La jauría humana es un filme perturbador, muestra la decadente sociedad de un pequeño pueblo tejano que se convierte en espejo de las relaciones de poder de los Estados Unidos. En su momento fue un fracaso en taquilla. Es posible que la gente no estuviera lista para ver sus defectos amplificados en la pantalla grande o quizá la referencia directa al asesinato de JFK resultara demasiado desagradable.
Lo más notable de esta historia es que sigue vigente. En otras palabras, la sociedad no ha avanzado mucho en cincuenta años, esa realidad es tan clara que el filme resulta hoy difícil de tragar. Me provocó molestia y ganas de matarlos a todos. Qué bueno que yo no soy el sheriff de ese pueblo y de ninguno.
Por otra parte, es muy interesante notar cómo ha evolucionado el cine, las actuaciones y los sets eran excesivamente teatrales, carecían de naturalidad. El maquillaje era muy deficiente. En contraste, el guion era crítico y contundente y el fuego era real.
Resulta muy entretenido ver a Marlon Brando en plena forma, todavía no se cocinaba El Padrino y la panza no se había instalado. También es buena oportunidad para conocer a los jóvenes Jane Fonda y Robert Redford y para comprobar que Robert Duvall nació viejito pero tiene pacto con el Diablo.
Un buen filme que te hará pasar corajes por su realista retrato de la estupidez humana. Búsquenlo en Netflix.