México, 2017, 88 min.
El hogar y el trabajo/El hogar y la escuela. Dentro de este par de binomios se desenvuelven la mayoría de las interacciones interpersonales en la Ciudad de México. Pero hay otros espacios en los que la convivencia forma lazos de integración más profundos, creando en los miembros de la comunidad una identidad colectiva particular. Los espacios religiosos son uno de los principales centros de reunión de este tipo, cohesionando al grupo bajo dogmas, principios y valores que rigen la vida del individuo. Además del catolicismo, en México existe una variedad de doctrinas consolidadas formalmente y con gran cantidad de seguidores. Una de ellas es el judaísmo, cuyos orígenes en el país se remontan a principios del siglo XX. En 1912 se fundó la primera organización judía llamada Alianza Monte Sinaí con la intención de que los miembros se ayudaran mutuamente y mejoraran su condición de vida. A propósito del centenario de esta asociación, el documentalista Nejemye Tenenbaum realizó una exploración de esta comunidad y sus espacios desde múltiples enfoques para intentar responder la pregunta: ¿pertenecer a una comunidad étnico-religiosa favorece o perjudica al individuo?
El documental sigue el día a día de varios integrantes de la congregación capturando una amplia gama de visiones que abarca desde los más jóvenes, cuyas aspiraciones e intereses están alejadas de aquel círculo social, hasta los veteranos que vivieron en carne propia la evolución de su comunidad. Las intervenciones de una socióloga, un rabino, un líder comunitario y un actor revelan la multiplicidad de significados que giran en torno a la idea de vivir en esta comunidad, exponiendo sus beneficios como la protección y ayuda que brinda a sus miembros, sin pasar por alto los conflictos que enfrenta como la desintegración familiar, problemas económicos y la falta de identidad.
Simultáneamente, la película hace un recorrido histórico desde la llegada a México de familias judías procedentes de Europa, atraídas por la política de Porfirio Díaz de puertas abiertas a la inmigración extranjera, pasando por el crecimiento económico de la comunidad durante los años 60 y 70; hasta llegar a la actualidad marcada por la necesidad de renovarse, tanto en infraestructura como en paradigmas. Las diferencias generacionales son contrastantes, los intereses han cambiado a lo largo de las décadas y la identidad primordial ha dado paso a una pluralidad que se debate entre preservar sus tradiciones o integrarse al país que le abrió las puertas.
Con una larga trayectoria en la realización de documentales, Nejemye Tenenbaum entreteje con habilidad la diversidad de facetas que giran alrededor de la comunidad Monte Sinaí. De lo personal a lo social, de los histórico a lo etnográfico, de la entrevista individual al retrato grupal en los espacios de recreación, templos, escuelas y celebraciones como el Bat Mitzvah, el director logra crear un valioso documento que evoca el espíritu de la comunidad judía. Su acercamiento es conducido por un conocimiento profundo y respetuoso, así como una postura de crítica constructiva. No hay respuestas definitivas a la pregunta inicial, pero sí una clara intención de remarcar la estrecha relación entre el individuo y la colectividad.
Israel Ruiz Arreola, Wachito
Cineteca Nacional
Ciudad de México, 16 de abril de 2018
D y E: Nejemye Tenenbaum. G: Nejemye Tenenbaum y Enrique Chmelnik. F en C: Jorge García Alonso. M: Darío González Valderrama. Con: Moshe Assa, Sami Atri, Sara Camhaji, Liz Halabe, Bella Mercado, Adolfo Mussali, José Sefami. CP: Fundación Metta Saade, Sociedad de Beneficencia Alianza Monte Sinai. Prod: Tammy M. De Lati.
Muchas gracias Israel por el profundo análisis de mi película. Agradezco que hayas percibido todos estos temas que sin duda fueron parte del outline que ordenamos desde que comenzamos a pensar en temas y sub-temas.
Te mando un cordial saludo!
Nejemye