De la magia de los labios, al arte de besar

Besar o que te besen es siempre una forma deliciosa y adictiva de demostrar nuestros sentimientos, sanear nuestros cuerpos, almas y hasta combatir enfermedades y estrés. 

Descubre en este artículo varias cosas que no sabías acerca de tus labios y los beneficios que se experimentan al besar.

Los seres humanos poseemos labios únicos e irrepetibles llenos de centrales nerviosas, una porción muscular central recubierta por piel y compuesta por dentro de mucosa. Nuestros labios están directamente conectados a nuestros cerebros por los receptores táctiles y la corteza somatosensorial y a su vez al aparato digestivo al ser la entrada de este.

Los labios son como como huellas digitales, cada persona posee características irrepetibles en otra, con capacidades distintas según el grado de desarrollo de cada individuo. Los labios que son irrigados por vasos sanguíneos nos permiten realizar múltiples actividades cruciales para la supervivencia del ser humano.

Gracias a nuestros labios podemos mamar y con el paso del tiempo comer, comunicarnos, en algunas culturas hasta demostrar nuestro estrato o clase social, pronunciar, silbar; por supuesto besar…

“Se dice que los ojos son la ventana y los labios las puertas de entrada del alma”, poéticamente cierto, la magia que encierran nuestros labios se libera cuando decidimos besar, enviamos y recibimos información consiente e inocentemente y generamos bienestar para nuestros cuerpos.

La filematología es la ciencia que estudia los besos y los diferentes efectos que estos causan en el cuerpo humano y aunque los investigadores aún no han confirmado con certeza sus orígenes exactos, se ha descubierto entre los registros más antiguos que este gesto humano apareció en el año 2500 a.c., en la India.

Se hace referencia también a sus inicios cuando la mujer de Cromañón alimentaba a sus hijos pegando sus labios con los de los críos, la presión de dos pares de labios evolucionaría así, como una forma de amor entre padres e hijos y para demostrar agrado en las tribus primitivas. Estas formas pudieron haber sido copiadas de especies animales como los primates y algunos insectos que usan sus bocas y lenguas para intercambiar información.

Todos los tipos de besos forjan mejoras en nuestra salud, besar y dejar que nos besen trae además de esas sensaciones de cariño y placer, grandes beneficios, y algunos de los más importantes son:

Mejoran la autoestima. Varios estudios alemanes comprobaron que los hombres que suelen besar a sus mujeres son mejor remunerados en sus trabajos. En el año 2009 un estudio estadounidense aplicado en hombres y mujeres de entre 20 y 35 años de edad, descubrió la reducción de cortisol (hormona del estrés) al besar de forma diaria a sus compañeros sentimentales. Así que uno de los mejores antídotos en la reducción del estrés es besar.

Combate la hipertensión arterial. Al aumentar el ritmo cardiaco dilata los vasos sanguíneos y por lo tanto también reduce el dolor; al liberar endorfinas, una hormona tan eficaz como la morfina, el cuerpo humano al besar puede aliviar dolores como la jaqueca o los calambres menstruales.

Desarrolla el sistema inmunológico. Un estudio del 2010 publicado en Medical Hypothese reveló que además de reforzar el sistema inmunológico de las parejas estudiadas, también protegían al feto de infecciones que provocan ceguera en niños al nacer, solo con besarse frecuentemente durante la gestación.    

Adelgaza. Calcular cuantas calorías se queman al besar depende de la intensidad y del tiempo que dos personas empleen al hacerlo. Se deduce que se queman entre 2 y 3 calorías por minuto en un beso de intensidad promedio. Aleatoriamente tonifica músculos, al besar ocupamos en toda su capacidad el músculo orbicular de la boca, y en menor grado los músculos faciales, así que considéralo dentro de tu rutina de ejercicios para mantenerte en forma.

Previene las caries. Al besar producimos más saliva y ayudamos a eliminar la placa dental por lo que es menos probable que se permita la formación de caries en nuestra dentadura.

Aumentan la libido. Los hombres imprimen testosterona al usar la lengua y mezclar su saliva con la saliva de las féminas, lo que asegura que con el tiempo la libido mejore en las mujeres.

 

Y lo mejor de todo es que entre más besos tengas, más besos querrás dar o recibir, porque es una acción altamente adictiva. Esto se debe a la producción de dopamina, este neurotransmisor activa el deseo y el placer, estimula la misma zona del cerebro que se activa cuando consumimos cocaína u otros estupefacientes.

Sumérgete en la magia de los labios, disfruta de unos ricos besos y dale a tu cuerpo todos sus beneficios.

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