Política, escaparate de ex atletas

Se acerca la época de destapes en la política de cara a las elecciones del 2018. Esto parecería ajeno al deporte en México; sin embargo, de un tiempo para acá se ha vuelto común la participación de ex atletas en la política.

En medio de la expectativa, la prensa esperaba la llegada de Cuauhtémoc Blanco parecido a lo que vivía cada encuentro cuando era futbolista, pero esta ocasión el escenario era distinto. El Cuau llegó enfundado en un traje oscuro, pero pronto lo cambió por una playera blanca con la leyenda de “encuentro social” y el 10 en el dorsal.

El ex americanista fue presentado como el refuerzo de lujo del Partido Encuentro Social (PES) de cara a las elecciones del 2018. Blanco, quien actualmente ostenta el cargo de alcalde de Cuernavaca, pretende lanzarse como candidato a la gubernatura del estado de Morelos y “trabajar por la sociedad”.

Así como Blanco se ha dedicado los últimos meses a representar a los ciudadanos, varios ex deportistas han aprovechado su fama para trabajar en favor de la gente, pero poco han conseguido en pro del pueblo y su credibilidad ha sido puesta en duda.

 

Una de las más persistentes ha sido Ana Gabriela Guevara. La medallista olímpica decidió dejar las pistas para convertirse en titular de la Coordinación de Cultura Deportiva, Física y de Salud del Distrito Federal, invitada por el entonces Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard. Posteriormente tomó las riendas del Instituto del Deporte, por algunos meses, en el 2008.

En el 2009 fue la candidata del Partido de la Revolución Democrática para contender por la jefatura delegacional de Miguel Hidalgo, pero no logró vencer a Demetrio Sodi. Actualmente es Senadora de la LXII Legislatura.

 

 

Otra ex campeona que dejó de lado su profesión para saltar a la política es Jackie Nava. El Partido Acción Nacional se le acercó para que formara parte de sus filas y la pugilista accedió: “En Tijuana soy conocida. Me queda claro que por ser conocida el partido se interesó en mí. Yo siempre he apoyado al PAN, siempre he estado detrás. Siempre he tenido acercamiento, desde antes de (Felipe) Calderón. Pero yo no he sido militante. Me han visto como ícono deportivo y me han jalado mucho. Y por eso mismo se me acercaron: me dijeron eres como una buena figura para que puedas aportar a la sociedad”.

La llamada “Princesa azteca” es diputada federal. También se desempeñó como secretaria en la Comisión del Deporte y como miembro de las comisiones de Derechos de la Niñez y Juventud. Intenta aprovechar su figura como una de las mejores boxeadoras de México para colaborar en la política, pero no descarta dejar definitivamente el ring.

 

 

Quizá uno de los más polémicos es Felipe Muñoz. Aquel joven nadador que se cubrió de gloria en los Juegos Olímpicos de México 68, al ganar la medalla de oro por 200 metros en nado de pecho, se convirtió en uno de los peores fracasos de la política.

El “Tibio” aún es diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional, pero hace algunos años fue inhabilitado para ejercer cargos públicos por ser acusado de violación de las leyes y normativas presupuestas cuando estuvo al frente del Comité Olímpico Mexicano.

 

 

Otros ex atletas que han intentado forjar una carrera en la política nacional son Bernardo Segura, Iridia Salazar, Víctor Estrada, Jesús Mena y Alejandro Cárdenas. Prestaron su nombre, imagen y deseos por ayudar a la sociedad, principalmente para mejorar las condiciones de los deportistas mexicanos… Pero queda claro que, más allá de ayudar, terminaron con su reputación conseguida a base de esfuerzo en las canchas.

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