No se puede decir que el cine mexicano esté muerto y enterrado. Las películas nacionales, afortunadamente, se hacen de muchas formas y gracias al esfuerzo de trabajadores de distintos ámbitos, y se promueven ya en una diversa gama de salas y festivales.
En una de las recientes ceremonias de entrega del Premio Ariel, que otorga la Academia de Ciencias y Artes del Cine de nuestro país, el director Carlos Carrera, quien fungía como presidente de dicho organismo, previó la temible posibilidad de nunca más contar con dicha gala anual. Pero este año, en el que la actriz Dolores Heredia repite como presidenta, y después de una fúnebre celebración en 2016, exhibe claramente cómo se mantienen en salas las producciones originarias gracias al trabajo de las escuelas, la función pública gubernamental, las personalidades internacionales, los nuevos y los viejos cineastas.
En 2017, dos películas documentales dirigidas por mujeres, quienes son menos de una decena del total de los nominados, son candidatos al máximo reconocimiento de nuestra Academia de Cine: Bellas de Noche y Tempestad. Tatiana Huezo, directora de ésta última, compite contra los otros cinco directores hombres que conforman la categoría de su especialidad. Mientras, las hermanas Cuevas, María José y Ximena, disfrutan de las nominaciones que recibieron por su ya muy popular título: Mejor Documental, Mejor Ópera Prim y Mejor Edición.
Durante el anuncio de los candidatos, Everardo González, en representación de la presidenta Heredia, olvidó mencionar un dato que apareció en la diapositiva que resume las cantidades a las que ascienden los números de películas de ficción, documentales, cortometrajes de cada categoría y películas iberoamericanas inscritas a participar. El dato que olvidó este documentalista fue el que compara a la centena y pico de hombres contra los dedos de la mano que componen al género femenino. Sin embargo, el dato no reduce los logros de las cineastas mencionadas.
El ganador del Globo de Oro, Gael García, quien ya cuenta con un Ariel, por Amores Perros, repite candidatura por Me estás matando Susana, cuyo director compite también por el premio de su especialidad, así como la película resultó competidora por el reconocimiento a la mejor del año.
Entre las sorpresas agradables se encuentran las nominaciones para El Alien y yo, especialmente la de su actor principal, quien tiene síndrome de down.
De las escuelas de cine, el CUEC de la UNAM obtuvo un buen número de nominaciones para su último proyecto de ópera prima, El sueño del Mara’akame. Su director, Federico Cecceti, también compite por el Ariel, así como sus editores y sonidistas debutantes. Esta ceremonia parece que recupera el ambiente de fiesta que se perdió el año pasado. Otros destacados nominados son los actores Adrián Ladrón, Verónica Langer, Hernán Mendoza, Adriana Paz, Tiaré Scanda, y Roberto Fiesto (quien nuevamente es candidato a los premios de Cortometraje de Ficción y Documental), mientras que entre los veteranos destaca Roberto Schneider.
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