El encanto de Ozark

La primera temporada de esta serie es magnífica. No hay un solo momento sin emociones. Si ves el primer capítulo quedarás atrapado y te garantizo que querrás ver todos los episodios.

Inicia con el “Credo americano al nuevo Dio$”. El dinero es la medida de un hombre, es el producto de las decisiones de cada persona, pero no es la felicidad.

La serie nos cuenta la historia de una familia de Chicago que para intentar resolver sus problemas se muda a los Ozarks. Se trata de un territorio que abarca buena parte del estado de Missouri y se extiende a otros tres estados. En teoría dedicada al turismo, la región está compuesta por montañas, bosque y un enorme cuerpo de agua.

 

 

Se trata de un descenso al infierno. La sensación de rechazo es bien complementada por la fotografía. Un filtro azul que no solo refuerza el ambiente hostil, también reafirma la soledad de los personajes. La presencia continua de los zopilotes es una metáfora perfecta. La serie se toma la molestia de explicarse en palabras a través de un relato sobre un viaje a Marte en el que los humanos intentan huir de sus problemas, pero los llevan con ellos.

Jason Bateman nunca ha sido mi actor favorito, tiene esa apariencia de gringo “bueno” que me resulta molesta. En Ozark, esa sensación juega a su favor. Su personaje no es el prototipo del hombre bueno. Marty Byrde lava dinero, ama a su familia, asume riesgos y se sale del camino, pero siempre con la mente clara.

 

 

Su fortaleza no es física, no juega con violencia. Su fuerza es una serena inteligencia que le permite seguir cuando todo parece perdido. Su esposa Wendy tampoco es un ejemplo del ama de casa, pero es una mujer voluntariosa. La familia se completa con una adolescente caprichosa y un niño inteligente. Son personajes que se sienten reales. Toman decisiones y enfrentan las consecuencias de sus actos.

Hay muchos personajes fuertes. Mi favorito es Ruth Langmore. Una adolescente dura, que está a cargo de la familia en ausencia de su padre. Ella es la primera en notar a la familia Byrde. También es importante Roy Petty, un agente del FBI fuera de lo común que quiere apresar a Marty. Otros personajes centrales son Darlene y Jacob Snell, los verdaderos dueños del infierno. La serie está tan bien escrita, tan contenida, tan bien armada que no conoces a todos los personajes sino hasta el quinto o sexto capítulo. No se la pierdan.

 

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