Los beneficios de la meditación

Hoy hablamos sobre la salud natural basada en la evidencia y los beneficios que la meditación y atención plena pueden aportar al bienestar de las personas. En pocas palabras, la gama de beneficios para la salud (física, mental y emocional) que la meditación aporta es muy extensa y, en muchas ocasiones, pueden incluso parecer increíbles. Sin embargo, son múltiples los estudios que demuestran que el aprendizaje y la práctica de la meditación es muy eficaz para la salud proactiva, para mejorar nuestro bienestar y calidad de vida, y para abordar y gestionar los problemas de salud, las enfermedades y los dolores crónicos.

Afortunadamente, y al contrario de lo que ocurre con muchas terapias alternativas, la meditación es compatible con la perspectiva científica, de manera que ya podemos decir que los efectos que ejerce la práctica de la meditación en nuestro organismo están científicamente probados.

La meditación estimula la autocuración, nos proporciona mayor consciencia y creatividad, estimula y refuerza las zonas del cerebro asignadas a la felicidad y la alegría, aumenta el cociente intelectual y estimula el sistema inmunológico, desprendiéndose una serie de beneficios.

Meditar es un ejercicio intelectual, definir lo que es la meditación es complicado, pues se trata de un concepto muy abstracto que cada persona vive de manera particular. Para unos puede tener connotaciones religiosas o espirituales, mientras que para otros es un método intelectual para acallar el bullicio interno y conseguir estados más creativos o emocionalmente positivos.

Aunque cada vez hay más gente que practica la meditación, lo cierto es que en occidente todavía existen muchas personas que relacionan la palabra meditación con aspectos religiosos, con gurús o con prácticas sectarias. Pero meditar no es otra cosa que un ejercicio intelectual. Si nos atenemos al significado etimológico de la palabra, meditación se refiere a una práctica de naturaleza intelectual a través del cual se potencia la atención y la consciencia en el momento presente.

Quienes meditan buscan diferentes objetivos:

Misticismo: desarrollar la consciencia de unidad con el todo.

Descanso mental: acallar la mente y liberarla de las preocupaciones diarias.

Creatividad: limpiar la mente para hacerla más creativa.

Felicidad: estimular las zonas del cerebro asignadas a la felicidad.

Salud: estimular el sistema inmune y los mecanismos de autocuración.

Relax: liberar el estrés, la ansiedad y permanecer en un estado de bienestar.

Concentración: potenciar el estado de concentración y memoria.

Intelecto: incrementar las capacidades intelectuales.

Sea cual sea el motivo por el que una persona decide empezar a meditar, lo cierto es que la consecuencia es siempre la misma: un estado mental y físico de serenidad, paz interior, concentración y creatividad, que se caracteriza por unos rasgos concretos que van en este orden:

Enfoque de la mente en un solo objeto (respiración, ondas de sonido, luz, entre otras).

Estado de concentración absoluta en el que el bullicio de la mente se detiene.

Estado de paz en el que la mente se libera de sus propios pensamientos.

Beneficios de la meditación

La práctica de la meditación tiene unos efectos fisiológicos muy concretos en el organismo, que además han sido demostrados por la ciencia, lo cual siempre parece dar cierta seguridad en nuestra civilización, a pesar de que otras disciplinas maravillosas no encuentren su hueco en el método científico y eso no las convierte en menos eficaces.

1. La meditación evita que tu cerebro envejezca

Un estudio elaborado por UCLA descubrió que las personas que practican meditación en el largo plazo, tienen cerebros “menos viejos” que las personas de la misma edad que no lo hacen. Los participantes que han meditado por más de 20 años tienen más volumen de materia gris. “Esperábamos que la diferencia fuera mínima”, dijo Florian Kurth, autor del estudio, “sin embargo, observamos un amplio abanico de efectos de la meditación en distintas áreas de todo el cerebro”, agregó.

2. La meditación reduce la actividad “egoísta” del cerebro

La Universidad de Yale llevó a cabo un estudio que descubrió que la meditación disminuye la actividad en las zonas del cerebro que hacen que nos cuestionemos a nosotros mismos. Dado que éste tipo de pensamientos se asocia, tradicionalmente a una menor felicidad, es la meta de muchas personas el disminuirlos.

3. Rivaliza en efectividad con los antidepresivos y ansiolíticos

Apenas unos pocos minutos de meditación pueden reducir el estrés y disminuir los efectos de una depresión. Un estudio realizado por la Universidad John Hopkins durante 2014 mostró que existe una relación entre la meditación y la capacidad de reducir los síntomas de la depresión, la ansiedad y el dolor.

4. La meditación podría cambiar el volumen de áreas claves del cerebro

En 2011, investigadores de la Universidad de Harvard descubrieron que la meditación puede, efectivamente, cambiar la estructura biológica del cerebro. El estudio mostró que 8 semanas de meditación (una especialmente hecha para disminuir el estrés) podría aumentar el grosor del hipocampo, el responsable del aprendizaje y la memoria. Asimismo, se registró una tendencia de disminución del volumen de la amígdala, responsable del miedo, la ansiedad y el estrés.

5. Unos pocos días de meditación mejoran la concentración y atención

Tener problemas de concentración y de atención no es sólo un tema de los niños; afecta a millones de adultos en todo el mundo. Un estudio reciente realizado en Canadá mostró un efecto interesante, pero no sorprendente, de la meditación: Aumenta considerablemente (sobre un 16%) las capacidades de concentración en la vida cotidiana, lo que genera mejoras en la calidad de vida y un aumento de la felicidad.

6. La meditación reduce la ansiedad (y las fobias sociales)

Muchas personas comienzan a meditar por sus beneficios casi inmediatos en la reducción del estrés. Sin embargo, en los últimos años se han popularizado varias técnicas de meditación con fines específicos. Una de ellas es la creada por Jon Kabat-Zinn, del centro de Desarrollo de la Mente de la Universidad de Massachusetts, que ayuda a las personas a reducir su ansiedad cuando se enfrenta a situaciones sociales fuera de su zona de confort. Los estudios han mostrado que los efectos de un curso de 8 semanas de meditación pueden durar incluso años. La Universidad de Stanford confirmó en 2013 que técnicas de meditación enfocadas en bajar los niveles de ansiedad generaron cambios en el cerebro de los pacientes en las regiones que involucran la atención en sí mismos y la ansiedad producto de la presión social.

7. La meditación puede ayudar a enfrentar una adicción

Son varios los estudios que afirman esta teoría. Uno de ellos, llevado a cabo por la Sociedad Estadounidense del Pulmón, mostró que la meditación es incluso más efectiva que los programas para dejar de fumar y, además, la duración de su efecto es aún mayor que la de los tratamientos tradicionales. Esto se puede deber a que la meditación ayuda a desvincular el deseo del acto de fumar.

Otros beneficios producto de la meditación:

Potencia la salud mental y física

Aumenta el cociente intelectual

Desarrolla la inteligencia emocional y la empatía

Mejora la memoria

Alivia el estrés, la ansiedad y la depresión

Reduce la presión sanguínea

Aumenta la felicidad (literalmente)

Algunos datos curiosos sobre la meditación

A la hora de hacer un estudio científico sobre los efectos de la meditación, lo que se hace es medir la actividad cerebral a través de un encefalograma. Los estudios demuestran que, según se avanza en la profundidad de la meditación, nuestro cerebro pasa por distintas etapas:

Ondas beta: concentración

Ondas alfa: relajación, creatividad

Ondas theta (meditación profunda): solución de problemas

Ondas delta (meditación avanzada): sueño profundo sin dormir

Gracias a esta actividad cerebral, existen algunos estudios que vale la pena revisar para comprobar los efectos de la práctica meditativa:

Un estudio de la Universidad de Yale concluyó que las personas que practican la meditación a lo largo de su vida desarrollan una red neuronal con la que tienen mayor consciencia de sí mismos y del presente y menos ensoñaciones.

Otro estudio de la Universidad de Wisconsin concluyó que Matthieu Richards, monje budista, es el hombre más feliz de la tierra, gracias a que la meditación agranda las áreas del cerebro reservadas a la felicidad.

La Universidad de Harvard determinó que la meditación reduce la hipertensión arterial y estimula el sistema inmunológico.

Técnicas para alcanzar ese estado “divino” de la meditación

Existen diversas técnicas para alcanzar un estado elevado de la consciencia que, dependiendo de cada persona, pueden resultar más o menos sencillas. Lo que para unos puede inducir a un estado de concentración rápido, a otros requiere un esfuerzo y una fuerza de voluntad salvaje.

Si todavía no has descubierto cuál es la que mejor se adecúa a tus gustos o necesidades, te hacemos un breve resumen de algunas de las técnicas de meditación más utilizadas:

Respiración

La inducción a un estado de concentración a través de la respiración es una de las prácticas más empleadas por las principales corrientes. Consiste en realizar ejercicios concretos y repetitivos de respiración, poniendo toda la atención en el aire, en cómo pasa por los orificios nasales, en el frío al inspirar y el calor al exhalar.

Con el transcurso del tiempo, la práctica y la disciplina, la mente alcanza más rápidamente el estado meditativo. Consulta cuáles son los mejores ejercicios de respiración para meditar.

Objeto

Es una técnica de concentración que utiliza un objeto, una vela, un color, o algún otro objeto, de manera que la atención debe centrarse en ese objeto hasta que poco a poco la mente se va calmando y llegando al estado meditativo.

El sonido

Todas las civilizaciones han recurrido a las ondas de sonido para inducir a estados de concentración, espirituales o místicos. Campanas, cánticos y mantras, repeticiones de sonidos concretos que inducen fácilmente al estado meditativo.

Consejos para meditar

Si deseas iniciarte en la práctica de meditación, te ofrecemos algunos consejos para que esta disciplina te resulte más sencilla:

Un buen momento para meditar es nada más levantarse o antes de acostarse, aunque meditar es una práctica que puede realizarse en cualquier momento del día.

Se puede meditar en cualquier postura, pero la postura de loto es la más indicada por la colocación de la columna vertebral. Si te resulta incómoda o no puedes mantener la espalda recta, puedes ayudarte de cojines o mantas. Si de todas formas sigues notando incomodidad, utiliza cualquier postura que te resulte agradable. Procura llevar una ropa cómoda, ligera y que te permita respirar libremente, sin opresión.

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