El documental de Jaco Pastorius

THE BASS OF DOOM

Fue el 21 de septiembre de 1987 cuando falleció a los 35 años de edad el mejor bajista del mundo. Para entonces ya había tocado con grandes figuras de la música como Pat Metheny, Herbie Hancock o Joni Mitchel; pero también ya se había vuelto una figura errática que andaba en la ciudad en calidad de vagabundo, y le daba por empezar peleas para luego dejarse golpear. Fue uno de estos ataques el que lo llevaría a pelear con el cadenero de un bar en Florida, quien le propinó tantos y tan fuertes golpes que lo dejarían con un brazo roto, con fracturas en la cara y lo llevarían a un estado de coma del que nunca despertó. Al final, fue una hemorragia la que fulminó a Jaco Pastorius.

De sus padres —un músico de jazz y una mujer finlandesa— recibió el mote de Jocko, pero como le provocaba burlas entre sus pares decidió cambiarlo a Jaco. De adolescente tocaba el contrabajo, pero era difícil de mantener en buen estado, hasta que un día se encontró con que la madera se había rajado; por lo que lo cambió por un bajo eléctrico: un Jazz Bass de 1962 de marca Fender, al que le quitó los trastes para luego rellenar las ranuras con resina epóxica y tener así la misma sensación al tocar. Lo llamó Bass of Doom: el bajo de la condena.

 

Su carrera se elevaría poco a poco, tocando primero para Wayne Cochran y luego grabando un disco homónimo en 1974, ayudado por Pat Metheny, con quien grabaría después. Su segundo disco cuasi-homónimo Jaco Pastorius, incluye colaboraciones con músicos del calibre de Herbie Hancock. Y desde ahí paso por la banda de jazz fusión The Weather Report, luego de presentarse con el líder de la banda diciendo: “Soy John Francis Pastorius III, y soy el mejor bajista del mundo”. Después de que el bajista de la banda Alphonso Johnson abandonara la agrupación, Pastorius tomó su lugar.

 

Tal vez el nombre de su bajo fuera un augurio, pues durante esta época fue que varios problemas mentales subyacentes despertaran con el abuso de alcohol y drogas, agravando su trastorno bipolar y manía. En esta época caótica donde Jaco vagabundeaba por Manhattan, dejó el bajo en unas canchas de básquetbol de donde fue robado en 1986. El paradero del bajo fue un misterio hasta 2006, cuando se le localizó en una tienda de instrumentos. Los deudos de Pastorius intentaron recuperarlo sin éxito, hasta que uno de sus más grandes fans, Robert Trujillo recuperó el bajo para la familia, y aún más allá: produjo el documental biográfico de 2015 Jaco, que cuenta con las apariciones de aquellos que lo conocieron —Hancock, Mitchell, Wayne Shorter, Santana, Jerry Jemmott— y de aquellos que sintieron la influencia de Pastorius en sus vidas: Sting, Flea y el mismo Trujillo. No se lo pierdan, puede conseguirse fácilmente en internet.

 

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