– ¿Se considera usted responsable?
– No y sí.
– ¿Cómo es eso?
– Dejo las cosas a última hora, pero siempre las hago.
– Oye, me molesta el humo de tu cigarro.
– A mí me está dejando pobre y me está matando, y no me quejo.
– Hola, me presento, soy Aladdín y vengo a buscar a la puta de su hija.
– ¿A la qué?
– Aladdín, pinche viejo sordo.
– El que juzgue mi camino, le presto mis zapatos.
– ¿Para que se le peguen los hongos?
– ¡Mamá, deja de comentar mis publicaciones!
– Jajaja, cochino
– Hola. Venía a hacerme un tatuaje.
– ¿Y qué piensas hacerte?
– Masturbarme al salir de aquí.
– Me refiero a qué motivo.
– Que cojo poco.