Antes de iniciar, es importante señalar que el titulo puede ser un poco engañoso ya que esta película no es de suspenso o terror, se trata más bien de un drama que seguramente te moverá fibras muy sensibles entorno a los temas de la vida y la muerte.
La cinta es dirigida por David Lowery y cuenta con las actuaciones de Casey Affleck (Manchester by the sea) y Rooney Mara (La chica del dragón). La trama gira en torno a una pareja que vive muy feliz hasta que uno de ellos fallece en un accidente y toma la forma de un fantasma para regresar de nuevo a su hogar, sin pensar que nada volverá a ser como antes ya que se quedará encadenado a por mucho tiempo a esa casa donde vivió muchos momentos felicidad.
Esta película es sin duda una de las cintas más emotivas, crudas, raras, emocionantes y que más me desestructuraron del 2017, además de ser especialmente lenta en su narrativa, por lo cual seguramente algunos podrán sentir que aparentemente no pasa nada en la historia, por ejemplo hay una escena de casi seis minutos donde la protagonista regresa a su casa después de haber reconocido el cuerpo de su pareja y se sienta en el piso a comerse un pay, no hay ningún dialogo, sólo la observamos, conectándonos poco a poco con su dolor por la pérdida del amor de su vida.
A lo largo de la película podremos experimentar con el fantasma (que sólo usa una sábana blanca con dos agujeros como el imaginario que tenemos de nuestra infancia) la soledad que en varios episodios de nuestra vida hemos vivido, y podremos colocar en la mesa de debate muchas de las interrogantes que nos hemos hecho alguna vez en la vida, sobre nuestra existencia y la trascendencia del amor por nuestros seres queridos después de la muerte.
Una historia de fantasmas para nada es una película tanatología, pero la recomiendo ampliamente sobre todo para quienes han vivido de cerca la pérdida de algún ser querido y han experimentado la soledad, el miedo y la incertidumbre, creo que en ella podrán encontrar otras reflexiones que van a nutrir el duelo que se encuentren viviendo.
Por último, regálense cuatro minutos, siéntense, cierren los ojos y escuchen a todo volumen una de las canciones del soundtrack de la película a cargo de Dark Rooms titulada “I Get Overwhelmed”, es francamente muy emotiva!!!!
