No sabemos de lo que nos estamos riendo

Lemebel 

Chile-Colombia, 2019, 96 min.

D y G: Joanna Reposi Garibaldi. F en C y B/N: Niles Atallah. M: Camilo Salinas. E: Titi Viera-Gallo Chadwick. Testimonios: Pedro Lemebel. CP: Solita Producciones. Prod: Paula Sáenz-Laguna. Dist: Compañía de Cine.

Pedro Lemebel es indispensable. Punto. Nunca tuvo pareja. “Pensé que alguien me iba a amar”. Es probable que la vida no se trate de eso. La fuerza de la debilidad nos obliga a defendernos con todo lo que tenemos, con el riesgo de no alcanzar toda la felicidad en vida. Artistas como él, sin embargo, perduran felizmente por toda la eternidad.

Este documental es testimonio de una era en la que los artistas dejan huella gracias a archivos audiovisuales en video, a través de materiales que rozan la intimidad. También es testimonio de la dependencia que se puede generar entre ese artista y una figura documentalista que no lo deje de grabar nunca, a petición propia.

Póstumo, Lemebel es un largometraje que comparte la perspectiva del recuento: Lo que el artista quiere mostrar cómo se acerca a la inmortalidad, sin que lo pueda prever con exactitud.

Confrontante, una parte de su legado se equipara al de Leslie Cheung y Harvey Pekar. “La pirotecnia del cuerpo” es una de las expresiones del artista chileno, que viajó desde la fotografía, a través de la performance, hasta la escritura, donde quedaron más claras las metáforas de su discurso: Un homosexual pobre es sujeto de asesinato social y de hecho. Lo demás, es aceptar los hechos y hacer poesía, con las acciones del cuerpo y por escrito, y el video como la forma de escritura que amalgama esas otras.

Ácido, Lemebel se coloca a sí mismo como el eje de este sentimental retrato. Pero es un sentimiento de lágrimas rabiosas, que subliman declaraciones donde se menciona lo que nadie quería decir en la década de los 1990. Decires que todos saben y piensan desde antes de cualquier pandemia, que se descarga en risas nerviosas.

Los espectadores somos testigos del pasar de los años, siempre desde la perspectiva del personaje principal, pero con la estructura de quien se encuentra en la antesala del umbral, que es cuando dicen que toda tu vida pasa delante de tus ojos.

En una entrevista para el programa Fresh Air, en la NPR, Bruce Springsteen declara que un productor amigo suyo le dijo una vez: Todas las canciones que se graban en mi estudio son no otra cosa que un estruendoso grito que dice “¡¡¡¡¡Papáaaaaaa!!!!!!!!”. Lo curioso es que ninguno de los padres de Lemebel, educados o no, jamás lo maltrataron.

Esta película sabe que el espectáculo nace de la intención pero evade la intención del espectáculo. Al fin que, con todo este material, no se necesita más show. Lemebel nos aclara que no se han conseguido todos los derechos de la comunidad homosexual, que su viaje comenzó hace cuarenta años, a lo mucho, y que medio siglo no son sino dos generaciones que tienen qué aprender lo que algunos conocen gracias a una violación, por ejemplo.

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