su deseo. La fecha final se acerca y los secretos se diluyen, el amor se impone a quienes logran superar el dolor.

Como dije al inicio, este filme es para llorar. Se vale recordar a los propios muertos y enviarles un abrazo. Se vale reír y llorar. Gran película.

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