Zeal & Ardor es un proyecto musical liderado por Manuel Gagneux. Un músico y compositor suizo con un trabajo que reúne matices de muy distintos géneros musicales para dar vida a un trabajo lleno de agradables sorpresas.
Categorizar a esta banda es realmente complicado (además de injusto), sin embargo, podemos decir que es una novedosa mezcla entre black metal, blues, góspel, electrónica y ambiental. Sí, la combinación es un tanto rara, pero créanme que el tamaño del riesgo es directamente proporcional al del éxito. Por lo menos en este caso.
Lo que nos tiene aquí es el tema Devil is Fine del álbum homónimo lanzado a finales del año pasado. Este primer track de 9 breves piezas, es también la batuta con la dosis exacta de intriga para incitarnos a entrar en el misterioso mundo de Zeal & Ardor.
La pieza es realmente interesante desde el primer segundo. Vive en una atmósfera trágica y muy conmovedora, comandada por la voz de Gagneux y su peculiar variante de Espirituales Negros (los cantos religiosos protestantes de trabajadores afroamericanos esclavizados a comienzos del siglo XIX), acompañada de un agrio choque de cadenas que inmediatamente nos termina de establecer el contexto.
En gran medida, la virtud de este track está en la letra, que aún cuando podría parecer sencilla y repetitiva, encierra un significado a mi parecer magnífico.
Para empezar, deberíamos recordar que la esencia de los Espirituales Negros es meramente religiosa. Principalme cristiana. Sin embargo, en Devil is Fine, claramente es todo lo contrario.
Entremos en contexto e imaginemos el momento que vive quien la canta: El sufrimiento; la esclavitud; la explotación; la derrota. Y una vez ahí, roto, la natural búsqueda a raíz del abandono de su Dios; el coraje; la furia para sobreponerse; el levantamiento; la fe. Una muy distinta a la que estamos acostumbrados, pero finalmente, fe.
Y es que pareciera que Devil, más allá de ser la típica figura demoniaca, sí representa el polo opuesto a la religión, pero por el hecho de que quien la canta deja de esperar y decide creer en todo lo que es. En sí mismo:
“Nobody gonna show you the way now
Nobody gonna hold your hand no
Nobody gonna lead you the way now
The Devil is fine”
Además de la letra, esta transición se aprecia de manera admirable en la voz a medida que la rola madura. Lograr transmitirlo con tal nitidez, es un lujo digno de aplaudir.
Desde luego que la música también hace lo suyo. Con arreglos principalmente en piano, percusiones y guitarras con la presencia necesaria para construir la dramatización sin llegar a corromper el contexto de la época.
Ojalá puedas entrar hasta ese punto de la rola y viajes a la par de Zeal & Ardor. La ejecución en vivo también es muy emocionante.
